Una nota antes de continuar: La gente es muy rara.
Durante mi búsqueda de Tique por la escuela pude ver de todo, no solo estudiantes bastante normales si no los más raros… ¿Saben qué? La imagen está en mi cabeza y también estará en la suya solo no esperen detalles…
¿Saben de esas personas que les gustan los animales no solo como mascotas? Pues hay de esos en este mundo también y el ser amos de sus seres mágicos los hace bastante... ¿Asertivos? No sé…
— ¿Trabajo?— Pregunto Artemisa por lo bajo hacia Dafne y Ceres, mientras avanzaban detrás de Ajax.
Dafne parecía lista para responder pero Ajax se adelantó, abriendo de forma ruidosa la puerta hacia los jardines traseros de la escuela donde se podían ver cientos de metros cubiertos de flores de todo tipo, desde grandes y altas, hasta pequeñas con pequeños pétalos. Olía increíblemente rico y me hubiese gustado describir todas y cada una de esas flores pero no sabía nada de ellas y lo máximo que obtendrían de mi es: Es roja con un aroma agradable y mejor no.
Aun así, había un par de ellas que me llamaron la atención, una flor de pétalos de color blanco bastante grandes con un pistilo de color rojo brillante. De hecho ese núcleo rojo estaba chorreando, por lo que los pétalos estaban manchados de rojo.
Otra era una planta de pétalos morados pequeños que parecían enrollarse y estirarse constantemente mientras que la parte del pistilo parecía moverse y les aseguro que no había mucho viento.
De esas no había en mi mundo.
—Verán, cuando formas parte del salón de los héroes se te asigna una flor, podría decirse que es una forma de que los chicos se hagan cargo de esta zona e inculcarles con eso la responsabilidad, así mismo tu nombre se gana un lugar en el libro de las Flores— Explico el chico.
—Mi hermano me explico que al tener una flor, quedas en esa sección del libro, por lo que es más fácil ubicarte, así mismo todas nuestras acciones repercuten en la fama de la flor, por lo que sirve para aumentar su valor— Dijo Dafne.
— ¿Así que las venden?— Preguntó Ceres con curiosidad.
—La mayoría, algunas son demasiado caras— Le dijo Ajax guiñándole un ojo— La gente rica busca siempre gastar dinero en tonterías como flores con atributos asignados por estudiantes.
—Qué tontería…— Ceres negó con la cabeza.
—Como si no fueras a comprar tus propias flores— Dije dándole palmaditas en la cabeza a Ceres.
— ¡Claro que lo haría!— La chica se mostró orgullosa.
—No se preocupen, les regalaremos un ramo al final, con su nuevo precio así que podrían venderlo o plantarlo y con forme más pase el tiempo, más caras se podrían vender— Dijo Ajax caminado hacia el centro del patrio, donde había una fuente sencilla por donde caía agua cristalina.
—Ayúdame, Isaac— Dijo Ajax, entonces el ganso blanco apareció sobre su cabeza, ayudando a su compañero con lo que parecían papales que emergieron desde sus plumas con cada movimiento.
— ¡Es verdaderamente incomodo, no hay que hacerlo de nuevo!— Se quejó Isaac y yo no pude evitar burlarme un poco.
Ajax tomo los papales para colocarlas en una pequeña pecera que saco de la fuente aunque nadie pareció darse cuenta de eso.
—Pueden tomar una y veremos que les depara la suerte— Ajax extendió sus manos con energía mientras se acercaba a Dafne, quien era la chica más cercana a él, esta metió la mano con nerviosismo.
—Es un Lirio Blanca, una gran planta— Aseguro el chico.
Ajax hizo lo mismo con Artemisa para leer su papel.
—Oh, la Flor Blanca de Sangre, es una planta que no muchos han merecido, es de las más baratas debido a lo poco que es asigna a alguien. Quizá tú puedas elevar su precio este año…— Dijo Ajax.
Artemisa no dijo nada.
—Bien, sigues tu…— Ajax hizo lo mismo con Ceres, entonces tomo el papel para ver el nombre— Vaya… Esa flor.
—Es la mejor, lo sé— Ceres se mostró orgullosa.
—No, en realidad nadie había obtenido esa flor antes, es muy rara, prácticamente la que tenemos aquí es la única que existe en el reino de Fos pero es bastante resistente. Incluso vive mucho tiempo sin agua— Admitió Ajax con una leve sonrisa— ¡Empezaras una leyenda!
—Pero claro que si— Ceres se acercó a la flor, notando sus movimientos pero pese a lo especial por no decir otra palabra que podría parecer Ceres, de verdad parecía apreciarla— Tú también te aferras ¿No?
—Viéndola de lado, se parece a ti— Le dije con una sonrisa en mi rostro, tratando de burlarme.
—Yo sí creo que es muy bonita— Dijo la chica tocándola, notando que sus movimientos provocaban que esta se pegara un poco a ella. Supuse que tendría algunos receptores para hacer eso— ¡Hagámosla muy grande!
Me mostré de acuerdo.
—De verdad es muy linda— Dijo Artemisa mirando a Ceres desde atrás.
—Pero claro que sí, soy hermosa— Ceres se sonrojo un poco por su comentario pero de todas formas logro esbozar aquella sonrisa confiada de siempre.