Este fin de semana observando a Ceres convivir con sus amigas como si nada me dejo un tanto fastidiado. La verdad es que no recordaba que socializar fuera tan difícil pero… Supongo que tenía mucho tiempo que no lo hacía ni en este mundo más allá de hablar con Ceres.
Ceres hablaba mucho pero solo era una.
Mierda, acabo de sonar como viejito, si no mal recuerdo, morí cuando tenía dieciocho años, sería la edad para entrar a la universidad, creo.
Esa es otra razón por la que nunca tuve relaciones más allá de la amistad, y aun así, eran amistades bastante secas. No lo admitirá pero la primera verdadera amistad que obtuve fue Ceres.
— ¿Estás bien?— Preguntó la chica tomándome entre sus brazos— ¿Te molestaste por lo de ayer?
—En realidad fue un alivio que no me apretaras como un muñeco anti estrés. Si me sacas los ojos a mí no se me regresan a la cara— Le dije haciendo una mueca mientras me recargaba en su manos.
— ¡Qué asco!— Ceres se rio un poco, como si fuera tan gracioso— ¿Qué clase de muñecos son esos?
Ah, olvide que esos muñecos aun no son inventados aquí.
Ahora que lo pensaba, esa era una gran oportunidad de negocio ya que sabía cómo se hacía la goma para esos muñecos, ya saben, gracias a ese juguete que seguro nunca tuviste que te ayudaba a crear Slime (La baba, no el monstruo), pelotitas y claro, muñecos moldeables.
—Creo que podría enseñártelos pero después…
—Mejor no, no quiero sacarles los ojos…
—Vamos, no es tan malo— Le dije sonriendo y dándole palmaditas en su manos entonces note que se detuvo, mirando tablón que estaba pegado en la pared del pasillo.
Yo también termine leyendo las noticias aunque era difícil con ella apretándome.
—Es sobre usted ¿No? ¿Qué dice?— Dije rindiéndome y entonces ella me acerco, sin soltarme.
Parece que la señorita chismosa logro captar a Ceres y a Artemisa juntas. No dice de qué forma pero aparentemente dice que Ceres se aprovechó de su estatus para voltear el restaurante de pies a cabeza con Artemisa. En realidad culpan a esta ultima de utilizarla para intimidar a la gente rica.
Ceres apretó los labios y siguió caminando hasta el salón.
En el salón note que la gente cuchicheaba sobre Ceres y Artemisa, incluso a esta última la trataban como una verdadera intimidadora, burlándose y diciendo que era una manipuladora mientras que a Ceres no sabían cómo tratarla pero se notaba que buscaban la manera de hacerlo.
El problema es que tras la papeada al príncipe, nadie lo haría a la ligera.
De hecho hasta el príncipe nos miró con lastima, como si de verdad creyera que estaban manipulando a Ceres.
Cleo hablo con tranquilidad con ella durante todo el día, lo que al menos pareció relajar a Ceres un rato.
—El periódico es de verdad terrorífico— Cleo no pudo evitar hacer una mueca al ver a sus compañeros mientras comían durante la pausa entre clases.
—Es molesto que me rebajen a eso pero como nadie me lo echa en cara, no necesito manchar mis manos— Admitió Ceres mientras comía con despreocupación, manchando su rostro, lo que término limpiando Cleo.
— ¿Segura? ¿No quieres reclamar al periódico? Podrían disculparse— Cleo hizo una mueca.
—Lo hare pero cuando llegue al salón de los héroes, seguro me escucharan más— Dijo Ceres segura de su forma de enfrentarlo. De hecho me parecía bastante madura para alguien que haría una rabieta y normalmente iría a pelar.
—Mierda, claro que quiero ir a pelear— Ceres hizo una mueca de desagrado mientras caminábamos al salón de los héroes, al final del día mientras me apretaba como muñeco anti estrés.
—Lo imaginaba…— Dije negando con la cabeza.
—Pero los hare pagar por manchar mi nombre— La sonrisa de Ceres era digna de una villana de juego otome, lo que me lleno de orgullo.
Espera ¿No debería espantarme?
Entramos en el salón de los héroes donde Ajax nos esperaba junto con Artemisa y Dafne quienes tenían un papel en la mano.
—Justo a tiempo, las tres de primero— Dijo Ajax extendiendo las manos.
—Y los únicos miembros, aparentemente— Ceres miro la habitación tan vacía como siempre— ¿Por qué sigue sin haber nadie aquí? ¿De verdad el salón de los héroes es tan importante? Ah y quiero hablar contigo sobre algo del periódico.
Las otras parecían haber ido por lo mismo.
—No esperaba menos de ti, directa al grano— Ajax no pudo evitar soltar una gran risotada que se escuchó por toda la sala— Como ya les dije, muchos de los miembros siguen trabajando en la organización en los patios y los alrededores para los juegos y respecto al periódico, ya lo hablaremos, mientras tanto, tienen la misión de ayudar a uno de los grupos de fuera de la escuela.
— ¿Por qué afuera de la escuela?— Ceres me apretó contra ella.
—Primero tendrán que firmar la responsiva por si se mueren— Dijo Ajax como si nada.