—Supongo que el mundo es un pañuelo— La chica puso los brazos en jarra con una gran sonrisa que podía verse incluso bajo su bufanda azul. Termino acercándose mucho a mi lo que me puso nerviosa.
De no ser por ella, habría caído hacia atrás debido a eso.
—No quería asustarte, lo siento— Dijo la chica quien me rodeo con uno de sus brazos y me tomo de la mano para mantenerme en el aire, entonces con un rápido movimiento me irguió— Soy Minerva Mariano.
—Ah, soy Ceres Bianchi— Solo pude responder, un tanto sorprendida. Olía a roció ¿Será que acaba de ir a ver las flores? O quizá su detergente era solo un poco mejor que el mío, solo un poco.
—Bueno, parece que ya se conocen, Minerva se encarga del club de jardinería— Dijo Ajax encogiéndose de hombros y luego señalo a los gemelos— Los hermanos son los encargados del club de teatro. Él es Apolo y ella Harmonía.
— ¡Oye!— Exclamaron los gemelos a la vez.
—Esta era nuestra gran entrada— Dijo Harmonía apuntando a Ajax en su mejilla.
—Debes esperar tu turno para presentarte— Dijo Apolo apuntando a la otra mejilla de Ajax.
—Además ¿Qué ocurre con la actuación de hace un momento?=— Dijo Apolo haciendo una mueca de desagrado, mirando a Minerva.
—Sí, eso, debió terminar con algo más divertido, quizá con un beso, si, vuélvanlo a hacer y debes darle un beso en la mano o ya si quieren pueden darse un beso de verdad— Dijo Harmonía, soltando leves risitas.
—Solo si ella me dice que si— Dijo Minerva hacia mí, a lo que solo pude sonrojarme pero tampoco pude negarlo.
—No, eso es solo tu fetiche— Dijo Apolo, seriamente hacia su hermana.
— ¡Cállate!— Le dijo Harmonía pisando su pie con fuerza, a lo que este se quejó y se agacho para sobarse— Bueno, quería conócelas para ofrecerles un lugar con nosotros en nuestra campaña ¡Somos famosos en toda la ciudad!
— ¿De verdad?— Preguntó Dafne con curiosidad.
—Claro, son de la campaña Golden Gloves ¿La conocen?— Preguntó Minerva.
— ¡Yo la conozco!— Dije con emoción— ¡Ellos presentaron Campanita Plateada! ¡Es mi obra favorita de cuando era niña! ¡Me enamore de Richard, es un personaje tan hermoso!
—Seguro conociste al presidente, el interpreta a un Richard increíble, yo he tratado de imitarlo pero a mi hermana le queda mejor— Apolo se veía incomodo al pisar con su pie pero hablo pulcramente.
—Ya no llores— Harmonía chasqueo los dedos y un hipopótamo pequeño y gris apareció cargando una jeringa— Ya sabes que hacer, Hipócrates.
—No amo hacer esto, señor Apolo— Dijo Hipócrates visiblemente feliz de cargar aquella gran aguja.
— ¡Espera, no es para tanto!— Dijo Apolo pero no pudo huir de la gran jeringa— Te odio…
— ¿Qué me dicen?— Preguntó Harmonía poniendo los brazos en jarra— ¿Quieren ver una actuación y ver si pueden pertenecer? Siempre voy buscando nuevos talentos ¡Y ustedes son hermosas y seguro brillaran en el escenario!
— ¿De verdad lo crees?— Dije sonriendo un poco.
—Claro que si…— Dijo Harmonía tomando mi mano— Vamos, no pierden nada ¿Qué les parece? Mañana vendré por ustedes y les presentaremos una pequeña obra que queremos se convierta en la siguiente joya de Golden Gloves.
—Las emocionara— Apolo hizo una reverencia.
—Pero ya pertenecemos al salón de los héroes…— Artemisa parecía avergonzada de decirlo.
—Este no cuenta como club— Señalo Eneas— Y también pueden hacer cualquier actividad que quieran pero si serán miembros oficiales los clubes no pueden traslaparse y deben demostrar resultados como parte de ese club, independiente del trabajo aquí.
—Eso lo calificamos nosotros— Dijo Apolo dándose palmadas en el pecho.
—Supongo que ya perdí, también venía a invitarlos al club de cocina— Dijo Minerva dejando caer sus hombros.
—A mí me interesa— Dijo Artemisa.
— ¡A mi igual!— Dafne asintió varias veces.
—Bueno pero deberían venir mañana de todas formas, nos guastaría saber su opinión, todas son valiosas incluso de la gente que no podría pagarlo— Dijo Harmonía y note que miro a Artemisa.
Claro, sus actuaciones eran caras, no por nada era el grupo actoral más popular del momento, daban shows alrededor del globo, eran muy caros y siempre eran calificados como perfectos.
—S-sería un honor, entonces— Artemisa se veía incomoda.
No supe saber si hablaba en serio o no pero no dije nada.
—Bueno, entonces ¿Por qué no vienen conmigo hoy?— Minerva puso sus manos en jarra— Nosotros no tenemos algo preparado ya que siempre está preparado ¿Qué les parece?
No perdíamos nada, aunque siendo honesta, no me interesaban mucho las plantas pero tampoco perdía nada. Sus consejos serán de gran ayuda para mis horas de sueño, eso es seguro.