Los secretos de Fos

Hades XLI

—Maldito ¡Te llamo ofrecida!— Cleo estaba muy enojada tras escuchar sobre el encuentro con Tique— Tranquila, si hubiese estado ahí…

—Lo aprecio pero no hubieses logrado hacer nada— Ceres le tomo la mano para tranquilizarla— Hades una vez me dijo que nunca debería dejar que la gente aplaste lo que soy con sus palabras y yo sé que no soy una zorra.

— ¿Una… zorra?— Preguntó Cleo.

Le di una palmada en su cabeza. Esa era una palabra que solo usábamos entre nosotros— Me refiero a lo que dijo, una ofrecida.

—De nuevo usando esas palabras raras— Cleo negó con la cabeza y apretó sus puños— ¡Que furia!

—N-no pensemos en eso ¿Por qué no hablamos con Artemisa? Ayer la atacaron…

— ¿La atacaron?— Cleo inclino un poco su rostro— ¿Por qué te importa tanto de repente?

—Bueno, somos compañeras del salón de los héroes, eso es todo— Dijo Ceres encogiéndose de hombros— Y creo que como dijo Egan, es en lo que deberíamos estar más centrados.

— ¿Hablaste con Egan?— Cleo esbozo una leve sonrisa.

—Ah sí, nos topamos con él antes de ver a Tique…

—Claro, entonces supongo que…—La chica mantuvo la sonrisa mientras se cruzaba de brazos.

Entonces los gritos comenzaron.

— ¡Un monstruo!— Grito una chica con fuerza mientras corría por los pasillos para advertir a los demás alumnos.

Algunos profesores que ya estaban en sus clases comenzaron con la evacuación.

—Egan dijo que esto no era lo normal— Explico Ceres a Cleo mientras salían del salón para llegar a los pasillos y comenzar a caminar hacia la salida más cercana pero al estar en un piso arriba, era imposible llegar y menos entre tanta gente avanzando con velocidad y cierta desorganización.

El pánico esta en todos los mundos.

Nunca le vi utilidad a los simulacros de mi mundo pero ahora estaba apreciándolos un poco. Supuse que este mundo no tenía temblores y de hecho, eso sería lo correcto pero la realidad es que si tenía pero eran… Diferentes a los que conocemos.

Y si fuera lo que estoy pensando, lo notaria.

—Mira— Cleo apunto a la ventana para que Ceres pudiera ver como Artemisa y Dafne enfrentaban a un monstruo mientras la gente huía de ahí— ¿Qué diablos creen que hacen esas dos ahí?

—Están haciendo su trabajo ¿No es obvio? Tu deberías estar haciendo lo mismo ¿No?— Feme estaba apuntando a Ceres, sosteniendo con fuerza su cámara— Los miembros del salón de los héroes pelean para proteger a los alumnos.

Ceres no supo que decir.

—Somos de primero…

—Y ellas también— Feme miro a Cleo con una sonrisa astuta— No veo la diferencia.

—No le hagas caso…— Cleo trato de tranquilizar a su amiga.

Las tres miraban por la ventana mientras bajaban a la planta baja, entonces pude ver con claridad al monstruo que las estaba atacando.

Una serpiente enorme pero no era un basilisco, era una anfisbena, una serpiente que tenía una cabeza en cada extremo, por lo que podía comer dos veces o eso sospechaba. Quizá no, porque se ahogaría.

La misma logro empujar a Artemisa lejos de ella, haciéndola golpear una pared.

Dafne parecía agotada, por lo que solo pudo saltar para salvar a Artemisa pero ambas terminaron siendo goleadas y arrinconadas por ambas cabezas contra una pared. Los gritos aumentaron.

—Hades— Ceres actuó al instante que llego al final de las escaleras, por lo que yo me transformándose en el bidente.

Ceres embistió con rapidez y fuerza contra una de las cabezas, logrando herirla solo un poco, pues la misma había logrado evitar el daño gracias a que la otra cabeza se había percatado del ataque.

— ¿Y cómo matamos esta?— Preguntó Ceres.

—Quizá atravesando su cabeza al mismo tiempo— Sugerí.

—Imposible— Se quejó.

Se tuvo que mover cuando las cabezas trataron de atraparnos, girando en el aire evitando que la serpiente la atrapara con su cuerpo y apartándola con el bidente, generándole una nueva herida.

Pude notar que tenía algunos huecos, seguro de las flechas de Artemisa.

—Creo que podría funcionar— Artemisa tenía algo en mente, algo que entendí pero que requería mucha suerte, aun así, se giró hacia Cleo quien estaba escondida junto con Feme— ¡Haz eso, por favor!

Cleo no pareció entenderlo al principio pero no hubo tiempo para seguir comunicándose pues la serpiente por poco nos golpea por lo que Ceres tuvo que girar usando el bidente como un soporte, pateando el cuerpo del monstruo con algo de fuerza para mantenerla lejos de ella.

Ceres se rio un poco y comenzó a provocar a la serpiente, esquivándola con habilidad o causando algunas heridas que no tardaban en cerrarse, dejando algunas marcas horribles.

Entonces apareció en escena otra Ceres, levantando sus manos— ¡Serpiente idiota, estoy acá!



#5169 en Fantasía
#1697 en Joven Adulto

En el texto hay: seresmagicos, isekai, recuentosdevida

Editado: 12.10.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.