— ¿Puedes andar?— Pregunté mirando a Cleo quien solo asintió un poco. Recordaba que su poder requería mucho tiempo para activarse ya que pintaba en el aire y tenía un límite de copias, sobre todo cuando esa cosa esta viva.
Una vez casi se muere por hacer un perrito que vimos en un programa de televisión.
—Tranquila, mejor ayúdalas a ellas— Cleo se veía un poco pálida pero estaba de pie.
Me gire para ver que Dafne tenía problemas para levantar a Artemisa.
Regrese la vista a ella pero Cleo asintió con una leve sonrisa por lo que fui con ellas para ayudar a Artemisa.
— ¡Lo siento!— Dafne bajo la vista con vergüenza— ¡No son tan fuerte!
La pregunta real era ¿Yo lo era? Pues no lo creía, solo había tenido mucha suerte, demasiada de que Cleo haya estado aquí.
Levante el brazo de artemisa sobre mi hombro para cargarla, entonces pude notar sus heridas un poco más claramente. Tenía una herida en su brazo y su mejilla parecía estarse hinchando.
—Hay que apurarnos— Dije haciendo una mueca.
—Gracias…— Artemisa me sonrió con cierta vergüenza.
—La próxima vez háblame, si los profesores no ayudaran, entonces yo lo hare— Dije negando con la cabeza. Lanzarse como loco nunca era solución, al menos eso siempre decía Hades.
Pero hasta ahora nos había funcionado muy bien.
—No podía dejar que matara a nadie…
—Sé que es nuestra responsabilidad como parte del salón de los héroes pero…
—Eso nunca se me paso por la cabeza
—Entonces quizá eres más tonta de lo que pensé…
Yo misma hubiese preferido no ir. Maldita presión social.
— ¿Te ayudo?— Preguntó Dafne hacia Cleo quien avanzaba lentamente detrás de mí.
Cleo se mostró avergonzada y asintió.
—De a poco, Dafne…— Susurró Artemisa a mi lado y no pude evitar hacer una mueca ¡¿Ella si se sabía el contexto?!
Pudimos llegar a la enfermería donde una mujer de cabellos blancos iba de un lado a otro sosteniendo frascos de medicamento mientras una vaquita flotaba a su lado con ropa de enfermera. Estaba atendiendo a un par de chicos que ahora estaban dormidos en su cama.
No pude evitar quedarme embobada.
De cabellos blancos largos, atados en una cola elegante, de ojos verdosos como pasto, de cuerpo delgado, que resaltaba con su falda negra, medias negras y la bata. Sus labios eran delgados y su nariz era respingada, además de tener unas largas pestañas con sombras verdes.
—Bienvenidas, puedes colocar a los heridos en las camas de ahí— Su voz era increíblemente suave y relajante.
—Yo no estoy herida, solo quiero descansar— Admitió Cleo.
—Entonces usa la camita de ahí— Le dijo la mujer sonriéndole con dulzura— Atenderé a esta preciosura de cabello blanco.
Yo la acomode en la cama con cuidado, bueno ayude a que se acomodara sola.
— ¿Tu no estas herida, preciosa?— Me miro con atención.
—N-no, estoy bien— Me sonroje un poco cuando me hablo directamente.
Sus ojos me contemplaron con atención— Bien, te creo, descansa y gracias por tu gran trabajo.
— ¡No hice nada!— Solté una risita nerviosa.
La vaquita cerró las cortinas y comenzó con el tratamiento de Artemisa o eso supuse.
— ¿Falsa modestia viniendo de ti?— Hades hablo a mi espalda, provocándome un escalofrió por su tono.
— ¡Cierra la boca!— Dije y entonces me tape la boca, me gire hacia Cleo que e hizo un gesto de que todo estaba bien y salí de la enfermería. Ahí tome a Hades del cuerpo y lo apreté— ¡No me hagas gritar dentro de lugares donde no puedo gritar!
La risa de Dafne me hizo soltar al oso con cierta vergüenza.
—No, está bien, es lindo verlos tan unidos, por cierto, muchas gracias— Dafne bajo la vista.
—No necesitas agradecerme— Negué con la cabeza— Tampoco podía dejarlas botadas pero creo que deberías hacerte más fuerte. Tomando en cuenta como están las cosas, no podemos permitirnos ser débiles.
Me mordí la lengua ya que yo misma me he quedado callada en los momentos importantes como hace rato con el profesor o con mi hermano mayor ¿Por qué me daban más miedo que los monstruos?
Estúpida presión familiar.
—Yo quiero hacerme fuerte para ayudarlas— Dafne levanto la voz llamando mi atención— ¿Podrías enseñarme?
Apreté mis puños un tanto frustrada— Claro aunque no sé qué podría enseñarte.