Cap. 55 "Descubriendo a un traidor."

(Marina)

Hoy tenía una reunión con el señor Gruver, a las trece horas, así que deberé hacer un plan de negocios para él, lo más rápido posible. Aunque sé que accederá a lo que le ofrezca, una cuenta de 10 millones de dólares no es nada despreciable. Aunque según recuerdo él dijo darme carta blanca. Las demás juntas del día son a las catorce horas con el señor Vitelli y a las quince con el sr. Matzuka. Ahora el problema es que Juan Carlos me despidió, y esto no se ha resuelto, a pesar de que mi madre me llamo poco después de llegar a casa ayer por la tarde, no sé qué sucedió. Tendré que llamar a Abá en un rato.

Me termino de arreglar y salgo a tomar un café, Aytana ya tiene todo listo y para mi sorpresa Alma está aquí, conversando con ella, al parecer discuten sobre el nuevo campo de entrenamiento que se construirá en la Hacienda.

-buenos días Aytana, Alma, como amanecieron.

-buenos días, alteza, yo descanse muy bien lo contrario a usted, según veo.

-buenos días Marina, porque pareces tan cansada?

-no dormí en toda la noche, tenía mucho que leer Alma, que es eso?

-son los planos para la nueva pista de entrenamiento, será del tipo clásico Amazónico, lo idee, tras ver varias películas y el tipo de maniobras de combate, solo espero que lo puedan tener para el fin de semana!

-yo le llevare los planos al Consejero Amílcar, por cierto alteza, el consejero le llamo anoche, no quiso interrumpirla pero me pidió que le llamara tan pronto pudiera.

-gracias Aytana, pero debiste pasarme el teléfono, solo estaba leyendo.

-se lo dije pero él se negó, dijo que así arreglaría todo.

-bien deja le llamo, aunque creo que es muy temprano, que hay para desayunar?

-tengo lista la fruta que le gusta alteza, también el café, y el pan se está tostando.

-bien necesito una dosis doble de café, habrá que llevar un termo.

-no se preocupe ya lo preparo.

Estaba tomando mi café con una tostada, cuando sonó el teléfono, Aytana respondió y me lo trajo.

-el consejero al teléfono, alteza.

-valy pensé que estaría dormido, es muy temprano. – digo tomando el teléfono.

-buenos días Abá como estas?

-yo bien nena, apuesto por cómo suena tu voz a que no has dormido, verdad?

-me conoces bien, pero es muy temprano que haces despierto a esta hora, yo porque tengo que ir a la universidad, pero tú, al menos tienes otra hora de sueño.

-Nena, tengo toda mi vida despertando a las cinco, y a pesar de mi edad eso no cambiara.

-debes cuidarte Abá, yo te necesito a mi lado.

-me cuidare no te preocupes; te llamo porque el día de ayer se armó un desastre aquí, lo sabes.

-si mi madre me llamo, que fue lo que le dijiste, estaba muy molesta conmigo?

-yo no le dije nada, fue el mismo Juan Carlos Villa Juárez, el que la llamo, y al parecer le dijo que abandonaste la junta, y que renunciaste a la empresa, además de faltarle al respeto a los clientes con ideas robadas de otros trabajadores. Claro está que después de hablar tu madre contigo me llamo, y le he explicado todo, pero aun así habrá problemas; necesito que vengas a la oficina lo antes que puedas, yo mismo llamare a la universidad para justificar tu falta y la de Alma, que por cierto trabajara contigo.

-bien en cuanto termine de desayunar vamos para allá.- le respondo y cuelgo.

-bueno hoy no habrá universidad, pues nos vamos a la oficina, al parecer Abá llamara al director de la facultad para justificar las faltas, por cierto Alma; Abá dice que trabajaras conmigo.

-entonces no llevara el termo de café, ahí tiene una buena cafetera. Pero deberemos pedir algo de comer y algo de pan dulce. – concluye Aytana

-podemos ir juntas en tu auto, yo creo que deberé cambiar el mío, es muy grande, ya sé que me gustan así pero ahora todo dependerá de mí y será mejor algo más moderno y económico.

-bueno puedes vender tu Crown Victoria, y comprarte un auto más pequeño pero veloz, no se un Matiz, un Ka, o mustang, claro que sea 4 cilindros, son los más económicos.- le aconsejo.