Los Secretos de una Familia

Cap.4

Nitofilia

Algo… estaba mal.

¿Qué debo hacer?

¿Mamá?

No veo nada, todo está oscuro, lo último que recuerdo es la cena y después todo es tan borroso e incoherente que no comprendo nada. Me levanto como puedo de mi cama para dirigirme o hacer el intento de salir de mi habitación.

Cuando noto tocar el pomo de la puerta, la giro lentamente tratando de no hacer ruido, ya que no debo estar despierta a estas horas. Debe ser tarde, ya que todo está oscuro, tan oscuro que cuesta que mi vista se acostumbre lo suficiente. Doblo hacia la izquierda y sigo caminando por el pasillo hasta llegar a las escaleras.

Cuando logro bajar, noto una luz que proviene del estudio de la casa; me acerco lentamente tratando de no hacer ruido. Noto que la puerta está entre abierta y apenas logro ver quien está dentro, pero supongo que es mi padre. Cuando estaba por entrar, logré escuchar un fuerte suspiro.

—¿Hay algo más que podamos intentar hacer?—Pregunta con voz cansada mi padre; logro escuchar cómo se sienta en su silla de cuero con cansancio; la persona a quien parece preguntarle comienza a caminar por la oficina de mi padre.

—Señor, estamos intentándolo todo, los medicamentos no están funcionando como corresponde, su cuerpo lo está rechazando y con el tiempo las cosas pueden empeorar —dice una voz desconocida mientras toma asiento enfrente de mi padre; ambos suspiran.

Escucho como mi padre rebusca entre sus papeles para tratar de encontrar alguna respuesta a sus dudas. Cuando estaba por asomarme un poco más, logré escuchar unos pasos provenientes de las escaleras. Con desesperación corro lejos de la puerta y me escondo en un pasillo.

Me asomo un poco y logro ver que mi madre, aún en su pijama, entra a la oficina con cara de aflicción. Puedo notar que están todos bastantes tensos al respecto de algo que no tengo idea; espero un momento por si llega a salir de la oficina, pero no sucede. Me acerco a paso lento y silencioso para volver a colocarme pegada a la pared y un tanto cerca de la puerta.

—¿Encontraron algo?—Pregunta mi madre, mi padre junto con el desconocido sueltan un gran suspiro, yo trato de asomarme un poco para—Dios, estamos hace como un mes así y todavía no encuentran una estupida respuesta a este problema, deja de alcoholizarte, maldito imbecil y trata de ayudarnos—dice mi madre bastante alterada y enojada. Nunca escuché este tipo de comportamientos suyos. Escucho más pasos en la habitación que se movían de un lado a otro; mi madre agarra algo con enojo y lo tira al suelo, haciendo que éste estelle. Por el ruido puedo creer que es un vaso de vidrio; aún así trato de mantener la calma lo más que puedo.

—Tampoco ayudas mucho que digamos, Esme —dice una voz que puedo reconocer bien como la de Emrys. En su voz se nota la colera que tiene por la acción de mi madre.

—Suficiente, los dos, maldita sea —dice mi padre con exasperación—. Se supone que somos una puta familia y ustedes están discutiendo como malditos niños de primaria. Debemos encontrar una solución juntos para el problema que tú causaste.

Trato de asomarme un poco más para ver a quien le dice eso, pero no puedo ver nada. Mi madre toma asiento como el resto que está en la habitación.

Se quedan en un profundo silencio, tanto que puedo notar que todos los que están en esa habitación están lo bastante tensos como para abrir la boca.

Una sensación me cala los huesos, una que jamás he sentido en mi vida. Mi cuerpo tiembla tanto que siento como si fuera la misma casa la que temblara, mis manos sudan y mis ojos pican. Miro a mi alrededor para notar cómo si las paredes se mueven de un lado a otro. Estoy mareada y mi vista nublada cada vez más.

Cierro mis ojos y cuando los abro estoy en un descampado.

¿Que?

Miro a mi alrededor para notar que estoy frente a un galpon, ni tan grande ni tan pequeño; todavía es de noche y hace bastante frío. Abrazo mis brazos desnudos y exhalo para notar un pequeño vapor saliendo de mí; hace mucho frío.

Siento que estuve aquí alguna vez, pero no lo recuerdo. Frutrada, me acerco a la puerta del galpón, para notar que el candado del lugar está en el suelo completamente destrozado; agarro la manija de la puerta y la abro como puedo.

Me quedo quieta tratando de ver, aunque sea un poco. Está completamente oscuro, pero el olor que hay en el lugar es bastante agradable. Es un olor que parece nuevo para mí, un olor a metal. Mi cuerpo comienza a temblar, pero de emoción; es algo bastante enriquecedor aquel olor y aquel lugar.

Camino un poco escuchando mis propios pasos en semejante oscuridad; la luz de la luna apenas logra alumbrar un poco aquel galpón. Sigo caminando hasta que mi pie choca contra algo duro.

¿Un perrito? Siento un pelaje suave. Me agacho tratando de tocar más aquella cosa, pero mis ojos se abren tanto que quiero gritar.

Una persona, un ser humano. Mi mano recorre su rostro; su piel está fría y cuando llego a su boca siento una sensación bizcosa, que tiene ese olor que tanto me gusta.

Me llevo mi dedo a mi boca; el sabor es bastante agradable y el olor también. Me quedo hipnotizada por el sabor, sin querer dejar de saborearlo.

Con mi dedo paso de nuevo mi mano por su boca para seguir probando ese sabor que me lleva completamente, acerco mi cara a su rostro y paso mi lengua por su boca para sentir de manera directa el sabor.

Cuanto más tengo ese sabor más deseo probarlo, haciendo que algo dentro de mí despierte de manera incontrolable.

Me encanta.

Me facina.

Con desesperación, ya sin reconocer mi propio juicio, comienzo a morder sus labios con tanta fuerza que el olor a metal inhunda mis fosas nasales, haciendo que mi cuerpo tiemble mucho más de la excitación.

Comienzo a besarlo para tener más de ese líquido bizcoso. Manchando mi camisón blanco, así como mi cara, se sentía bien; por primera vez en mi vida podía sentir esa tranquilidad.



#841 en Thriller
#411 en Misterio
#224 en Paranormal
#82 en Mística

En el texto hay: epico, familia asecina, misterio accion

Editado: 09.09.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.