Los Secretos de una Familia

Cap.5

Dum spiro

Las noches siempre solían ser poco reconfortantes; siempre que llegan, la gente duerme; saben que es un momento donde uno puede descansar y tomarse el tiempo de respirar con tranquilidad y estar en paz.

Dormir es como morir, por eso a veces las personas depresivas prefieren dormir todo el día, porque les da el pequeño sabor a la muerte que inevitablemente llegará en cualquier simple momento.

Dormir es tan apaciguable y agradable, pero dejó de serlo cuando mis sueños comenzaron a ser más raros; a veces me sentía sin alma, como si siempre olvidara algo; jamás logré comprender esa parte. Muchos decían y me hacían recordar, pero jamás ayudaba.

Una vez tuve un sueño, uno bastante extraño. Estaba en la mansión, pero era diferente: muchas personas que no conocía, unos hombres, mejor dicho, vestidos de negro; todo se veía muy extraño. Entraban a la oficina de mi padre y yo solo los miraba desde las escaleras.

El color verde me hipnotizaba cada vez que lo veia.

Me gusta el verde.

En algún lugar, un verde tan bello, que me enamoré de ese color, pero jamás recordé de qué lugar era en específico.

Verde…Verde…Verde.

Abro mis ojos un poco mientras la persona que me tiene en sus brazos mira al frente con una sonrisa llena de arrogancia. Una ceja se eleva y me mira.

Verde.

Sus ojos tan verdes. Que bellos ojos.

Quiero sus ojos.

—Despertaste, princesa, qué alegría; creí que tendría que obligarte a despertar —dice mientras mira hacia el frente y continua con su caminata. De vez cuando dirije su mirada hacia mí y suelta una risilla.

—¿A donde vamos?— Pregunto totalmente quieta; no siento mis piernas, ni mis brazos, menos mi cuello; el miedo comienza a ser evidente en mi cara, tanto que cuando el desconocido me mira se rie un poco. —¿Quién eres?

—¿Tanta es tu curiosidad? —dice mientras sigue con su sonrisa orgullosa…

—Señor, por favor, le pido que me suelte, no puedo estar con desconocidos, necesito volver a mi casa, mi familia…

—¿La misma familia que no se preocupó por ti durante todos tus años de vida?—Ahora lo miro con los ojos bien abiertos; este tipo ¿quién carajos es?

—Señor, creo que se confudió de persona; estoy realmente apenada por esto, pero está diciendo cosas incoherentes…

—No creo haberme confundido de persona; eres tú la persona que busque durante mucho tiempo, eso lo sé bien; en la tarjeta decía que debía buscar una chica que estuviera llena de sangre —dice mientras su mano toma mis cachetes con fuerza y luego saca su mano con brusquedad; él mira sus dedos ahora con sangre y los lame—. Esta sangre no es tuya, pequeña princesa.

Mis ojos se nublan de pura oscuridad y caigo rendida por alguna razón.

Todo a mi alrededor se mueve y se estruja; siento tantas cosas en estos momentos, cosas raras, cosas sin sentido.

Quiero volver a casa.



#841 en Thriller
#411 en Misterio
#224 en Paranormal
#82 en Mística

En el texto hay: epico, familia asecina, misterio accion

Editado: 09.09.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.