``Prema´´
``Morana contesta´´
``¿Qué ha pasado?´´
Veo los múltiples mensajes de Reiman; Todavía agobiada por la carrera que tomé, me dejo caer sobre la cama, intentando recuperar el aliento. Antes de que pueda siquiera revisar los archivos o responder a Reiman, mi celular suena.
Es una llamada...Reiman.
—¡Morana! ¿Estás bien? ¿Dónde demonios has estado? —su voz suena aterrada, su respiración agitada suena a través del teléfono. Me incorporo lentamente en la cama, sintiendo la ansiedad en su tono.
—No me grites —respondo en un susurro, tratando de calmarme.
—¡¿En serio eso es lo único que vas a decir?! ¡Llevo tres horas tratando de localizarte!
Mis ojos se abren de par en par. ¿Tres horas? Para mí, apenas habían pasado minutos desde que empecé a correr...
¿Tanto tiempo estuve...?
—Pero...
—¡Nada de peros, Morana! ¡Nada de esto me da buena espina! No puedo evitar preocuparme por ti... —Su voz se quiebra un poco, y siento que mi corazón comienza a latir más rápido. Mis manos empiezan a sudar, no solo por su regaño, sino también por el tono que usa... ¿Cuándo se volvió tan intenso?
—Reiman, no sé qué decir...
—Sabes lo que siento por ti, Morana? No soy el mejor expresándome, pero tú me importas. Y saber que estás ahí, con tus hermanos... simplemente no puedo con la idea. Algo está muy mal en esa mansión.
—Aprecio tu preocupación, pero debes entender...
—¡¿Entender qué, Morana?! —grita con frustración—. ¿Por qué no puedes hacerme caso, solo esta vez? ¿Te estás burlando de mí o realmente no ves lo que está pasando?
—¡Reiman, basta! —siento que mi voz tiembla. No entiendo por qué de repente la conversación ha tomado este giro tan violento.
—Entonces dime... ¿Es que tan poco significativo soy para ti? —su tono es más suave ahora, pero aún cargado de angustia.
—¿Qué?… Reiman Oye, debes calmarte de una vez, no entiendo a lo que quieres llegar, yo solo te dije que necesito respuestas, pero no puedo conseguirlas sin tu ayuda, jamás me he sentido en buen camino como ahora… Así que, por favor, no me abandones —digo con voz suplicante.
Escucho como suelta una larga exhalación al otro lado del teléfono, seguido por el sonido de algo golpeando una mesa. Luego, pasos. Está caminando de un lado a otro, claramente perturbado.
—Ve al baño, Morana. Ahí no pueden escucharnos —ordena.
Sin preguntar, recojo los archivos y corro hacia el baño. ¿Qué está pasando? Me encierro con llave.
—¿Qué pasa, Reiman?
—Mientras tú estuviste desaparecida, hice algo que probablemente no te va a gustar... pero es por tu bien.Logre entrar a los servidores de tu casa…
—¿Qué?
—Es que no contestabas mis mensajes y comencé a preocuparme, así que mientras intentaba localizar tu celular pude entrar a tus contactos, al ver el número de tu hermano y más que estaba conectado a una computadora, logre entrar a todos los servidores de tu casa, obvio sin que nadie se entere. Soy bueno cubriendo mis huellas —Dice lo último totalmente orgulloso de su hazaña, y yo, sin entender bien a lo que se refiere, no digo nada…
Este niño es de ayuda, eh.
Dice esa voz de nuevo; yo solo la ignoro, más sus múltiples risillas; solo sigo mirando mi teléfono esperando a que Reiman diga algo más.
—Dime una cosa, Morana —dice. Luego de un rato de silencio, yo tomé asiento en mi bañera, mirando mis pies descalzos sucios de tanto correr.
—Claro…
—Cuando descubras la verdad, sea cual sea, no te arriesgas más y te irás de ahí—dice totalmente convencido de sus palabras; yo muerdo un poco mi labio mientras sonrío.
Que tierno…
—¿A dónde iría?
—Ven conmigo, tengo un plan por si sucede, yo solo deseo que estés a salvo y me quedaría más tranquilo si sé que estás bien y conmigo a tu lado.
—Si eso te hará feliz, Reiman, lo haré; prometo que cuando descubra la verdad me iré contigo —digo con una sonrisa tonta.
—Bien entonces, ahora puedo decirte lo que descubrí; estaba revisando los documentos que me mandaste y… Morana, esto es mucho peor de lo que pensábamos. No solo son experimentos, hay algo mucho más oscuro detrás de todo esto. Hay un nombre que se repite constantemente, algo llamado Proyecto Aetérnum…—Confesó que mientras tecleaba algo en su computadora, yo tomo los archivos y los distribuyo en el suelo.
Busco ese nombre hasta que lo encuentro, junto con un par de fotos de un hombre dándole la mano a otro hombre, pero su rostro está tapado con algo.
—En los archivos que pude robarle a mi padre se muestra lo mismo, ¿será una fábrica?—Pregunto tratando de analizar lo que digo; de algún lugar me suena esa palabra.
—Buscando dice que es como algo que durará para siempre… Claro, entonces, es por eso los experimentos—dice como si hubiera conectado todo—. Aeternum significa que durará para siempre; ese lugar no es una simple fábrica Morana; debe ser una especie de laboratorio donde experimentan con personas…
—Aquí dice que los experimentos fueron fallidos, Reiman…
—O eso es lo que nos quieren hacer creer, Morana. Tal vez lo oculten a una persona que puede desautorizar todos esos experimentos. El presidente no debe saber nada y por eso ocultan muchas cosas.—Puntualizó; yo solo miro el expediente de Keiran, sin poder creer lo que estoy leyendo.
—Reiman—Lo interrumpo—. Keiran… fue parte de esos experimentos y mis hermanos también.
—Morana —dice murmurando mi nombre con miedo; yo miro la llamada sin entender porque me habla tan bajito.
—¿Si?
—Esconde los archivos ahora mismo… Dios santo.
—¿Pero por qué?
—Morana hazlo ya, hay alguien afuera de tu habitación mirando directamente a tu puerta, carajo, Morana, esto da miedo, hazlo de una puta vez —dice totalmente asustado. Mis manos comienzan a temblar, miro hacia la puerta del baño que está totalmente cerrada con llave, busco alguna parte del baño donde esconder los archivos, hasta que un leve sonido en el espejo llama mi atención.