Cava D'Vega

- Jared -

Ahora me encuentro en la propiedad de mi familia con mi cuñado, que aún no sabe que es mi cuñado, cabe destacar. El lugar por fuera es básicamente una cabaña amplia de dos plantas, hecha con madera pintada de color caoba. Por dentro está llena de estantes con repisas en forma triangular a desnivel, donde se guardan los vinos, junto a otra área donde se encuentran copas de diferentes cristales y diseños. En la parte de afuera se encuentra una mesa de jardín con algunas sillas, en donde se puede degustar el vino que uno deseé.

Desde que Noah llegó está como chiquillo en la feria, se la pasa admirando cada uno de los vinos y preguntando hasta el más mínimo detalle. Me sorprende todo lo que sabe de la preparación, los viñedos y todo lo que tenga que ver con vinos. Al principio nos la pasamos hablando de todos sus conocimientos y lo que tenía que ver con los restaurantes de mis padres. Es curiosa la forma en la que estos hermanos demuestran su amor a lo que realmente desean hacer, lo vi con Violeta hace 5 años y lo veo ahora con sus hermanos.

Recuerdo que Violeta mostraba una curiosidad y un detallismo que hasta parecía excesivo a la hora de sacar una fotografía. Tenía una visión magistral, como toda una fotógrafa profesional. El día que llegué a la empresa pude comprobar el buen doctor que Erick sería, basta con saber que un empleado se siente mal para que vaya corriendo a revisarlo. Es impresionante la energía que demuestra en esos momentos, digna de un gran doctor. Cada vez que voy a la oficina de Miguel no puedo evitar sorprenderme al ver la concentración que alcanza con solo ver un par de números en una hoja. La rapidez en la que resuelve las cuentas, da hasta miedo. Y hoy con Noah soy testigo del gusto y la capacidad de reconocer hasta el último ingrediente y procedimiento empleado en un vino.

Definitivamente cada uno demuestra su pasión de diferente manera, pero los cuatro siempre tienen el mismo brillo en sus miradas, junto a una sonrisa radiante. Estoy seguro de que si los cuatro trabajaran en lo que realmente aman serían muy felices, igual que yo lo soy ahora trabajando en la constructora junto a mi flor salvaje.

Después de varias horas recorriendo la cava tal cual fuera un museo, Noah logra literalmente enamorarse de uno de los mejores vinos que aquí tenemos. Un Cabernet Sauvignon, que es un vino tinto mexicano de la reserva de Don Leo Gran del 2013.

- Un gran vino el que escogiste - le digo tomando la botella - vamos afuera a degustarlo -

Con emoción Noah me sigue hasta la mesa del jardín, yo con la botella y él con un par de copas. Juntos nos sentamos para servir el vino y lo empezamos a degustar con tranquilidad y en completo silencio, hasta que comienzo a hablar.

- Dicen que quien sabe degustar no bebe jamás el vino, sino que degusta secretos - comento relajado

- Salvador Dalí - dice haciendo referencia a quién pronunció esas palabras

- Sabes mucho de vinos ¿A qué se debe? - pregunto como si no supiera la respuesta

- Estudie para ser enólogo - responde con pesar

- No lo entiendo ¿Por que los cuatro trabajan en la constructora de su padre y no en lo que les apasiona? - pregunto como si pensará en voz alta

- ¿Cómo sabes que esto no es lo que nos apasiona? - cuestiona curioso

Porque tu hermana me lo dijo.

- Basta con ver su forma de actuar en sus verdaderas profesiones - digo casual

- Bueno, como sabrás nuestro padre murió hace unos años, antes de eso ninguno de nosotros queríamos hacernos cargo de la empresa, pero después todos queríamos cumplir el sueño de nuestro padre - explica con tristeza - teníamos metas diferentes y se nos hacía injusto que solo uno sacrificara su sueño, así que decidimos hacerlo todos -

- ¿Y son felices? - pregunto interesado

- Nuestra felicidad es relativa - responde pensativo - nos hace felices mantener lo que papá construyó, nos sentimos útiles, pero no plenos. Siempre va a haber algo que nos haga falta -

Entiendo perfectamente a lo que se refiere, pues yo me sentía igual durante estos 5 años lejos de mi Violeta.

- Me imagino que debió ser difícil sobreponerse ante la muerte de su padre - comento despacio

- Lo fue, aunque creo que a quien más le costó fue a mi hermana Lila - dice preocupado 

Algo que a la vez me preocupa a mi, me duele la idea de que ella sufrió mucho ese tiempo y yo no estuve ahí para consolarla.

- ¿Por qué lo dices? - pregunto como si no me atormentará la respuesta

- Lila siempre ha sido una chica fuerte y sé que hubiera superado la pérdida si las circunstancias hubieran sido otras - responde con la vista en sus recuerdos

- ¿Circunstancias?... - guardo silencio invitándolo a seguir

- Unos días antes del accidente Violeta había estado un poco... extraña, era más rebelde, siempre estaba a la defensiva, su mirada se veía triste - me explica - al principio papá trató de entenderla porque decía que era algo típico de la edad, pero una noche se fue de fiesta, regresó borracha y oliendo a hombre. Las cosas se salieron de control y papá le dió una bofetada, algo que nunca había hecho -

Sirvo un poco más de vino para ambos, a él para que pueda desahogarse y a mi para poder soportar lo que escucho.

- A partir de ese día Lila se mantuvo encerrada, no hablaba con nadie y siempre se mostraba molesta, aunque parecía que su coraje era contra ella misma - continúa diciendo - el día que papá se fue de viaje, no hacía más que pasar por el cuarto de Violeta esperando a que ella saliera a despedirse, pero eso no paso. La esperó hasta que decidió entrar a su cuarto, quería hablar con ella, verla a los ojos, abrazarla... Despedirse -

- ¿Y qué pasó? - pregunto con un nudo en la garganta

- Ella no despertó, cuando lo hizo, papá ya había muerto - responde entre lágrimas - sabes, a veces pienso que papá sentía que nunca volvería y por eso anhelaba estar en paz con ella y sé que mi hermana se culpa por no haberse lo permitido -