Antes de entrar al grupo de los kinesis yo era normal o más bien tenía una vida como cualquier otra persona, pero de cierta forma era aburrida, lo que me movía día y noche era mi hermana Yael, cuando descubrí el secreto de Lydia que fue más que nada una coincidencia, ya que fui a buscarla para calmarla luego que se produjera esa pelea en casa por las diferencias de trato que recibía Lydia y su hermano, cuando la vi haciendo esa esfera de agua fue increíble y luego al descubrir que se podía aprender me sentí como si por fin encontrara un propósito para vivir, solo que luego de que me enseñaran hacer ese tipo de cosas cometí errores, de los cuales me arrepiento mucho.
Aún logro recordar esos días luego que Lydia se fue de casa por mi imprudencia al no controlar mis nuevas habilidades, las pláticas que había a su alrededor cuando la policía llego para avisar de lo sucedido en la escuela, yo quería defenderla, pero si lo hacía me descubrirían y no haría que su esfuerzo por mantenerme cerca de mi familia fuera en vano. En un inicio no entendí por qué Lydia dijo que yo tenía familia y ella no, con el tiempo me di cuenta de que tenía razón, como todos la trataban en casa, como si ella fuera un monstruo o un ser que debía ser eliminado, eso me enojaba y aunque quisiera usar mis habilidades para callarles la boca no podía hacerle eso a mi prima.
Por mucho tiempo me arrepentí de no irme, como debía ser, y aún lo hago, aunque no sé qué tan bueno hubiera sido, lamentablemente fui muy testaruda y mi terquedad una vez más la pago mi prima, aunque ahora la pago con su vida, me siento muy culpable por eso y el hecho que mi hermana este desaparecida no mejora mucha la situación en la que me encuentro en este momento.
El hecho de tener un grupo de personas con habilidades especiales y que además viven en una isla desconectada casi en su totalidad del continente no ayudaba nada a mi desesperación de querer buscar a mi pequeña hermana, aunque si intentaba mantenerme ocupada para evitar mis pensamientos tan erráticos en este momento. Estábamos en proceso de seguir con el plan que dejo Lydia, todo se habló con Arthur y él también dio ideas nuevas, como nueva seguridad y formas de tener recursos; luego de eso se habló con todas las personas del grupo para que estuvieran de acuerdo, algunos no querían los entrenamientos físicos, pero si lo demás que estaba dentro del plan.
La carpeta que dejo Lydia con los ideas que tenía y con la carta que me dejo no se la mostré a Arthur, si le explique el contenido de este, pero no se lo mostré ya que había algo que quería ocultar y es con respecto a esos extraños sueños que tenía y la misión que me dio antes de morir, encontrar a esa persona que controle dos kinesis.
He tenido sueños donde una voz femenina me conversa y me dice que cuando el mundo nos acepte será cuando alguien que controle 2 kinesis totalmente diferentes a la perfección, será el día que morirá más gente, pero también será el día cuando seamos totalmente libres de aquellos que nos odian y nos temen.
Quiero encontrar a esa persona para ser libres y no seguir viviendo en las condiciones que vivimos ahora, escondidos bajo tierra intentando pasar desapercibidos ante el mundo, pero no sé si esa persona ya existe o tendrán que pasar años hasta que sucediera este evento, yo solo espero seguir con vida cuando suceda, buscar a mi hermana y vivir juntas.
Ya había pasado un mes y medio desde que Lydia murió y Yael desapareció, he mandado información a la empresa-refugio para que busquen a mi hermana o encuentren pistas que me lleven a encontrarla, de forma lamentable aún no hay nada que me diga donde está y eso me preocupa mucho, solo quiero abrazarla sin dejar que se vaya nunca más, solo deseo que este bien, que este comiendo y no esté pasando frio, sé que no lo sabré ahora, pero prefiero pensar que está bien para no sentirme tan mal.
Los meses pasaron y los planes avanzaron sin problema, primero las armas que fueron llegando es de las que uno ve normalmente, tales como katanas, espadas, lanzas, arco, hachas, entre otros; los entrenamientos no son obligatorios, pero al final todos aceptaron sumarse y aprender a defenderse, además que se suma que se usan las habilidades para que los golpes sean más fuertes. Todos el primer día terminamos cansados, pero estuvo bien y sirvió para que los desconfiados se sumaran.
Yo espero lograr ser una buena líder para estás personas y no defraudarlas, al fin y al cabo, me dejaron sus vidas en mis manos, debo ser cuidadosa y reflexionar todo muy bien pensando el bienestar de todos, debo madurar y no seguir comportándome como lo he hecho hasta ahora.
– Pues si te hace sentir mejor Lydia también termino como tú en sus primeros entrenamientos – estaba tirada en el suelo luego de terminar un entrenamiento con Iván, quien fue el que ayudo en sus inicios con el plan de mi prima – con el tiempo te acostumbraras.
–Lo sé – dije tratando de tranquilizar mi respiración que estaba bastante agitada – pero aún es muy duro esto de los entrenamientos.
–Se pondrá peor cuando empecemos a usar armas – dijo sonriendo, creo que todos estaban emocionados de empezar a usar armas, yo no mucho ya que aún tengo la imagen de Lydia enterrándose la katana en mi mente, era algo que me atormentaba en mis sueños todas las noches.
–¿Qué tipo de armas sabes usar? – pregunte sentándome, cruzando las piernas.
–Cuchillos principalmente, un poco de espadas y otras cosas – Iván también se sentó junto a mí – ¿Por qué?
–Se que lo sabes, al igual que los demás, pero no quiero usar armas grandes y menos una katana – todos sabían con detalles lo que sucedió con la muerte de Lydia y cómo fue que llegamos a Chile, y a pesar de que les conté que por mi culpa mi prima murió nadie me critico de manera dura, si algunos se molestaron, pero luego solo dijeron que entendían mis sentimientos de volver a casa con la familia – y sé que necesito protegerme.
Editado: 14.03.2022