Kara
Espere hasta el día siguiente para hablar con Zigor, ya que mi conversación con Sara acabó más tarde de lo planeado y no quería que alguien me viera enojada mientras iba a buscarlo, por lo que a la mañana a primera hora fui a buscarlo a su habitación, ahora no sé si me arrepiento de no haberlo ido a buscar ayer, así no hubiera tenido que escuchar su pequeña conversación con Vice, sobre su flechazo con mi hermana.
—Yael – comentó una voz bastante conocida, era la de Vice – ¿Por qué ella?
—Es tierna, es amable, es capaz de hacerme querer dejar de ser un idiota para comportarme bien, todo para que no piense que me faltan algunos tornillos – ese era Zigor.
—¿Por qué dices que te gusta?
—No dejo de pensar en ella, quiero verla sonreír y que sea feliz – declaró Zigor, luego suspira de forma tranquila – al principio creí que solo quería conocer más sobre sus habilidades, pero luego me di cuenta de que eso poco y nada me importaba, solo estar a su lado era lo que quería.
—Si Kara se entera te matara – comenta Vice luego de un rato – además se supone que debemos cuidarla, no enamorarnos.
—No estoy enamorado – dijo Zigor, eso me confundió – esa es una palabra muy fuerte, pero sí puedo decir que me atrae y mucho, y que deseo seguir conociéndola.
Espere por unos minutos, esperando a que dejaran de hablar del tema, pero no acabo por lo que bastante molesta decidí entrar en la habitación e interrumpir cualquier otra frase que saliera de sus bocas.
—Zigor, necesito hablar contigo – mi tono de voz tan serio y frio me impresionó, mientras el nombrado solo me miraba con los ojos abiertos y hasta podría decir que palideció al verme entrar – de inmediato – me fui de la habitación en dirección a la oficina, entre y me senté esperando a que llegara, no se demoró mucho y este bastante tenso y nervioso se sentó frente a mí – no comenzaré hablando de tu conversación con Vice, ya que me interesa otra cosa.
—¿Qué cosa?
—Primero he de decirte que Yael sabe que algo tratamos y me gustaría saber ¿Por qué lo sabe?
—¿Crees que yo lo sé? – preguntó poniéndose a la defensiva.
—Tu fuiste el único que no estuvo de acuerdo con todo esto en un principio, tengo bastantes razones para desconfiar de tu persona.
—Yo no le he dicho nada, si eso es lo que quieres saber – sonreí levemente.
—No te creo – lo observé directo a los ojos.
—Ya que escuchaste mi conversación con Vice, te voy a decir que no me interesa decir ese tipo de cosas ya que…
—Te verías perjudicado y ella ya no estaría a tu lado – lo interrumpí.
—No, porque no quiero hacerla sufrir, no quiero que esté peleada contigo Kara, y además ya te dije que esa conversación la debes tener tu y ella a solas, ya que tu estas cometiendo un error – estaba molesta – además si ella supiera todo, creo que ni siquiera te hablaría, o ya hubiera venido para pedirte explicaciones – me quedé mirándolo sin saber muy bien que hacer, ya que en el fondo sé que tiene razón.
—En ese caso no me arriesgare – apoye mis antebrazos en la mesa y me incliné hacía él, viéndolo fijamente a los ojos – te alejaras de ella y no me importa lo que sientas, si Yael te habla o va a buscarte tu la ignoras, ¿Entiendes?
—No puedes hacer eso – se veía indignado y hasta dolido.
—¿Crees que no?, ya que estás en negativa a mi oferta, tus horarios quedarán ocupados por completo, no tendrás tiempo para verla.
—¿Por qué haces esto?
—Porque no quiero que la distraigas de su propósito, no seas el causante de no seguir su destino – volví a mi posición inicial – ya te puedes ir.
—Antes de eso – se levanto y me miro molesto – quiero que sepas que jamás la haría cambiar de opinión, ya que respeto sus decisiones, pero ella ni siquiera aceptó nada, tu tomaste la decisión sin ni siquiera consultarle, si el día de mañana ella se entera de la profecía y acepta seguir ese camino, quiero que sepas que yo la apoyaré y estaré a su lado – luego de eso se fue dejándome sola, sintiéndome mal por lo que acababa de hacer.
Como le dije, los horarios de Zigor estaban llenos, apenas tenía libre para dormir y comer, yo me preocupé de que mi hermana no lo fuera a buscar, así que comencé a pasar más tiempo con ella, no sé si eso fue más sospechoso, pero necesitaba que estuvieran lejos.
Todo iba perfecto con mantenerlos alejados el uno con el otro, hasta que un día Aisha entró en mi oficina bastante agitada.
—Etherquinesis…islas Mhon…¡Los encontraron! – de pronto gritó y me asustó, pero no entendía qué estaba pasando — Sandra aviso…ataque – creo que ya entendía lo que me trataba de decir – ¡Que están atacando las islas Mhon! – me asuste de nuevo.
—Deja de gritar – dije ya levantándome de la silla.
—Es que veo que no te mueves – aún estaba tratando de recuperar el aliento.
Aisha me llevó con Catherine quien era la que había recibido el mensaje de Sandra, la líder de las islas Mhon junto a su hermano.
—¿Qué sabemos? – pregunte apenas entre a la habitación.
Editado: 14.03.2022