El castillo de Emyulan

En un castillo de doscientos codos, casi un leviatán, con altas torres hechas con piedras de color azul claro, rodeado por un inmenso foso cubierto con agua cristalina, es donde reside la Hermandad de Bronce, un grupo de caballeros entrenados en el arte de la lucha contra los espectros infernales, entrenan en una inmenso campo de entrenamiento a las afueras, cubierto de espesa hierba verde y alguna que otra planta comestible o medicinal, es el castillo del Campeador Emyulan, y su esposa Eria, una hermosa doncella vestida con ropas verdes claros, ella era conocida por haber nacido en tierras de los bosques, era una sanadora que usaba cantos y musica de arpa para curar las dolencias y la cobardía de la familia del Campeador.

En ese momento un jinete mensajero a lomos de un corcel color azabache, pide permiso para entrar cruzando el foso del castillo, a lo cual el guardia Frillan, le concede la entrada bajando el puente levadizo, el jinete entra corriendo pidiendo ver al Campeador, y le entrega las noticias de la victoria en las murallas de Avangard, comandados por el Rey Fenz, había sido una batalla muy cruenta donde murieron cientos de arqueros y lo campos quedaron cubiertos con una mancha indeleble de alquitrán, muchas mujeres y valerosos hombres habían caído devorados por las sombras de los aniquiladores, pero gracias a la intervención de la caballería de Fenz, habían vencido, llevando de regreso a la nube negra al mismísimo hades.

Emyulan escuchó atentamente la historia que le contó el mensajero, dubitativo como tratando de imaginarse el escenario, y pidió hablar con el a solas.

Sin embargo cuando estaban a punto de acordar el envío de refuerzos a las murallas de Avangard, una sombra negra, entrando por el enorme ventanal, esta vez la nube apestaba a muerto de varios días, mientras tanto los dos que estaban solos en el recinto sacaron sus espadas forjadas con inscripciones mágicas, para poder lanzar espadazos contra la nube y ahuyentarla, pidieron ayuda, gritaron por apoyo, mientras se debatían entre la vida y la muerte con esa sombra, cada vez que su espada luminosa daba un golpe de gracia contra la nube salían luces, y la nube emitía un chillido como de animal herido. De repente sorpresivamente la nube en un acto de fuerza descomunal, levantó en el aire a los dos caballeros mientras se oían las pisadas de los caballeros que venían en socorro, junto con su esposa Eria entraron al recinto una horda de caballeros leales, y desenvainaron sus espadas, mientras Eria lanzaba una fuerza azul de sus manos impactando contra la nube, por fin esta decidió huir, y salir volando por la ventana.

Vieron a Emyulan y al mensajero, ambos no respiraban.