El bosque de las setas

A las afueras de Avangard, cerca de los bosques perdidos se encuentra una particular vegetación, hay un enorme bosque de hongos y setas de lo más variado, con formas desde enormes rocas, també había una especie que parecía un tronco de árbol solo que este era más pequeño , y tenía la particularidad de que era de un color verde fosforescente en la noche, atrayendo a las colonias de luciérnagas y polillas que anidaban junto a estos lugares, hasta enormes sombrillas de varios metros de alto que eran el hogar de los pequeños pajarillos del bosque así como cuervos y pequeños colibríes, pasando por los hongos fosforescentes rojos nocturnos, los granjeros de setas acostumbraban a tallar runas antiguas Evbol en el tronco de los inmensos hongos,

para no perderse en el inmenso bosque, puesto que era un bosque con varias leguas de longitud, y también es un lugar donde abundan los insectos y la humedad, llueve por lo menos una vez al día y casi siempre son lluvias torrenciales, es el lugar con clima más tropical de todo Avangard, también hay pastizales de dos metros de alto, este bosque está escondido detrás de la montaña Reignar, un enorme volcán inactivo conocido por ser el hogar de los míticos fénix desde hacía muchísimos años, se dice que los fénix renacen de las cenizas del volcán cada vez que éste hace erupción, y los magos así como los Alf, les gusta hablar con estas aves quienes poseen una sabiduría que solo comparten una vez cada mil años.

Se dice que las cenizas del volcán trajeron las esporas de las míticas setas de varios metros de alto. A lo lejos se ve una larga cordillera de montañas de Wotlap, y los enormes valles de Frisua. 

Atravesando el bosque de las setas se encuentra un largo río llamado Hidaras.hace cientos de años la raza de los hombres antiguos navegaba en hermosas barcazas de una sola vela, con esa elegante silueta, los viajeros se desplazaban por todos los rincones del bosque, mayormente para poder cortar alguna seta y llevársela, era una gran fuente de alimento, con ese olor a tierra mojada de la cual son bien conocidos los hongos.

En este bosque vivía una pareja compuesta por una nínfula del bosque vestida con tela de seda una hermosa mujer llamada Aquitania poseedora de conocimiento sanador, y un antiguo guerrero llamado Worant, curtido en varias batallas a las Afueras de Avangard, contra los Viar, de 29 años que, cansado de la guerra había decidido descansar un momento y conoció a su esposa mientras buscaba algo de comer entre las innumerables sombrillas de muchas formas y colores, vivían en una pequeña cabaña a las orillas del río, recolectando peces y huevos de Zai, una especie de pájaros multicolores que anidaban en las sombrillas de las setas.

Había sido una vida muy pacífica desde que se conocieron, y habían decidido vivir aislados hasta ahora.

Una mañana de primavera, los despertó el ruido de las pisadas muy grandes que se acercaban hacia ellos, se despertaron y corrieron a asomarse por la ventana, era un ser deforme de unos 4 metros de altura, parecía una especie de gigante, pero cuando lo vieron con más detenimiento vieron que era un enorme ser con una hoz y una estela de nube negra cubriéndole.-

Corrieron hacia el bosque internándose entre las setas, pero este ser caminando les seguía el rastro, siguieron corriendo hacia una pendiente hasta que, salieron otros iguales a el, y eran como dieciocho que caminaban de manera errante, estaban acorralados contra el cauce rápido del río, entonces, ambos se tomaron de la mano y se lanzaron a las aguas rápidas del caudal, mientras luchaban por no ahogarse, trataban de mantenerse unidos pero una roca los golpeó y se separaron, Worant buscó con la mirada a su esposa Aquitania pero no la vió por ninguna parte, ella hizo lo mismo, pero el agua era demasiado fuerte.

Entonces Worant primero golpeo una roca y quedó inconsciente, después Aquitania tratando de salir de la corriente fue mordida por un pez camaleón conocido por sus dientes cubiertos de ponzoña, y ella, también cayó inconsciente.

Ambos despertaron a tres metros del otro en la arena de la orilla, después de toser y sacar toda el agua que tenian en los pulmones, notaron que  los seres los habían dejado de seguir.