CAPITULO 56   “Cazando a mis perseguidores.”

(Julio 19, 2013, Nueva York, N.Y.)

(Ahmanet)

            Camino por Central Park, sé que las cámaras me captan y que ellos saben dónde estoy por lo que entro a los baños públicos y salto.

            Apenas aparezco cambio mi apariencia a la real y me concentro, tengo que encontrar a los que entraron en mi departamento, trato de ubicar a ese hombre solo sé que es blanco, alto por su posición en la puerta, trae un reloj rolex de unos cinco mil dólares, también un tatuaje en el cuello, lo identifique como de un grupo de mercenarios, un cráneo con un cuervo encima, y su anillo, una placa de ónix con una estrella en oro y un diamante en el centro.

            Eso es un buen trabajo de joyería, y no es en serie, por lo que lo envió a hacer con un joyero o lo compro en una joyería exclusiva, de esas que hacen sus propios diseños.

            Por lo que me concentro en ubicar a ese hombre y cuando creo dar con el me transporto junto con Anubis, a un lugar cercano. Aparezco cerca de un bar, trato de ubicar el anillo y el tatuaje del hombre, lo veo en el bar, esto de manejar la visión a distancia es una habilidad nueva, pero no me puedo dar el lujo de esperar para dominarla, así que trato de controlarla como mejor pueda.

            Cambie mi apariencia y mi ropa, esta vez hago apariencia algo atrevida, otra vez soy la Ahmanet rubia de ojos azules, pero mi vestimenta está formada por unos jeans muy ajustados en color negro, unas botas altas a las rodillas de tacón alto y una blusa ajustada tipo corset acompañado de una chaqueta de piel en color negro, llevo el cabello suelto en suaves hondas, por lo que al entrar al bar llamo la atención, es muy temprano para beber, por lo que es obvio que estoy buscando otra cosa. Son las siete de la noche y comienza a llegar la clientela habitual.

            Tomo una mesa con vista al área de billares y trato de ubicarlo, tras esperar y observar por dos horas a quienes entraban en el lugar y de comer unas alitas búfalo y tomar una cerveza, lo veo llegar.

            El sujeto entra con otros cuatro hombres, todos con el mismo tatuaje pero solo uno con el anillo y el reloj que busco, lo observo bien, no me importa quedarme toda la tarde, tienen pinta de motociclistas rebeldes.

            Dejo pasar un par de horas y veo el reloj, son las cuatro de la tarde, por lo que llamo a la mesera y les envió cinco whiskies, pidiéndole que se los lleve al rubio alto, que porta el anillo que busco.

Veo a la mesera acercarse a la mesa de billar donde él y sus amigos están, ella me señala y yo le hago una seña levantando mi botella de Heineken, el responde, haciendo una inclinación de cabeza, los demás levantan los vasos y beben.

            Él me está observando, no me veo muy diferente a como me han visto Steve y los demás, solo un poco más atrevida, por la ropa, pero aun así soy fácil de reconocer, lo se pues acaba de recibir un mensaje de Tony.

-“te vez muy sexy, el capi paleta se molestó cuando te vio en la cámara, por cierto llegamos en poco tiempo”.- Cielos tenerlos aquí será peligroso e inútil, por lo que respondo al mensaje.

-“Ok, vengan pero no intervengan a menos que vean problemas, dile a Steve que si quiere verme, vestida así para él, solo debe pedirlo, pero es solo un disfraz”. – la respuesta no se dejó esperar.

-“Ahmanet, ten cuidado, llegamos en diez”.- estaba leyendo el mensaje cuando veo que el rubio esta frente a mí.

-gracias por los tragos, te conozco? Te me haces conocida. – me dice

-pues no sé, es la primera vez que vengo a este bar, discutí con mi prometido y quise perderme un rato, vi el bar y entre, eres modelo? – le pregunto

-yo modelo no, digamos que trabajo en seguridad privada de alto nivel.

-mmm, eso suena peligroso, por tu cuerpo el de tus amigos, diría que son ex militares, y eso de seguridad privada me suena a Agentes Libres, no es así? – le pregunto, el me ve y alza una ceja y pregunta

-porque dices eso?

-veras mi padre fue marine, me crie viendo marines ir y venir, y tu forma de moverte me recuerda a como se movían. Seguros pero cautos, con fuerza pero sigilosos, yo aprendí a moverme igual, solo que como hacia gimnasia y ballet, bueno para abreviar, mi padre decía que era como las panteras, listas para cazar, siempre sigilosa y gráciles, no sé, espero que eso no cambiara con el accidente.

-bueno no sé, no te he visto caminar pero si lo dijo un Marine debe ser cierto, pero que accidente podría cambiar tu forma de caminar?