Los vigilantes de Marte

¡Mamá!

Pov Oriol.

Este general me da muy mala espina. Desde que tengo memoria ha trabajado bajo el lema, todo por el pueblo, pero cuando tiene oportunidad hace todo menos ayudar al pueblo. Se supone que si alguien necesita ayuda se le ofrece, no se le hunde hasta matarlo.

De momento sólo he conocido a una persona generosa a parte de mis padres, y ese es Luka. La verdad es que tenía miedo de él en un principio. Verle ser tan diferente y encerrado en una celda no es que diese una gran impresión. Al final decidí darle una oportunidad, no soy de esas personas que no sienten empatía y al fin y al cabo tiene pinta de que me quedaré sólo en este mundo. Lo único que me queda es poner mis esperanzas en Luka, algo me dice que merece la pena.

Para lo que no estoy preparado es para lo que viene ahora, tener que despedir a mi madre un mes después de que lo tuviera que hacer con mi padre no es fácil. No para un chaval como yo. Lo que más necesitaba eran unos padres que me escucharan, ayudaran y apoyasen en mis decisiones. Quería que me viesen crecer, casarme y tener hijos pero como ya me enseñaron, la vida es cruel y te lo arrebata todo en menos de dos segundos y cuando menos te lo esperas. 

El general me tiene agarrado demasiado fuerte del brazo mientras me lleva con mi madre, pero no le daré la satisfacción de que me vea débil. Me muerdo la lengua al sentir sus garras clavarse en mi piel. De la nada se para frente una puerta demasiado pequeña y se empieza a reír de mi.

-Adelante muchacho. Jajaja. Tu mama te ezpera. Ten cuidado y no llorez, eztoy dezeando ver que hacer contigo cuando eztéz zólo y no tengas donde ir.- se reía de mi mientras me empujaba para que entre en la estrecha habitación.

Lo primero que vi fue a la persona que me dio la vida metida en una bañera hasta arriba de sangría. Tenía su piel arrugada y enferma. Los ojos apenas se le abrían y su respiración era muy pesada. A simple vista no le quedaba mucho. Me acerqué despacio y cogí una de sus manos y la sujete entre las mías. Verla así me rompía el alma. Ella al notar mi presencia abrió los ojos y me miro. Ya casi no había color en ellos.

-Mi hijo, mi único hijo.-se le llenaron los ojos de lágrimas.

-Aquí me tienez mamá.

-Lo lamento, lamento tanto tener que dejarte. Zólo prometeme que lucharaz y zeráz fuerte. No llorez por mi, ziempre eztare contigo, y zi me necezitazez zolo di mi nombre y yo te ayudare.

-No puedez dejarme mama. Te necezito, quédate conmigo.- se me entrecortada la voz, pero no podía llorar gente a mi madre. Aún así una lágrima traicionera se me escapó.

-Mi pequeño Oriol. Azi ez la vida. Tu erez joven y te queda mucho por vivir. Prometen que veraz feliz. - dijo limpiandome la lágrima.

-Lo prometo, mama.

-Graciaz hijo, recuerda, te amo. Máz de lo que podriaz imaginar. - y dicho esto, inspiró fuerte, cerró los ojos y se fue. Me quedé sólo observandola y asimilando que estaba sólo en este mundo. Asimilando que pareciera que una maldición me hubiera caído. Tener la impresión de que los dioses me castigan y estar destinado a ver como tus seres queridos desaparecen ante tus ojos. La irritante voz del guardia me saco de mi ensimismamiento y me devolvió a la realidad de un golpe. A partir de ahora tendría que vermelas sólo para sobrevivir a esta guerra  llamada vida. En la queparte sólo los más fuertes sobreviven.

-Zal ya mocozo, no tengo todo el día. Hay que ir a darte de comer y a que conozcaz tu nueva vida. Jajaja.

Me entraron unas ganas de reventarle la nariz a ese cerdo. Ni un respeto, pero no estaba dispuesto a rendirme ante el, ni a que me viese humillado. Le cobraré mi venganza, va a saber lo que es suplicar por piedad. 

 

Un capítulo más, Oriol salió vengativo 🤔. Que hará nuestro amigo Luka mientras ?? Saludos de mi parte.😘

 




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