Los vigilantes de Marte

Apesto a sudor

Pov Oriol

 

El sol asoma por la ventana y me despierto de mi maravilloso sueño. Intentó darme la vuelta pero hay un niño en mi cama. Poco a poco llegan imágenes a mi cabeza del día anterior. Yo siendo guiado por el niño y su hermana a mi habitación, la cantidad de niños que me observaban con curiosidad al cuarto, las conversaciones con los niños acerca del motivo por el que están aquí... La mayoría de ellos nacieron ya aquí, pocos de ellos fueron traídos debido a su rebeldía y para amaestarlos como si fuetan criaturas salvajes que son castigados con trabajo intenso.

 

El niño que está a mi lado tumbado es el bajito llamado Axel y es muy bueno la verdad. No me quiso contar su historia, debe de ser demasiado dura porque cuando se lo pregunte sus ojos se llenaron de lagrimas, y otro de los chavales del fondo, alto y desgarrado saltó de la cama y cogió a su hermano y lo acuno en sus brazos para que no llorara. Me sentí tremendamente mal. Cada uno de ellos se sentía triste y me contaban como muchos de sus padres o amigos fallecieron en  este sitio debido a los malos cuidados, ellos temían ser los siguientes en morir.

 

 

Me apresuró a levantarme sin molestar a Axel y me preparé para ir a investigar. No me hizo falta cambiarme porque no teníamos nada más que un par de pantalones y una camiseta para vestirnos. Me dijeron los niños que venían cada tres días a llevarse esta ropa y nos daban una limpia pero que estaba igual de rota o más que la anterior. La puerta milagrosamente no chirrio y salí a el pasillo. En frente tenía una puerta con una sala en la que entre y vi sólo un váter. También había una tubería que venía del suelo para poder traer sangría. Me la ve un poco la cara, hice mis necesidades y volví a salir. Se escuchaban ruidos extraños fuera así que me puse de puntillas y me pegué a la pared. No pensé que estaríamos custodiados por guardias pero al parecer al general no le gustaría que ninguno de nosotros se escapase de aqui. Pegué el oido para ver si podía escuchar algo de lo que decían. Parecía que estaban hablando de que el soberano hizo una fiesta para su hija y que invitó a muchos de los nobles. 

 

-¿Te haz enterado de que ayer en la fiezta de la princeza Deva, ?trajeron a un nuevo payazo -Djo el primero.

-que va, zi a mi me tocó eztar en ezte zitio apartado de la mano de dioz. Cuenta lo que zepaz a ver zi noz reimoz un rato. - 

-puez rezulta que el zoberano lo uzo de payazo para tenerlo vigilado porque ez uno de ezoz que vino hace 50 años a quitarnoz nueztraz pertenenciaz y riquezaz del planeta.-

-no faztidiez. Alavado zea el zoberano, si eze criticón andaze zuelto eztariamoz jodidizimoz.-

-y que lo digaz. Lo peor ez que ezte no morira porque al parecer al zoberano le guzta porque entretiene a la hermoza Deva.-

-lo que daría yo por tener un polvo con eza chica. Es toda una diosa.-

-eztaz loco, quítate ezo de la cabeza. A ver zi te va a ezcuchar alguien. Acabariaz muerto en cero coma.-

 

 

Cuando escuche que los guardias se movían me fui rápidamente en dirección a mi cuarto. Abrí la puerta lentamente y al darme la vuelta tenía las miradas de todos los niños posadas en mi. 

 

-¿Donde estabas?- me pregunto Axel-

-en el baño- medio mentí-

-debemoz prepararnoz, van a venir para llevarnoz para dezayunar y luego a trabajar. Te aconzejo que comaz bien porque hazta la hora de comida no va a haber dezcanzo.-

-Entendido

 

 

Los niños se fueron levantando y cuando escuchamos los pasos de una botas por el pasillo y acercándose a nuestro cuarto se pusieron en fila. Yo por inercia los imite y cuando se abrió la puerta salieron todos sin decir una sola palabra. Nos llevaron a unas mesas al aire libre con un vaso con un líquido espeso y una fruta bastante insípida para decir verdad. Me lo comí todo porque no quería desfallecer en mi primer dia de trabajo. Nos ataron una cuerda a la cintura a todos y en fila nos llevaron a través delde campo a una viejo fabrica. 

 

Los niños iban todos cabizbajos y la verdad se me encogía el corazón de verlos así. El trabajo consistía en transportar material super pesado en nuestras espaldas para llevarlo y hacer construcciones enormes o simplemente hasta morir de esclavitud. No se como lo hicieron los más pequeños pero esas piernitas no se veían capaces de sopcortar tanto peso. Los  que caían debido al peso eran pegados y castigados muy duramente por los guardias y a veces los hermanos mayores intervenían y cargaban con lo de sus hermanos pequeños. Esto era lo que llamaría maltrato. Y sin más miramientos me puse a cargar yo también material. 

 

Pasado un rato vi que un guardia se acercaba peligrosamente a Axel, el pobre estaba sentado un rato secándose el sudor de la cara y recuperando fuerzas. Le temblaban las piernas. Rápidamente solté lo que cargaba y fui a meterme entre Axel y el guardia. 

-no te atrevaz a ponerle una mano encima, maldito dezgraciado.- solté por impulso.

En ese momento no pensé en la consecuencia de mis actos y el guardia empezó a azotarme hasta que me salia sangre de los golpes. Axel salió corriendo y fue con su hermano a recoger más material. Cuando ya no recibí más golpes el guardia me dejo tirado y, se puso a reír de mi. Lo que no sabía era que yo no iba a ser débil y que haría que deseara no haber nacido.  Me levanté, limpie la sangre de la cara y continúe mi labor.

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.