Capítulo 1: Miedos
El capítulo comienza con Pete teniendo una pesadilla en la que ve su vecindario destruido.
(Pete se despierta sudoroso y agitado, mirando a su alrededor.)
Pete (respirando entrecortado):
—¿Qué fue eso...? ¿Mi vecindario? No... no puede ser.
Se levanta, se moja la cara con agua y respira profundamente mientras se seca la cara.
(Le da un vistazo al teléfono y marca el número de su hermano.)
James (por teléfono):
—Hola, Pete. ¿Necesitas algo?
Pete:
—Tuve otra pesadilla...
James:
—Otra vez... Están siendo demasiado seguidas. ¿Crees que es estrés o algo así? Te he dicho que tal vez deberías ir a un psicólogo o algo...
Pete:
—Sí, lo sé, pero no tengo dinero para eso ahora... No tengo ni para lo básico. Estos días apenas he comido y lo único que queda son latas de frijoles en la nevera. Voy a hacer las compras más tarde, pero no sé qué hacer...
James:
—Pete, esto ya lleva mucho tiempo. Ya no estás durmiendo bien, ni siquiera con las pastillas. Yo te dije que no te las tomes de forma tan seguida, pero...
Pete:
—Lo sé, pero parece que nada ayuda. Ya no sé si las pesadillas son el problema o si soy yo...
James:
—Deberías ir, aunque sea, a hablar con alguien. Es evidente que esto no está mejorando...
Pete:
—Tal vez mañana, pero realmente no puedo permitírmelo ahora. Y no es solo eso... Desde que dejé la policía, pensé que las cosas serían más tranquilas, pero... parece que la calma me está matando más que el caos de antes.
James:
—Te conozco, Pete. Te dejaste arrastrar por todo eso, pero no estás solo. Si te sientes así, no está mal pedir ayuda.
Pete:
—Sí, bueno, al menos tú estás bien... ¿Cómo te va en la comisaría?
James:
—Todo tranquilo, todo va bien aquí.
Pete:
—Me alegra que al menos uno de los dos esté en paz...
James:
—Pete...
Pete:
—Lo sé, lo sé. Pero aún así, me alegra que estés bien.
James:
—Te lo he dicho antes... No tienes que hacerlo todo solo, hermano. Cuídate.
Pete:
—Lo intentaré...
James:
—Me tengo que ir. Cuídate, Pete, por favor.
Pete:
—Lo haré... Nos hablamos luego, James.
(Pete llega a la tienda, ve las luces parpadeando y escucha gruñidos. Se detiene frente a la puerta, confundido.)
Pete (en voz baja, nervioso):
—¿Qué está pasando aquí...? Esto no me gusta.
(Se escucha un golpe en la puerta. Pete se cae al piso, asustado.)
Pete (susurrando, aterrorizado):
—¿Qué diablos...? Creo que vendré más tarde.
Cuando llega a su casa, alguien se acerca. Bob, un viejo sabio del vecindario, se acerca a Pete.
(Bob, el anciano sabio, se le acerca mientras Pete regresa a casa.)
Pete (sonriendo levemente):
—Hola, Bob.
Bob (mirando preocupado):
—Hola, Pete. Escuché que fuiste al supermercado, pero me extraña que regresaras sin nada.
Pete (encogiéndose de hombros):
—Sí, algo raro pasó allí. Escuché gruñidos, y... mejor lo dejo para después.
Bob (serio):
—No lo tomes a la ligera. Te aconsejo que vayas a pedir un arma a Marcus. El vecindario está muy peligroso últimamente.
Pete (pensativo):
—Lo haré, más tarde lo prometo.
Bob se despide, diciéndole a Pete que se cuide. Pete, tras este encuentro, decide ir a la casa de Eva, una madre soltera del vecindario.
(Pete toca la puerta diciendo a Eva si puede entrar.)
Eva (abriendo la puerta):
—Sí, claro, Pete.
(Pete entra a la casa de Eva, la madre soltera.)
Pete (sonriendo tímidamente):
—Hola, Eva. Vine por unos panes. Te los pagaré luego, no te preocupes.
Eva (sonriendo):
—No te preocupes, Pete. Ya nos conocemos hace mucho tiempo. Y mis hijos te adoran.
Pete (mirando a los niños):
—¿Y cómo están Zach y Rich?
Eva (con una sonrisa nostálgica):
—Oh, están bien. Muy felices por lo que hiciste ayer en su cumpleaños. Gracias por las bicicletas, Pete. Yo también te lo agradezco mucho.
Pete (sonriendo):
—No hay de qué. Son geniales esos chicos y creí que debía darles un buen regalo.
Eva:
—Sí, son buenos chicos.
Pete, antes de que le cierren la puerta, ve a los chicos jugando dentro. Se va con una sonrisa.
Dentro de la casa, los niños ven a la mamá y bromeando con ella, le dicen:
Zack:
—Se nota que te gusta.
Rich:
—Creo que le debería decir "Papá" ahora.
La mamá, con una sonrisa, les responde amablemente:
Eva:
—Vayan a jugar.
Mientras mira la puerta con una sonrisa.
Pete le lleva un pan a Joe un cazador .
(Pete llega a la casa de Joe, el cazador.)
Pete (entregando el pan):
Hola, Joe.
Joe (tomando el pan):
Hola, Pete. ¿Qué te trae por aquí? ¿Acaso vienes a arrestarme?
Pete (sonriendo):
No, dejé esos días atrás. Me siento más relajado desde que dejé la comisaría. Vengo porque... Necesito un arma. Sé que eres cazador y... pensaba que podrías ayudarme.
Joe (serio, levantando una ceja):
Pete, sabes que te haría cualquier favor, pero necesitas permiso para tener un arma. Tú deberías saberlo.
Pete (desesperado):
Lo sé, pero el vecindario está muy peligroso últimamente... y no quiero estar desprotegido. Sabes lo caros que son esos artículos de defensa.
Joe (pensando por un momento):
Está bien, te haré un favor... Pero si te la doy, ¿para qué la usarías?
Pete (con una mirada seria):
Para defenderme. Y espero que no sea demasiado tarde.
Joe:demasiado tarde ¿para que?
Pete:escuche gruñidos adentro del supermercado creo que algo pasara pronto y tú también deberás estar listo.
dejando a Bob preocupado.
Vemos como pete guarda el arma en un cajón,con un walkie talkie al lado del arma.
vemos que al momento de acostarse toma una pastilla para dormir tiene 2 frascos disponibles de 20 pastillas cada uno..
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Editado: 19.01.2025