Capitulo 19

Te podría decir que lo que sentía Tomoe en estos instantes era odio, temor, coraje y un sin fin de emociones algo que hacía temblar su cuerpo por completo.

Todo eso desencadenaba una transformación inesperada, pues aquellas sensaciones hacían despertar de lo más profundo a la bestia encerrada por el Dios Mikage, al pasado que estaba dormido durante siglos y siglos, es como si esperaba este momento, la oportunidad perfecta de despertar.

Al paso de estos instantes Tomoe había entrado en un pequeño trance uno el cual a pesar de sentirse largo en la realidad fue un parpadeo, tantos flashes ingresaban a su mente, recuerdos que no tenía presentes en su actualidad incluyendo el breve momento cuando Nyoko viajó al pasado.

Y era aquí donde el antiguo Tomoe se fusionaba con el actual, su cuerpo fue cubierto por sus llamas de zorro estas eran de un color violeta con ese azul que lo caracterizaba pero que a su vez los colores eran intensos y brillantes como de si luz se tratase, aquellas llamas desvanecieron el actual atuendo del zorro dando paso a un nuevo kimono color vino con detalles dorados y a un cabello largo, una apariencia que más de medio siglo no usaba.

— Pero qué tenemos aquí — decía con gracia Malson al escupir un poco de sangre de su boca — Ni más ni menos que a unos de los grandes sádicos del mundo demoníaco, el gran demonio zorro, Tomoe

— Entonces como ya me conoces no hay más que decir — este inmediatamente soltó amenazadoramente su fuego de zorro —Ya sabes tu destino

La mirada de ambos era fría y calculadora esperando el ataque de su oponente para empezar una batalla la cual solo terminaría con la muerte ya sea de uno de ellos o ambos.

Tensión absoluta era lo que se respiraba en su totalidad dentro de aquella habitación. Dos demonios de diferentes especies a punto de comenzar una batalla y dos humanas inconscientes sin saber nada de lo que sucedía en su entorno.

Ninguno de los dos apartaba la mirada de su oponente, pero la verdad es que el primer golpe no fue algo que esperaba ver pues no pensé que él fuera el primero en atacar. Tomoe, él fue el primero en comenzar esta batalla lanzando una de sus bolas de fuego hacia Malson el cual esquivo por completo el ataque.

— ¿Qué? ¿Eso es todo? — decía Malson con una sonrisa burlona — Creo que el gran zorro perdió el toque

¿Toque? No, no era algo que tuviera Tomoe solo que sus habilidades no podían ser desatadas en este pequeño lugar, no sin dañar a las chicas. Antes aquel “toque” era simplemente que él se dejaba llevar por la situación y al demonio no le importaba destruir todo a su alrededor pues aquello que consistía en la destrucción de aldeas, reinos y de algunos cuantos humanos era por simple diversión, algo que hacía sin compasión. Pero ahora en este momento no podía dejarse llevar por sus instintos bestiales pues aquí se encontraban dos personas importantes para él por lo cual no se podía tomar el lujo de destruir todo a su paso, corría el riesgo de dañar a la diosa que cuidaba y a la chica que más amaba.

Cuando Tomoe observó que el lugar donde se encontraba su oponente, Malson, era inofensivo para cualquiera de las dos humanas no dudo en volver atacar con su poder, bolas de fuego una tras otra sin parar donde él quería asegurar la muerte de aquel demonio sin dejarlo escapar pero Malson las esquivaba sin recibir algún rasguño enfureciendo casi al límite, este se encontraba corriendo a dirección de su atacante el cual estaba preparado para dar un golpe “final” con una gran bola de fuego acumulada con una gran cantidad de poder pero este fue sorprendido pues a pesar de tener tal poder fue evadida por una habilidad que nunca pensó que el demonio llegara a tener, la teletransportación.

Malson sorprendió a nuestro demonio colocándose atrás de él rasguñando por completo su espalda y desapareciendo de ahí. Tomoe con una gran herida y él intacto en forma física pues su atuendo estaba algo quemado por el fuego de Tomoe

— Que lastima pensé que peleando con alguien como tu seria mas divertido pero resultó que no, tan solo eres un demonio de clase baja

Un gran golpe bajo para él pero no es que fuera débil si no que ya no estaba sediento de sangre, de hacer sufrir a las demás tanto humanos como demonios pues ese era uno de sus grandes pasatiempos pero que gracias a los caminos de la vida el destino colocó a este demonio con las personas correctas para que este viera una opción, un camino más alegre uno por el cual vale la pena luchar.

— No vales la pena en desgastar mis habilidades es mejor que termine contigo lo antes posible — decía Malson pues en este momento era el que llevaba ventaja en esta pequeña batalla, al demonio se le hacía aburrido la actitud con la que se comportaba su ponente

Malson volvió a teletransportarse al lado de Tomoe para acabar con la vida de este a pesar de que matarlo o asesinarlo no fue una de las órdenes que le dieron.

— Si vas a matarme hazlo ahora pero asesinar no te hace un demonio con gran reputación más bien… son tus habilidades usadas en el momento de la batalla

En ese instante Tomoe utilizó un truco que lo había usado en la primera pelea que tuvo con Kurama en la preparatoria de Nanami, uso una pequeña hoja de unos de los árboles sagrados del templo Miakge pues con este podia usarlo como talismán pero su forma de emplearlo era para poder transformar cualquier cosa en otra como en este caso Tomoe transformó a Malson en una forma de él más pequeña, en su forma de niño para ser más exactos así como la diosa Narukami utilizó el mazo de la fortuna del dios de la riqueza para neutralizarlo y tomar la marca de la diosa de la tierra el único detalle aquí era que al no estar empleado con en el mismo elemento, el mazo, este no duraría demasiado por lo que necesitaba pensar en un nuevo plan.

Malson comenzaba a romper el hechizo dejando a Tomoe con pocos minutos que la verdad parecían segundos, segundos donde necesitaba liberar a las humanas y sacarlas de aquel lugar.