4 De febrero de 2006

Nico era un pequeño niño que empezaba la primaria en un colegio muy popular de la ciudad, el venía de una familia bastante diferente. Los padres de Nico eran japoneses y por ello el fue educado de una forma diferente. 

         Era temprano en la mañana cuando Sara, la mamá de Nico lo despertó para alistarse e ir al colegio. El pequeño Nico estaba muy emocionado de poder conocer a nuevos amigos y aprender nuevas cosas. Pero también tenía miedo de no encajar.

      Ya en la escuela Nico se sentía asustado, tantos rostros nuevos, en un lugar nuevo. Fue ahí que apareció Pedro. Un niño delgado, despeinado y con mucho sueño. El delgado niño le extendio la mano y se dieron un gran aprenton de manos y así dieron inicio a tremenda amistad. Pasaba el rato y Nico seguía conociendo más y más niños, cuando de repente llegó ella, Jhos. Una niña con el cabello liso amarrado con un listón rosado, olía a millones de esas que la mamá de Nico usaba para perfumar algo, fue ahí que Nico conoció a la que en un futuro le devolvería el estómago y le metería mariposas hasta el fondo.

        Con mucha emoción Nico corrió hacia ella y tropezó con el auto de juguete de alguien. No quiso levantarse Ya que sentía mucha vergüenza pero fue ahí que Jhos le ayudó a levantarse y rieron juntos. De esa manera empezó una pequeña gran amistad que llegado el momento sería algo más.