Luces y Sombras - Enhypen

04

“¿Claire? Despierta, Claire”

Aquella voz hizo a la pequeña rubia sobresaltarse en su lugar. Abrió sus ojos intentando ubicarse en espacio y tiempo, miró a su alrededor encontrando el rostro de su hermano a un lado de donde estaba ella.

—Al fin despiertas. –suspiró el mayor aliviado.

Había pasado un buen susto en cuanto regresaron del palacio y hallaron a las chicas tiradas, inconscientes y frías.

—¿Qué pasó? –balbuceó la niña como su lengua le permitió.

—Lo mismo te pregunto a ti –el semblante de Jihyun cambió a uno serio–. ¿Qué ocurrió y por qué las armas de los escogidos estaban con ustedes?

Las armas de los escogidos. Mierda, mierda, mierda.

Las mejillas de Claire tomaron un tono rojizo, al tiempo que sus ojos se iban abriendo. Estaba en problemas y Jihyun pudo reconocer su reacción, ya que se trataba de su hermana pequeña.

—Claire, ¿qué hiciste? –soltó luego de suspirar pesadamente.

—Las chicas…

—Ellas están bien, Claire –aseguró suavizando su gesto–. ¿Qué ocurrió?

—Nosotras… no lo sé –su labio inferior empezó a temblar–. Las chicas estaban triste, intenté animarlas pero… las armas empezaron a chispear, alumbrar y después… no lo sé.

La pequeña rubia comienza a llorar y Jihyun, cansado, se detiene a pensar cuidadosamente la situación con lo poco que pudo entender de aquella explicación. Solo se le ocurría una cosa, pero nunca había leído nada acerca de eso.

—¿Claire?

—¡Mami! –chilla aun lloriqueando y corre a abrazar a su madre.

—Las niñas ya despertaron. –anuncia Jenah a su hijo mayor, pero Claire es quien sale corriendo en busca de sus amigas.

—¡Unnie! ¡Chicas! Pensé que habían muerto. –chilló apenas llegó con las demás, se sujetó a las dos mayores y aumentó la intensidad de su llanto.

—Claire-shi, estamos bien –sonrió Edith por el drama de la pequeña–. Incluso Mary soportó la descarga.

—¿No están molestas conmigo? –les hizo ojitos a todas.

—Un poquito, sí.

—Daphne –Gigi la regañó entre dientes–. Está bien, Claire. No sabíamos lo que ocurriría.

—Sí, amiga, calma –Gis hizo un gesto para restar importancia–. Fue culpa de todas. Nos dejamos llevar por la curiosidad.

—Estuvieron mal, niñas –Jenah irrumpe en la habitación–. No sabemos ni entendemos nada de lo sucedido, y que no hayamos estado aquí en el momento nos pone difícil descifrar la situación.

—Claire dice que las armas destellaron. –dice Jihyun entrando también a la habitación.

—Sí, lo hicieron. No el destello que poseen normalmente, sino el mismo destello que se presenció en la ceremonia de los escogidos. –comenta Gis inmersa en sus pensamientos.

—Dices que la diosa luz nos… ¿escogió? –inquiere Mary.

—Es lo que no quiero pensar –suspiró Jenah–. Nunca antes se ha escogido dos veces a los cazadores élite.

—Porque nunca ha habido un ataque como el de anoche –menciona Jihyun–. Madre, los escogidos de esta generación murieron en la masacre, si no hay cazadores élite la paz nunca se dará en el imperio.

—¿Qué intentas decir, hijo mío?

—Exactamente lo que estás pensando, madre –asintió el joven con pesar–. La diosa luz volvió a seleccionar sus escogidos.

Las chicas se miraron entre sí. De pronto se sintieron nerviosas por la conversación en clave que estaban teniendo Jihyun y su madre, la cual entendieron a la perfección. Todo estaba más que claro.

—Divina diosa –resopló Jenah a punto de colapsar– ¿por qué estas niñas?

—¿Entonces somos…?

—Sí, hija –sonríe con amargura la adulta–. Son las pequeñas escogidas de la diosa luz.

Gigi apretó sus dedos en puños. Estaba confundida, sus sentimientos estaban totalmente revueltos. Sentía miedo, frustración y rabia. Tan solo quería desaparecer, no oír por nada en el mundo las palabras cazador, escogidos, élite, vampiros.

Vampiros.

—No podemos ser élite. –negó la pelirroja con voz ahogada.

—Pero lo son. No hay vuelta atrás, no pueden renunciar al poder de luz. –sentenció Jenah tomando el puente de su nariz.

—No estamos entrenadas para esto –replicó alterada–. ¡Ni siquiera entrenamos!

—Gigi, cálmate. –Jihyun intentó acercarse a la chica.

—¡No quiero! –gritó tomando sus cabellos para halarlos–. ¡No quiero, no quiero, no quiero, no quiero!

La situación se estaba saliendo de control. Ninguna de las niñas había visto a su amiga explotar de esta forma. Presenciar esta escena las ponía nerviosas y tristes, temían por ella.

Jihyun intentaba calmar a su prometida, pero Gigi se negaba a ser tocada, halaba sus cabellos y solo repetía una y otra vez lo mismo. Todo iba de mal a peor.

—Jihyun, déjala –ordenó la mayor–. Llévate a las niñas a que coman algo.

—Madre…

—Sun y Jae deben estar cerca –le corta–. Ve a recibir su reporte del pueblo.

Titubeante, Jihyun se lleva a las chicas de la habitación, dejando a su madre con una histérica Gigi. Confiaba en que Jenah tendría las palabras correctas para calmar a Gigi, al ser la mayor una de los cazadores élites sabía que todo estaría bien.

—Gigi-unnie está muy mal. –susurró Claire con lágrimas en los ojos, dándole mordiscos apáticos a su pan.

—Estará bien, niñas –aseguró él sirviéndole a las demás su comida–. Gigi parece vulnerable pero solo es su exterior, en realidad es fuerte como su padre. Una combinación peligrosa porque su vulnerabilidad viene de su delicada belleza, y entonces cuando ya estas cautivado por ello chocas contra un muro de fortaleza.

De pronto pasaron tres segundos de silencio para que el espacio se sumara en una densa tensión. Al chico no le quedó de otra sino reír para tapar su sonrojo, pues había dicho todo eso sin darse cuenta de cada palabra.

—Va a estar bien –volvió a decir intentando ser jocoso–. Solo es la impresión del momento y la descarga que recibió.



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En el texto hay: vampiros, enhypen, kpopidols

Editado: 25.06.2024

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