Luces y Sombras - Enhypen

19

 El sol ya comenzaba a salir y las chicas ya había recorrido un buen trecho, encontrándose suficientemente lejos de la cabaña.

 —Avanzaremos sin descansar todo el día, al igual que toda la noche –informó Gigi captando la atención de sus compañeras–. Nos detendremos mañana por la mañana y continuaremos antes de que se ponga el sol.

 —¿Caminaremos sin parar hasta mañana por la mañana? –se quejó Daphne– ¿Ni siquiera para comer algo?

 —Solo de esa forma evitaremos que Jihyun y los demás nos alcancen, además de que en la noche es más probable que nos ataquen –replicó la pelirroja–, así que a partir de mañana descansaremos de día y avanzaremos de noche.

 —Ya mi estómago se comenzó a quejar. –gruñó la castaña y todas se rieron.

 —El cuerpo humano puede sobrevivir semanas sin comer, y solo a costa de agua. –comentó Gis con otro de sus curiosos datos.

 —Por favor, cállate, Gis –rodó los ojos Mary–. Estoy segura que lo menos que quiere Daph ahora es oír esas cosas.

 —¡Dejen en paz a mi amiga! –defendió Claire a la atacada.

 —¿Cuánto crees que durará este viaje? –pregunta con inquietud Edith a Gigi.

 —Si mantenemos el ritmo y a cómo vamos… unos ocho días.

 —Ocho días oyendo disputas como estas –bromeó la morena a lo que Gigi le secundó–. Espero que la manada Choi nos ayude.

 —Así será. Sentí algo bueno cuando la bruja me los mostró. Estos chicos nos ayudarán.

XXX

 Los ruidos nocturnos se mezclaban con las pisadas de las chicas, no había mucho que se pudiera ver salvo lo necesario del camino gracias a una antorcha que Clare "encendió".

 Quizá era mala idea caminar por esos lares del bosque pero no podían detenerse. A esas alturas puede que los chicos y Jenah estén vueltos locos buscándolas, en especial Jihyun.

 —¿Cómo es que no nos hemos cruzado con Caníbales? –cuestionó Edith con extrañes.

 —¿Aquí hay Caníbales? –susurró Gis riéndose con nerviosismo.

 Los Caníbales eran nada más que vampiros defectuosos, producto de una conversión fallida. No son conscientes de lo que hacen y comen cualquier carne, ya sea humana o animal, incluso la de los vampiros.

 —Hay Caníbales en todos los rincones del bosque. –acotó Mary agudizando sus sentidos.

 —Estén atentas.

 —Estoy agotada –se quejó Daphne–. Si nos atacan dudo que vaya a pelear. Dejaría que me comieran de lo cansada que estoy.

 —Yo me comería a uno de lo hambrienta que estoy. –comentó Claire y las otras se echaron a reír.

 —No bajen la guardia, chicas. En estas condiciones no estamos del todo a salvo. –dijo Gigi.

 Era lo que ella creía, pero mientras los príncipes estén cerca ellas obviamente estarían a salvo.

XXX

 —¡Por fin, un descanso! –exclamó Gis estirando sus músculos.

 Todas estaban regadas en el espacio que tomaron para detenerse. Daphne se lanzó al suelo y extendió sus extremidades como una estrella de mar.

 —Siento que moriré. –murmuró en quejidos.

 —¿Nos quedaremos todo el día aquí? –cuestiona Mary.

 —¡No digas eso! –le gritaron Daphne, Gis y Claire a la menor.

 —No, reanudaremos el paso después de almorzar.

 Las tres chicas lloriquearon sacándole una risita a su líder. Dejaron sus cosas a un lado y sacaron lo que trajeron para sentarse desayunar.

 —Para el almuerzo debemos salir a cazar –comenzó la pelirroja–. Obviamente hay que ir antes de la hora ya que no sabemos si encontraremos comida en este bosque, y sería excelente encontrar antes de lo estipulado a la manada.

 —Entendido –asiente Edith con comprensión–. ¿Cómo nos distribuiremos?

 —Por lo rápido, hoy vamos a cazar tú, Daphne y yo. Las demás se quedarán cuidar nuestras pertenencias y preparar todo para cocinar.

 —¿Iremos juntas? –preguntó Daphne.

 —No será necesario, podemos ir cada quien por su parte y regresamos con los que consigamos en una hora.

 —Muy bien –se levantó una Daphne renovada y activa–. Después de un buen desayuno que recarga las pilas ya estoy lista para el día.

 Las tres cazadores de combate a larga distancia se dispersaron dentro de la profundidad del bosque en busca de algún animalillo para almorzar.

 Daphne caminaba atenta a obstáculos, sonidos y a cualquier movimiento. Brincó un bajo acantilado encontrándose con un pequeño río.

 —No me gusta el pescado pero qué más da. Algo es algo. –chasqueó su lengua con resignación.

 Sacó primero un contenedor para llenarlo de agua y después se metió al agua empezando a buscar peces.

 —No encontrarás nada si pueden ver tus botas. –del otro lado del río se reía burlesco aquel vampiro que había comenzado acosarla.

 —Principe Heeseung. –dijo ella con reconocimiento.

 —Hola, Daphne –contestó él probando su nombre, lo cual le extremeció a la muchacha–. No me digas que nunca habías cazado, "cazadora".

 —Claro que sé cazar –resopló desviando la mirada, sus mejillas tornándose de rojo–. Solo me refrescaba un rato.

 Movió las aguas con sus pies, ignorando al vampiro que se reía de ella. Heeseung se incorporó de dónde estaba y se acercó a ella caminando con gracia sobre las rocas que sobresalían del río.

 —Déjame enseñarte, señora experta. –dijo conservando su tono burlón. Intentó tomar su mano pero ella la apartó con recelo.

 —Oye, bájale dos a tu confianza –lo apuntó amenazante–. Mira que no te he roto el cuello porque me da pereza pelear a esta hora de la mañana. Además, ¿qué haces tan lejos del palacio?

 —¿Yo? Siguiéndolas a dónde sea que vayan a ir. –sonrió con arrogancia.

 —¿Ah, si? –le apuntó con uno de sus cuchillos–. Cuidadito te acercas a las chicas o me veré obligada a sacarte los ojos.

 —¿En serio? –se rió–. No haré nada, tranquila. Pensé que nos habíamos caído bien.



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En el texto hay: vampiros, enhypen, kpopidols

Editado: 25.06.2024

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