Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré alabaré a mi Señor.
- Ahora sí, esa es la entonación, al fin lograste no cromar las notas. Dice Eliezer el tecladista de la iglesia a Hanna quién se inicia como corista.
Aún la afinación y el color de su voz dejan mucho que desear, pero Eliezer quiere tenerla cerca y pasar tiempo con ella, le gusta. Ya saben, lo típico, un chico negro dislumbrado por una chica Blonde, de ojos azules como el agua marina y pedazo de cuerpo.
- oh, gracias a Dios, ya dudaba que pudiera hacerlo. Dice Hanna mientras se separa el flequillo de sus carnosos labios.
Pero Hanna no se ha percatado de la atracción que siente Eliezer por ella. Tampoco Eliezer se ha percatado que Duncan el baterista babea por ella. De manera que Hanna se ha convertido en la más buscada y se encuentra rodeada de testosterona eclesiástica.
-Bueno, chicos me tengo que regresar a casa, ya se ha hecho un poco tarde y no debemos tentar al Señor. Dice Hanna.
- yo te acompaño, me hace camino. Exclama Paul, el bajista, quién ya estaba al tanto de las intenciones de sus santos compañeros para con la "deliciosa rubia" .
- Ok, dice Hanna.
Miradas de consternación de Eliezer y Duncan se encontraron.
Paul es un muchacho temeroso de Dios de corazón. Es bajista en la iglesia desde hace un par de años. Antes el no era de esa congregación, pertenecía a otra, pero cuando vió por accidente que el pastor se acostaba con una de las hermanas de la iglesia decidió abandonar ese templo y ya llevaba cerca de 3 años en esta nueva congregación. Su amor a Dios lo mantenía ahí, pero en ese tiempo ya había notado que el nivel de vida de su nuevo pastor no se relacionaba con el de sus ovejas, desde un lujoso auto hasta vacaciones en Europa, pero bueno, el pensaba que en comparación con el pastor anterior eso no era tan grave y había decidido mirar a Cristo y no al hombre.
Van de camino Paul y Hanna, caminando felizmente por la calle desolada mientras conversan. Es de noche, cerca de la media noche de hecho. El alumbrado público es tenue y ausente en el trayecto por el que andan. Algo los acecha desde unos arbustos en la oscuridad. Ellos sienten el peso de esa mirada, ya no hay nada que hacer, sobre ellos se abalanza un hombre con un bate y los golpea, a Paul en la cabeza el cual pierde inmediatamente la conciencia y cae desplomado en el asfalto y a Hanna en la rodilla derecha, imposibilitandola para huir. Ella grita, pero nadie escucha y el deplorable ser con un pasamontañas en la cara le arrastra hasta los arbustos donde abusa sexualmente de ella. Al principio la chica se resiste, pero luego sus gritos de dolor se convierten en quejidos de placer.
- ahhhhh, shhh, ahhhhh. Es Hanna la chica Blonde quién se había resistido, pero terminó lubricando su vagina y por alguna extraña razón su morbo se había activado endemoniadamente, e indudablemente comenzaba a disfrutar el bizarro momento.
En ese instante Paul vuelve en sí, está confundido, su cabeza sangra y al intentar ponerse en pie cae al suelo nuevamente, siente a la rubia gimiendo y al atacante diciendo
- perra, te gusta, eh?
-siii, responde Hanna.
Esto fue lo último que escuchó Paul antes de volverse a desmayar.