Prólogo

Diciembre de 1945
Hace nueve años. 

Salgo de mi casa cerrando la puerta detrás de mí, el frío viento invernal me golpea. Veo como Jax se acerca con una sonrisa. Una sonrisa un tanto peculiar, una sonrisa que nunca había visto en sus labios. 

—Tengo una noticia increíble —suelta, me limito a hacer una mueca. 

—¿Para ti o para mi? —lo miro—. Buenos días por cierto. 

—Bah —murmura—. Tengo novia —mis ojos se abren con sorpresa, ¿novia?—. ¿No es eso increíble? —pasa su brazo por mis hombros —, ¿recuerdas a Etha?, la hija del viejo Johnson. —Me hace caminar junto a él. 

—¿Qué? —es lo único que sale de mis labios, mi corazón late salvajemente en mi pecho y mis piernas dejan de moverse. Él aparta su brazo de mis hombros y mete sus manos en los bolsillos de su chaqueta. 

—Pues eso… ahora salgo con Etha —dice sin importancia y mira hacía otra dirección. 

—Pero… —Me obligo a quedarme en silencio. Necesitaba encontrar una explicación lógica para el pánico que crecía dentro de mi. 

Jax y yo nos conocemos prácticamente desde nuestro nacimiento, nuestras madres son casi como hermanas. Siempre hemos sido amigos, mejores amigos, hermanos, casi. 

Pero por alguna extraña razón no sabía como reaccionar o que decir.
¿Que se suponía que debía decir? ¡Estoy feliz por ti Jax!; debería decir eso, pero sería bastante deshonesto mentirle. 

Sus palabras habían caído como balde de agua fría en pleno invierno; indudable muerte por hipotermia. 
Tantas preguntas que bailaban por mi mente, pero no me atreví a formular una en voz alta. 

★★★

Al principio pensé que mis celos eran normales. Jax y yo habíamos sido inseparables desde que tengo memoria. 
Poco a poco él pasaba más tiempo con Etha y pasamos de estar juntos todos el tiempo a apenas vernos el domingo en la iglesia. 

Cuando navidad llego, Jax decidió pasar la cena navideña con Etha. 
Ahí estaba yo en el viejo sillón de los Jekylls, mi hermano Jojo leía a mi lado, Sabrina estaba con su familia y Duckie jugaba vagamente con Suzie, –la hermana menor de Jax–. 

Suzie de pronto se levanta del suelo y ve hacia los lados. Duckie la sigue con la mirada. 

—Tengo un plan para recuperar a nuestro hermano —susurra acercándose. 

—Respetemos su decisión Su —espeta mi hermano sin apartar la vista del libro que lee, ruedo los ojos. 

Al final, no sé como una niña de siete logra convencernos. Escapamos de la cena navideña rumbo a casa de Etha. Que no estaba más que a tres cuadras de distancia. 

Pero cuando llegamos al pórtico, me congele al ver como Jax se acercaba a Etha y la besaba, por segunda vez lo veía hacerlo, y lo supe; estaba enamorada de Jax. 
 

★  ★  ★  ★  ★  ★  ★  ★  ★  ★ 
 

Hola, tenía mucho tiempo que esta idea rondaba por mi cabeza y al fin me decidí a escribir, aunque aún es un borrador, me animé a publicarlo. Perdón si encuentran algún error.
Probablemente publiqué el capítulo 1 nomas como "prueba", ya veremos que depara el futuro. 

Gracias por leer. 

-K