Luna bajo la sombra

Capítulo 3 Sueño

Novela registrada antes derechos de autor, reservados todos los derechos. Código de registro 2405057877106

 

 

Me arrastro en un bosque oscuro, el olor a ceniza y sangre inunda mis fosas nasales, el cuerpo me duele como nunca en vida, bajo la cabeza y entonces me doy cuenta de donde proviene toda la sangre. Es mía.

No entiendo la razón, pero mis heridas parecieran ser de una ardua y complicada pelea que creo perdí. Mi orgullo está herido, mi lobo gime de dolor y me suplica llevarlo con su mate, su destinada, pero no entiendo a qué se refiere si desde hace 400 años que buscamos a nuestra pareja sin encontrarla, no la tenemos le digo en mi mente, pero Ottenok, mi lobo, insiste en obligarme a llegar a lo más profundo del bosque.

Logro enfocar mi mirada en mi entorno, más allá del dolor. El bosque no está oscuro, está hecho cenizas; el fuego lo devoró sin contemplación alguna. ¿Qué fue lo que pasó aquí? ¿Por qué terminé así?

Y entonces, la olí.

En medio de la podredumbre, las cenizas y la sangre, llegó hasta lo más profundo de mi ser, el olor más dulce y agradable que jamás mi olfato detectó en 400 años. Moras, orquídeas y chocolate.

Mi lobo se volvió loco, por fin la habíamos encontrado. Por fin la otra parte de mi alma llegó a mí, justo cuando más la necesitaba, me obligué con lo último de mis fuerzas a transformarme, mi lobo corrió entre los árboles quemados, la ceniza, un árbol nos detuvo cuando terminó por desmoronarse en medio del camino, intenté en mi forma de lobo saltar el tronco, pero un rayo impactó en la tierra, justo en aquel destrozado árbol incendiándolo de inmediato.

Parecía que la diosa luna se reía de mí; ella estaba cerca y no podía llegar a ella. Su olor era cada vez más fuerte, pero el fuego avivó, las llamas que pronto me rodearon encarcelándome, la desesperación me alcanzaba y lloré. Un aullido de dolor y pena se escuchó por encima del crujir de los árboles al quemarse, caí sofocado por el humo y consumido por el fuego, pero a lo lejos alcancé a ver lo que creí era una mujer de cabello blanco.

 

Me desperté de golpe.

¡Maldita sea!

Ese despreciable sueño de nuevo. Siempre me levanto sin energía y sudado como si hubiera tenido que correr por mi vida cada que esa pesadilla llega a mí, porque llamarlo sueño sería hacerlo ver como algo agradable. ¡Carajo! Parezco un niño indefenso sin saber que hacer, me desespera ver lo mismo cada noche.

Me levanto de la cama y me dirijo a la ventana, y me detengo a observar la bruma de la mañana. El cielo gris me recuerda a mi maldita pesadilla, solo que no hay fuego, pero sí una lluvia ligera.

¿Por qué la diosa luna me atormenta así? De pronto escucho que tocan mi puerta. Mi mejor amigo entra a mi habitación, puedo olerlo y reconocer sus pasos, pero en realidad no me interesa, ni siquiera volteo a verlo, sigo observando el cielo gris como mi maldito humor hoy, pero escucho que me dice que es hora de irnos a Vital Solae...

Nota de la autora: Ottenok es una palabra rusa y quiere decir sombra. 




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