Luna de Sangre

Devastación

No sé qué hora de la mañana es pero la cabeza me da muchas vueltas y el sol de media mañana me está atravesando mis ojos que irónicamente están tapados con una manta que tengo sobre mi cabeza, la noche anterior fue una locura y no fue por una fiesta o alcohol como piensa realmente pasaron cosas que a nadie que se considere normal le hubiera sucedido. Y todo empieza más o menos como lo recuerdo no muy claro pero fue así.

Mientras el reloj de la alarma suena a las seis de la mañana con su tonada estridente muevo la mano para buscarlo entre mis cosa en la mesita de noche con un poco de habilidad logro encontrar el dichoso aparato que ya empieza aturdirme tan temprano por la mañana, al abrir los ojos observo que está oscuro y apenas por la ventana de la habitación entra una luz tenue de la mañana. Sin mucho ánimo observo que tengo un mensaje de mi novio diciendo que pasara buscándome como todas las mañana a las siete, así que sin mucho pensar me levanto para ir al baño arreglarme antes de verle.

Al dirigir mi humanidad al cuarto de baño enciendo mi reproductor para que se escuche en el silencio del apartamento, vivir solo no es muy agradable a veces y desde hace dos años después de salir de la universidad mis padres no se opusieron a esta decisión, además donde vivo es muy tranquila la zona queda relativamente de mi trabajo, el agua de la ducha está un poco fría pero así me gusta siento que frio me termina de despertar, al salir de la ducha mi teléfono está sonando con una llamada entrante al ver la foto es mi lindo novio, Aldric Dibestrick, un apellido algo fuera de lo común pero con poder al usarlo al parecer su familia es de mucha importancia e influencia mas nunca supe bien como son en la familia de él, son un misterio y eso que tenemos un año juntos.

—Hola amor buen días—le respondo la llamada ya que es raro que este tan insistente si ya sabía que vendría por mí.

Liam Vilagris ¿Dónde se supone que estas que no respondes ese teléfono? —me dice algo preocupado y con un tono molesto.

—Que yo recuerde me mandaste un mensaje que vendrías en un rato me estoy alistando—le respondo cortante es raro que ande así.

Estoy fuera baja.

—No me he arreglado aun ¿Qué sucede?

Cinco minuto

Y sin más me cuelga la llamada miro la pantalla del celular, no puedo creer su extraña actitud que le sucede, con un poco de molestia me dirijo a la habitación que está un poco desorganizada y me alisto lo más rápido posible colocándome una camisa negra unos jean algo desgastado y unos tenis azules con una ramera esta el clima un poco nubloso y frio, al verme en el espejo veo que he aumentado un poco de peso no es que sea alguien gordo, soy promedio alto mido uno setenta mi cabellos es largo color castaño oscuro y mis ojos de color miel una combinación extraña pero me gusta. Al salir del apartamento sigo viendo las llamadas de Aldric esta raro con sus llamadas.

Al llegar fuera del edificio observo el clima está bastante frio y nublado parece que fuera a llover, y no muy lejos está el auto de Aldric y un poco más allá veo una camioneta negra seguro es uno de sus guardaespaldas que últimamente ha estado en todos lados que él vaya, al verme me toca la corneta de su deportivo negro baja la ventanilla y allí está el hombre que lo conocí de la manera más extraña casi me atropella de camino al trabajo él se sorprendió que no me pasara nada pero yo quería matarlo por su descuido y que se comió la luz de alto y desde ese día lo encontré muchas veces en diferentes partes parecía que me seguía y durante unas semanas estuvo así hasta que le advertí que si no quería ir preso que dejara de seguirme como si fuera una presa lo único que hizo fue reírse de mi me invito un café y desde allí existió una conexión muy agradable de amista hasta que llegamos a ser lo que somos ahora, Aldric es un hombre alto corpulento de piel blanca su cabellos son de color ceniza naturales y sus ojos igual su mirada es suave misteriosa y profunda, con verlo puedes perderte en esos ojos naturales, ese día llevaba unos lentes oscuro y una chaqueta negra estaba nervioso solo con verlo su expresión corporal no era normal era diferente y le conozco muy bien cuando tiene algo fuera de lo normal.

—Tardaste—es lo único que dice viéndome a través de sus lentes oscuros—sube

—No—es mi respuesta no se que tiene pero no soy un sirviente ni un sumiso que cumple sus ordenes—se puede saber ¿Qué te sucede?

—Dije que subas—me dice bajando sus lentes y mirándome con aquellos ojos que  hipnotizan.

—Si me dices porque lo hago si no que tengas un lindo día—le digo ya me está molestando esas actitud de loco que carga hoy.

—De acuerdo—respira profundo al ver mi expresión sabe que cumplo lo que digo sin importar quien sea—sube y te diré que pasa.



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En el texto hay: misterio y amor, misterio y oscuridad

Editado: 14.03.2019

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