Reacciones

Cartas del destino.

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Kim Hana.

Estaba en su habitación, practicando una nueva coreografía frente al espejo. Llevaba horas repitiendo los pasos, sin notar que su celular vibraba sobre la cama.

Al ver la notificación de JYP, su cuerpo se congeló.

—No puede ser.

Abrió el correo con manos temblorosas.

Y al leer la palabra “¡Felicidades!”, se llevó las manos a la boca y cayó de rodillas.

Lloró. En silencio.

No por tristeza.

Sino porque, por fin, todo el dolor valió la pena.

—Lo logré, eomma…

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Yume Satō.

Yume estaba en su cafetería favorita de Tokio, sola, escribiendo letras en su libreta.

Revisó su celular sin pensar.

Cuando vio el mensaje de JYP, su corazón dio un salto.

Lo abrió, leyó… y se quedó quieta.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero sonrió.

—Gracias…

Miró al cielo a través de la ventana y susurró:

—Voy a hacerte sentir orgullosa, mamá.

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Kang Aerin.

Aerin estaba en su casa, ensayando frente a su abuela.

El teléfono sonó y lo ignoró al principio.

Pero al ver de quién era, lo tomó rápidamente.

Pero al ver de quién era, lo tomó rápidamente.

—¡¡HALMONI, PASÉE!!Su abuela la abrazó con lágrimas en los ojos.

Aerin corrió en círculos por la sala, riendo, sin poder parar de sonreír.

—¡Soy una trainee oficial! ¡Esto es real!

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Soléne Laurent.

Soléne estaba mirando el cielo desde su balcón en París, escuchando música.

Su celular vibró, lo tomó distraída…

Y al ver el remitente, se le detuvo el corazón.

Leyó todo el mensaje lentamente.

Al final, se llevó una mano al pecho, como si se le fuera a salir el alma.

Y luego gritó:

—MAMAN! J’AI RÉUSSI! (¡MAMÁ! ¡LO HICE!)

Se lanzó a llorar en los brazos de su madre, entre risas y emoción.

—Ma voix a trouvé sa scène… (Mi voz ha encontrado su escenario…)

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Choi Nari.

Nari estaba en el parque con un batido de fresa y su mejor amiga.

Revisó su celular como si nada… y se quedó paralizada.

—¿Nari? ¿Estás bien?Ella miró la pantalla.

Luego alzó los brazos y gritó:

—¡¡ME ACEPTARONNNN!!

Empezó a dar vueltas sobre sí misma, saltando, mientras la gente la miraba raro.

Pero no le importó.

Ese era el mejor día de su vida.

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Thalía Meeboon.

Thalía estaba ayudando a su mamá en la cocina.

Cuando sonó el teléfono, lo limpió rápido con una servilleta y lo desbloqueó.

Leyó el mensaje… y se quedó en shock.

—¿Qué pasa, hija?

—Mamá… lo logré.

La abrazó fuerte, y ambas empezaron a llorar.

Su papá llegó, y entre los tres se fundieron en un abrazo.

—Tu voz va a tocar el mundo, hija.

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Ava Taylor.

Ava estaba en su habitación, con audífonos puestos, escuchando “Hellevator”.

Al revisar su correo, su rostro se transformó.

Al revisar su correo, su rostro se transformó.

Se tapó la boca con una mano.

y en voz baja dijo:

—No puede ser…Al revisar su correo, su rostro se transformó.

—¡MAMÁ! ¡PAPÁ! ¡PASÉ!

Salió corriendo por la casa gritando, abrazando a todos.

Luego se sentó frente a sus pósters de Stray Kids y NMIXX.

—Gracias… por inspirarme a llegar hasta aquí.

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Céline Sorearo.

Céline estaba jugando con su gato cuando su celular vibró.

Miró el correo y parpadeó varias veces.

Releyó.

Y luego gritó con voz aguda:

—¡¡¡AAAAAAHHH!!!

Su gato huyó.

Ella empezó a llorar y reír al mismo tiempo, grabando un video para su familia:

—¡Me aceptaron! ¡Voy a ser idol!

Después se abrazó a su almohada, murmurando:

—La pequeña Céline lo logró.

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