IRENE.....
El viento en nuestro rostro era más liviano y al seguir nuestra marcha por fin llegamos a nuestra nación encontrandonos con un emisario al parecer llegó a nuestra tribu al amanecer, jadeando por la prisa de haber cruzado tanto territorio enviado de la tribu de el sur. Mi padre, aunque cansado y enfermo, lo recibió con calma. Escuchamos en silencio mientras informaba sobre la alianza entre el norte y el oeste, y cómo Liam el general o hermano de el alfa creía que sería necesario reforzar los lazos entre el este y el sur. Entonces, la pesada mirada de mi padre cayó sobre nosotros, de inmediato reformamos sus sospechas informandole de nuestra estrepitosa visita en el oeste esperando la respuesta de mi padre.
—No puedo ir —dijo con un suspiro profundo—. Mi salud no me lo permite, y no quiero dejarles esta carga tan pronto. Pero ahora no tengo opción. Irene, Cris, e Irenux, deben ir ustedes en mi lugar – mi madre tomaba su mano y nos miraba con un toque de tristeza y esperanza.
Mis hermanos y yo nos miramos en silencio, asintiendo al unísono. Si la responsabilidad era nuestra, la llevaríamos con honor.
Alistamos todo y nos dirigimos a la tribu de el sur con esperanzas y confianza en nuestros ejércitos.
Horas después, ya estábamos en camino. Al llegar a la tribu del sur, un aire distinto me envolvió. La casas eran hermosas rodeadas de vegetación exuberante. Mientras caminábamos hacia la casa del alfa, un escalofrío recorrió mi espalda. No fue miedo, fue algo más... hasta que vi cómo los ojos de Irenux se posaron en Adrián el alfa del sur.
—Es... —murmuró ella, sorprendida.
– es que? – le respondí ya que no fue capaz ni de terminar la frase .
– es.... Es hermoso – dijo ella sin apartar la vista de el.
El alfa Adrián se giró hacia ella, y una conexión indescriptible pareció unirlos al instante.
– que está pasando aquí? – pregunto Cris tan confundido como yo.
– no tengo idea – le respondí con sinceridad.
Adrian se acercó a irenux y le tomo las manos su ojos parecían saber todo de ella y irenux ..... ¿Donde estaba mi hermana mal geniada? Por que yo ahí solo miraba un rostro sonriente y atontado.
– mucho gusto yo soy Adrián - dijo el.
– yo soy irenux ellos son Irene y Cris, mis hermanos – lo más gracioso es que disque nos estaban presentando y no se apartaban las miradas es más no nos alzaban a ver así que sonreí ydecidimos darles privacidad, retirándonos lentamente.
– que fue lo que pasó ahí? Te juro que no se dieron cuenta que salimos – dijo Cris riendo aún.
– creo que es obvio nuestra hermana ya encontró a su mate. - le dije con simpleza.
—bueno entonces que se conozcan les vamos a dar privacidad —dijo Cris, tocando mi hombro.
Y salió Adrián bueno no salió grito que es diferente nos grito que conociéramos la tribu y ya, así nos dejaron como animalitos en el bosque.
Me alejé con Cris y exploramos la tribu. Todo parecía lleno de vida, hasta que Cris encontró a una joven que le llamó la atención dejándome sola.
—No me esperes, esto va a tomar tiempo – me dijo Cris y así se marchó el ingrato.
Suspiré, continuando mi paseo hasta que un chico alto de cabello castaño y linda sonrisa se me acercó.
— Hola soy Dam y creo que tú y tu hermano son de el este y por lo que veo tu hermano ya no necesita compañía peroooo tu? ¿Quieres que te enseñe los mejores lugares de la tribu? —preguntó con una voz cálida.
Acepté, y pasamos horas recorriendo partes de el bosque lleno de flores y un claro con vistas impresionantes. Me sentí tranquila, por un momento olvidé las tensiones de la guerra.
Cuando regresamos a la casa del alfa ya de noche me informaron que Adrián quería organizar un pequeño baile en honor a haber encontrado a su mate. Subí a mi habitación y encontré un vestido negro espectacular. Al mirarme al espejo, apenas me reconocí. El vestido estaba hermoso y me encantó.
Liam....................................
El ambiente estaba festivo y cálido algo totalmente diferente a el capó de batalla horas atrás, cuando entré al salón principal mi hermano Adrián estaba junto a Irenux su mate según me informaban, con una mirada en sus ojos que no había visto nunca: paz. Me acerqué para felicitarlo. era justo un poco de alegría y felicidad en medio de esta guerra.
—Por fin, hermano. Encontraste a tu mate —le dije con una leve sonrisa.
– ahora solo faltas tú mi hermano – me dijo abrazándome.
Me presenté con su mate y no quisimos dañar el momento con situaciones tácticas así que deje pasar el tema para luego ella decidio ir a tomar un vaso de agua o algo así así que nos dejó solos a Adrián y a mi. Mientras hablábamos, sentí algo extraño. Un olor que no podía ignorar, una mezcla de flores silvestres y algo más, algo que me atraía de manera irremediable.
—¿Qué es ese olor? —le pregunté en un susurro a Adrián.
—Tal vez es tu mate —respondió burlón.
—No puede ser —repliqué con firmeza, buscando disimular el repentino calor que sentía.
Adrián me miró con una ceja levantada.
—¿Por qué no eh? Es hermoso estar cerca de tu mate.
—Porque no tengo tiempo para esto —gruñí, desviando la mirada. Pero entonces, la vi. Una mujer con un vestido negro, cabello rojo como el fuego y ojos que parecían profundos como la noche.
—Es Irene, la hermana de Irenux – dijo Adrián observando a quien observaba.
—Esto no puede estar pasando —murmuré – no me dejes ir la ingnorare y esto pasará.
– estás seguro? No quieres ir?.
– no... no la verdad no me interesa ni ella ni nada de esto solo......mejor me voy a ir y ya está – pero mis pies no se movieron y solo me quedé observadola.
– bueno si te quieres quedar aquí quédate y si te quieres ir está bien te apoyaré hermano – ay Adrián cuanto lo quiero.
Aunque antes de que terminara de hablar mis pies se movieron antes de que pudiera detenerlos tomé un último trago y me acerque a quien provocaba esto en mi.