Capitulo seis

Irene

Mis labios aún ardían por el beso de Liam cuando se apartó lentamente, dejándome confundida. Su mirada era intensa, como si intentara leer cada rincón de mi alma. Por un momento, el tiempo pareció detenerse, pero entonces su semblante cambió. Se tensó, como si estuviera librando una batalla interna.

—No puedo hacer esto —dijo en un susurro apenas audible, soltándome de repente.

Mi cuerpo temblaba, no sólo por el inesperado contacto, sino también por su fría retirada. Antes de que pudiera decir algo, Liam dio media vuelta y salió del salón, dejándome allí, rodeada de murmullos y miradas curiosas.

—¿Qué acaba de pasar? —murmuré, llevándome una mano a los labios.

Cris apareció junto a mí, con una sonrisa burlona y una copa en la mano.

—¿Así que era solo un baile? —preguntó con sorna.

Lo fulminé con la mirada, demasiado agitada para responderle. Pero antes de que pudiera seguir molestándome, Irenux apareció con Adrián, ambos luciendo radiantes y completamente ajenos al caos que se gestaba en mi interior.

—¿Estás bien? —preguntó Irenux, con una mezcla de preocupación y alegría en sus ojos.

—Sí, sólo… necesito un poco de aire —respondí, alejándome antes de que alguien pudiera detenerme, no sabía que pasaba ¿Enserio el era mi mate? Pero si era así, por que se había ido.......

Liam

No debía haberme acercado. Lo sabía desde el primer momento en que la vi, pero algo más fuerte que mi voluntad me empujó hacia ella. Ahora, mientras caminaba fuera del salón, el peso de mi error se sentía como una piedra en el pecho.

—¿Qué estás haciendo, Liam? —me susurré a mí mismo.

La guerra estaba a punto de estallar, y lo último que necesitaba era distraerme con emociones que no entendía. Pero por mucho que intentara convencerme, el recuerdo de sus ojos, su aroma y la sensación de tenerla cerca seguían persiguiéndome, su cara su cuerpo sus labios eran una sensación embriagante que no podía dejar de pensar.

—Esto no es posible —gruñí, golpeando un árbol cercano con el puño.

Pero cuando me giré, allí estaba ella. Irene. Su figura destacaba bajo la luz de la luna, y sus ojos me miraban con una mezcla de desafío y confusión.

—¿Por qué me besaste? —preguntó, con la voz temblorosa pero firme.

—No lo sé —admití, sin apartar la mirada.

Ella frunció el ceño, dando un paso hacia mí.

—Si no lo sabes, entonces no vuelvas a hacerlo. No soy un juego, Liam. Tengo responsabilidades, igual que tú.

Sus palabras me golpearon más fuerte de lo que esperaba. Por primera vez en mucho tiempo, alguien me desafiaba de esa manera, y eso sólo aumentaba la atracción que sentía por ella.

—No eres un juego —respondí, acercándome lentamente—. Pero tampoco puedo prometer que me mantendré alejado.

Ella pareció quedarse sin palabras, y yo aproveché ese momento para inclinarme hacia ella, tan cerca que podía oler el perfume de su cabello.

—acaso soy tu mate? O solo te intereso?

– tu qué crees? – diablos, no sabía que decirle solo quería quedarme así, tan cerca de ella como se pudiera.

– creo que no sabes lo que quieres, y eso es algo absurdo.

– te puedo demostrar que quiero – no se que era si su desafiante personalidad o su belleza pero mis planes de ingnorar esto se desvanecían cuando estaba cerca.

– no juegues conmigo Liam, te lo advierto – es raro que esa amenaza me exitara?

– y.... Qué tal si jugamos? – me acerque a ella hasta quedar a milímetros de su cara mis manos descendieron hasta su cintura, mientras ella sostenía sus manos en mi pecho intentado mantener espacio – quieres jugar? – le tome la barbilla y la bese con intensidad dejándonos llevar por el momento y las emociones, recosté su cuerpo sobre un árbol y acaricie sus piernas con mis manos, estábamos en un vaivén de emociones nuestra respiraciónes agitadas y cortadas lo evidenciaban. no quería parar.

– esto está mal – dijo ella mientras aún nos besábamos, sus manos no habían cambiado de lugar asi que tocaba ayudarle.

– tranquila solo..... Solo espera un momento no...aun no te vallas – le dije con la respiración agitada. Tome sus manos bajo su atenta mirada y las introduje debajo de mi camisa, sentir su tacto directo en mi piel fue excitante. No tardó en recorrer todo mi pecho, abdomen y espalda con esas suaves manos, no podía esperar, queria saber lo que podían hacer.

– Liam espera, yo..... Yo necesito irme – que se fuera era lo último que quería.

– solo un momento más – saque sus manos de dentro de mi camisa y antes de besarlas para luego darle un apasionado beso en la boca desabrochone mi pantalón y aún tomándola de las manos para guiarla recorrí mi abdomen bajo, sus manos bajaban lentamente por mi zona v bajo su atenta mirada, estaba tan ansioso y excitado hasta que decidió parar y dejarme así.

– lo siento yo.... Yo me tengo que ir.

– Irene solo un momento más, no te vallas – intenté convencerla.

– no. Lo siento – dijo mientras se alejaba.

– Irene – grite antes de que se fuera esperando que volteara y así lo hizo – disculpame por esto, fue muy imprudente– le dije con esperanza de que no se hubiera molestado aún más.

– está...está bien solo .... Bueno no importa, descansa.

Y así se fue a su cuarto y por otro lado a mi me esperaba una buena ducha de agua fría en honor a las caricias que un sentía en mi piel, la verdad creo que la deje con más preguntas que respuestas.....

Irene

Volví a mi habitación con la cabeza dando vueltas. Liam era un enigma que no sabía si quería resolver, pero algo en mi interior me decía que su presencia cambiaría mi vida de formas que aún no podía comprender.

Cuando finalmente me dejé caer en la cama, cerré los ojos, tratando de ahogar las emociones que amenazaban con desbordarse., el tacto de su piel seguía en mis manos, si cerraba los ojos aún podía sentir mis manos viajando por casi todo su cuerpo, por cobarde no seguí y creo que fue lo mejor pero por Dios... Qué lástima!!! Y para acabar justo cuando empezaba a relajarme, una voz familiar rompió la calma.