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Pasan lo que parecen horas cuando finalmente Xander regresa del lugar al que había ido cuando terminó de hablar con Jake, ha anochecido cuando el regresa con unas bolsas de lo que luce como comida, las que entrega a Fabiano y luego camina hacia mí.

-Hablemos un momento, por favor -Asiento y él toma mi mano apartándose del grupo que empieza a sacar lo que efectivamente era comida de las bolsas- Iremos por la chica -Suelta y se sienta en el aire, un disco negro aparece bajo él. Palmea el lugar a su lado indicándome que tome asiento, lo cual hago, y entonces el disco se eleva unos metros, supongo que realmente quiere hablar a solas, pero, sin que nadie interrumpa y teniendo control de lo que pasa con los demás- No iremos solo por la chica, iremos por el suero también, no podemos estar expuestos de esa manera, no planeo que tú padre nos tome por sorpresa y no voy a arriesgar a nadie, y eso te incluye, así que tomaremos una muestra de ese suero y veremos lo que realmente hace.

-Gracias

-No quiero que me des las gracias, Anahia, no he terminado de hablar -Me interrumpe. Me observa fijamente y comprendo algo en él, está enojado- No puedes tomar decisiones individuales cuando has dado un discurso sobre que estamos contigo, somos un equipo, pero, entonces cuando no estamos de acuerdo en algo, tu individualismo salta y te olvidas que todos estamos metidos en esto, por ti, porque queremos que estés bien, que estés a salvó, que vivas -El instante en que Xander se queda en silencio son como mil agujas clavándose en mi piel, él tiene razón, he dicho que somos un grupo, que estamos unidos y luego me aparto de todos cuando no hacen lo que quiero. ¿Qué clase de niña soy? ¿Soy una niña mimada?- Quiero verte de adulta, Anahia -Toma mis mejillas y me hace mirarlo, hay tanto en sus ojos negros que por un momento siento que no somos solo amigos, que él no quiere que seamos solo eso- Quiero que seas una mujer realizada, feliz, que cumplas todos los sueños ambiciosos que puedas llegar a tener. No puedes ponerte en peligro por salvar a los demás, antes está tu bienestar y escúchame bien, Anahia Altermayer, no voy a dejar que Wendell te tenga, así tenga que dejarme la piel en ello, Wendell no va a tenerte -Su sentencia hace que el corazón me lata de prisa, sé qué lo dice en serio, sé qué de ahora en adelante tendré sus ojos en mí, pero, algo de todo lo que dijo llega a mi corazón, y es que él quiere que yo tenga un futuro, lo cual me alegra y entristece a partes iguales porque en su descripción de mi futuro no está él, ni hay una relación con él y eso me parte un poco el corazón, quizás el beso significó más para mí que para él, quizás solo fue un impulso y no lo deseaba al igual que yo- Hey, ¿Qué sucede? Te has puesto triste de repente -Sacudo la cabeza y salgo de su agarre.

-No ocurre nada, tienes razón, debo dejar de contradecirme y ser más consciente del peligro. Lo lamento, Xander, realmente lo lamento -Él me observa por largos segundos y finalmente suspira.

-Nunca lamentes nada de lo que hagas, Anahia, yo no lo hago, nunca -Mientras pronunciaba su frase el círculo bajo del lugar donde estábamos. Él me da una mirada cargada de palabras que no entiendo y luego se aleja en dirección hacia donde está la comida. 

Mes 01, día 28/4.110

Es pasada la media noche cuando caminamos en las inmediaciones del bosque de Gea, en el extremo sur, lo que se traduce que estamos a unos pasos de entrar nuevamente en el imperio al que pertenezco, el imperio que me vio nacer y siento un poco de nostalgia porque toda mi vida he estado en este lugar y ahora se siente como si no pudiera poner un pie en él.

La noche anterior también estuvimos en las mismas, caminando hacia un imperio y hoy lo hacemos hacia otro, con una misión más arriesgada que la de la noche anterior. Me siento exhausta, pero enérgica a la vez y es que quiero terminar con ese asunto para poder tomar un descanso y seguir con el paso siguiente, aunque no sepa cuál es.

A mi lado, William observa el terreno con ojos entrecerrados, es casi como si lo estuviera buscando, no me sorprendería encontrarlo, con él nunca se sabe, parece estar en todos lados, así que mi mirada se agudiza y busco entre los pocos soldados que se ven transitando por este espacio el rosto de Wendell, pero, no lo encuentro, tal vez a esta hora está durmiendo, descansando, lo que espero sea el caso teniendo en cuenta que vamos a entrar a sus dominios.

Delante de mí, Xander y los suyos se detienen y el resto hacemos lo mismo.

-Muy bien, estamos aquí. ¿Dónde es el lugar? –Jake lo observa y luego mira al cielo, como si no estuviéramos cerca de donde se supone deberíamos estar.

-No es aquí, es en la isla de Ares, la Torre de Ares Alpha – Me estremezco de pies a cabeza y doy pasos hacia atrás. Esa torre, es la misma torre. ¿Es que acaso esa torre está diseñada para recluir a las personas?

-Anahia, calma –Jeremy toma mi brazo y me ayuda a mantener en pie mientras tengo un momento de pánico y un mareo se instala en mi cuerpo, lo siento pesado, casi creo que me falta el aire- ¡Carajo! Respira, vamos, respira. ¡William! – Creo que mi hermano llega hasta mi porque otras manos sostienen parte de mi cuerpo- Está teniendo un ataque de pánico, ayúdame a recostarla –Hacen lo que dicen y pronto siento la hierba húmeda en mi espalda- No pasa nada, Anahia, solo respira, no iras a ese lugar, puedes quedarte conmigo cerca.

-¿Lo prometes? –La debilidad no me gusta, pero, simplemente no me siento preparada para estar en ese lugar, no todavía.

-Sí, te lo prometo, te quedaras conmigo, me ayudaras a hacer guardia afuera mientras los otros entran al lugar –Veo por primera vez un poco de humanidad y empatía de parte de Jeremy hacia mí, lo agradezco, no es que él sea grosero y cortante conmigo, pero, desde que lo he vuelto a ver siento que trata de mantenerse alejado de mí, como si fuera indiferente a mi presencia.