Luz ©

11.

11.

No estoy segura si realmente hay una razón para que Xander tenga reservas con respecto a Yamato, pero, en este momento no creo que sea conveniente formular la pregunta, así que ignoro la mirada extraña de la que es receptor el dragón sentado sobre mi hombro izquierdo y encaro a Xander sin tapujos.

-¿Pensabas decírmelo?                       

-No -Sus ojos no abandonan a Yamato mientras responde mi pregunta. Es un alivio que Xander no me mienta, pero, no sé hasta que punto piensa que ocultarme las cosas es hacerme un bien.

-¿Por qué? Es mi vida la que está en juego, la de mi hermana, la tuya -Hago especial énfasis cuando pronuncio la última palabra- Somos un grupo, Xander, lo has dicho en varias ocasiones, pero, parece que esta vez eso no te impide ocultarme información.

-Dime que no te pasó por la cabeza entregarte a Wendell para detenerlo, dime que no pensaste que una vida sacrificada es mejor que tres, dímelo y admitiré que tuve un error al ocultarte la información -Por fin sus ojos se encuentran con los míos y hay tanta determinación en ellos que me siento apabullada.

-No estabas equivocado -Reconozco.

-Voy a protegerte, Anahia, y lo voy a hacer si tengo que ocultarte información, solo muerto -Sacude su cabeza- No, ni muerto, yo voy a dejar que tu padre sacrifique tu vida por su ex novia -Nos mantenemos en silencio, procesando lo que sus palabras significan, él no está dispuesto a que Wendell obtenga lo que quiere y desconozco realmente cuál es la razón.

-Wendell necesita tenernos a los tres, necesita matarnos, tú primero y cuando tu alma se haya ido, seguiremos Andrómeda y yo, juntas -No sé si está actuando o si la expresión de sorpresa es real, pero, continuo- pensé en separarnos, pero, Andrómeda me hizo ver qué esa no era la solución, no sabremos en qué situación está el otro, así que es mejor estar juntos y saber si Wendell tiene a alguno de nosotros -Xander asiente, al parecer de acuerdo con lo que Andrómeda me ha dicho- Él tiene hasta el día 13 del mes de 3, para reunirnos, si lo hace, ese día estaremos muertos -Las palabras me pesan en la boca, realmente estoy hablando de la posibilidad de estar muerta en menos de dos meses, ni siquiera llegaré a los 18 años.

>>Hodes nos envió por las bestias sagradas, ellos no pueden interferir ni pelear a nuestro lado, pero, pueden enseñarnos, necesitamos encontrarlos. -Xander me observa de una forma extraña, es casi como si me viera por primera vez.

-Has estado hablando con el dragón -Murmura. Asiento, aún cuando no está haciéndome una pregunta. Se retira de la pared en la que estaba apoyado y camina hasta estar frente a mi- Bien, tienes un plan, eres la jefa.

Bueno, una cosa es ponerme firme delante de Xander, otra lo es delante de toda su familia y amigos, y delante de los míos. Todo sonaba estupendo mientras estaba conversando con Yamato, ya no se siente así, y menos cuando él baja de mi hombro y toma su tamaño real, deja de ser el tierno dragón posado en mi hombro para ser esta enorme bestia que se cierne a mi espalda, en una postura que deja claro que meterse conmigo no es una opción, me siento cohibida.

-Entonces, tu idea es reunir a unas criaturas mitológicas que no estamos seguros si existen -Yamato hace un sonido que suena como un resoplido- De acuerdo, hay una alta probabilidad de que existan -Concede, Xean- ¿Cómo vas a hacerlo? ¿Tienes siquiera una idea de quién son las cuatro personas que necesitas?

-No, pero, Yamato sabe cómo encontrarlos -Aprieto mis manos cuando su mirada se posa en Yamato, el cual parece acercarse un poco más, su cabeza en alto.

-El primero que deben encontrar se llama Seiryū.

-El dragón -Yamato asiente ante la afirmación del abuelo de Xander, al parecer el señor Xean sabe mucho sobre esto.

-Para despertar a Seiryū, necesitas dos humanos, su protegido y su opuesto. El humano nacido al este de este mundo, que domina el elemento del agua, asociado a la primavera, lo que significa que trae fertilidad a la tierra. El agua se relaciona con un color

-El azul -Lo interrumpe, Magno, y luego le da una mirada a Jeremy, como si dijera, es él. Yamato sacude su cabeza.

-El agua se relaciona con el frío, la humedad, el profundo océano.

-Xander -Murmuro. Yamato tampoco puede darnos la información, pero, es lo suficiente osado para darnos pistas claras- Su aura es negra, fría.

-Nací en este imperio -Comenta Xander, tirando mi teoría a la nada.

-No, querido -Su madre niega con la cabeza y se acerca a él- Nunca hemos hablado sobre esto, pero, naciste cuando estábamos en el Imperio del Este, de camino al Imperio del Norte, estábamos en uno de los viajes que tu padre y los demás miembros del consejo hacían, Xandler insistió en que viajará con él porque el parto estaba cerca y, cuando se presentaron las contracciones, decidimos regresar a casa, veníamos en tren y nos tocó parar en un pueblo de ese Imperio, para buscar un doctor, así que naciste en ese Imperio, cariño -Lo único que hago es observar a Yamato mientras él mantiene la mirada en Xander. Sus ojos se desvían un instante hacia mí y me da un asentimiento de cabeza, es Xander, y su opuesto soy yo, así que soy una de las cuatro humanas que será la protegida de las bestias sagradas.



#156 en Paranormal
#55 en Mística
#5050 en Novela romántica

En el texto hay: magia, primer amor

Editado: 31.01.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.