Luz ©

20.

Mes 03, día 08/4.110

Xander

El supuesto pequeño coctel era todo menos pequeño y por supuesto no era un coctel, era una fiesta con todas sus letras que apenas acaba de terminar; el sol está empezando a asomarse mientras ayudo a Anahia y Andrómeda a llevar a sus dos ebrios hermanos y gracias a Dios Sophia se encarga de Jaqueline.

-No puedo creer que hayan bebido hasta este punto –Se queja Anahia mientras intenta sostener a William que se tambalea mientras tararea una canción que luego grita es para Jaqueline.

-Siendo franco, solo he visto a Jeremy estar ebrio un par de veces –Miro de reojo a Jeremy, él es un borracho melancólico y sé la razón por la que lo es, él solo toma cuando los recuerdos de Xara lo rebasan y quiere escapar de ellos.

-Como sea el caso –Interviene Sophia detrás de nosotros- Ellos deben estar buenos y sanos para esta noche.

-Lo estarán –Aseguro- Jeremy tiene un remedio para estos casos, él no bebe hasta perder la conciencia, pero, nuestros amigos sí, por lo que él siempre acude en su rescate.

-Me alegra escucharte decir eso.

-Solo necesitan descansar un par de horas después de eso y quedaran como nuevos.

-Todos necesitamos un descanso –Todos asentimos estando de acuerdo.

Cierro la puerta de la habitación de Jeremy lo más silenciosos posible, no quiero despertarlo. Hago movimientos con mi cabeza para quitar la tensión de mi cuerpo y froto mis ojos para después encontrarme con Anahia sentada en la ventana de su habitación, mirando lejos, perdida.

Verifico que William y Jackeline estén bien junto a Andrómeda que se encuentra dormida y voy hasta la habitación de Anahia, ella debería descansar, pero, no lo está haciendo y la razón es porque ella nuevamente está dándole vueltas a lo de Wendell.

- ¿No deberías estar descansando? –Le regalo una media sonrisa cuando sus ojos grises me miran, lucen tristes, así lo han hecho desde hace un par de días.

-No puedo descansar, estoy tentada a encender la televisión y ver cuantas personas es capaz de matar Wendell en unos pocos días –Esbozo una mueca ante sus palabras, me duele que ella le esté dando vueltas a una situación que no puede controlar, Wendell está desesperado por hacerla salir, tiene cinco días para encontrarla o su plan fracasará, por supuesto que el número de víctimas es mayor, él la conoce, sabe que esto le afecta y la está orillando a entregarse.

-Yuanfen, sé que es un tema delicado para ti, pero, no puedes seguir haciéndote esto –Voy hasta ella y me encargo de ubicar un mechón de cabello detrás de su oreja, llevo mi mano hasta su mentón y la hago mirarme- Wendell quiere que te entregues, de alguna manera él sabe que te enteraras de lo que está haciendo y quiere arrinconarte, quiere que te entregues, por favor, no lo hagas, no me dejes –Suplico, sus ojos grises se llenan de lágrimas contenidas, ella se pone de pie y se arroja a mis brazos. Suspiro de alivio cuando lo hace, en este momento ella está aferrándose a mí y me alegra que no quiera ir con él.

-Estoy tan desesperada, Xander, quiero que esto termine.

-Lo hará pronto, te lo prometo –Aseguro y le devuelvo el abrazo que me da con fuerza. Tal vez Anahia no lo sabe, pero, ella me tiene en sus manos y estos abrazos me mantienen cuerdo- Tal vez deberías ir a la cama a descansar, necesitarás todas tus fuerzas esta noche –Ella saca su cabeza de mi pecho y esos grandes ojos grises me observan, pidiéndome que no diga no.

- ¿Descansas conmigo? –Paso saliva, sin saber exactamente qué responder, no creo que sea una buena idea, especialmente porque debo hablar con Seiryū sobre lo que está pasando, sin embargo, la mirada que me regalan esos hermosos ojos no me deja decir que no.

-Por supuesto –Le devuelvo la sonrisa que ella me regala y la guio hasta la cama donde me encargo de ponerla bajo las sábanas y dejo un beso en su frente, queriendo dejarlo en otro lugar. Le regalo una sonrisa y doy media vuelta dispuesto a irme al sofá cuando ella me toma del brazo.

-No te vayas, quédate conmigo –Ambos nos paralizamos por lo que ha dicho, sin saber qué hacer. Ella está aquí, conmigo, pidiéndome que me quede con ella y no sé cómo se supone que deba actuar, ni siquiera sé qué pensar al respecto. Ella es Anahia, la mujer que amo, no creo poder estar tan cerca de ella sin decirle lo que siento, pero, por otro lado, quiero hacerlo, solo por un momento quiero no pensar en que ella es Anahia y yo soy Xander, la blanca y el negro, por un momento quiero ser solo un hombre que está con la mujer que mueve su mundo.

Cierro los ojos con fuerza mientras pienso si podre irme tranquilo de aquí si le digo que no y la respuesta llega inmediatamente, no puedo hacerlo, no puedo decirle que no, por lo que me acerco a la cama nuevamente y me acuesto a su lado, de costado, ambos mirándonos fijamente. Llevo una de mis manos hasta su rostro y me permito hacer eso que siempre he querido hacer, paso las yemas de mis dedos por sus mejillas, por su nariz, por ese lugar entre sus cejas y me deleito cuando ella cierra sus ojos y disfruta de mis caricias; contengo el aliento cuando su boca queda entreabierta al pasar mis dedos por sus labios. Respiro profundo.

¡A la mierda!

Llevo mi mano a la parte trasera de su cuello y la atraigo hasta mí uniendo mis labios a los suyos. Si no estoy mal, esta es la tercera vez que nos besamos y es tan arrolladora como las otras dos que cierro los ojos y dejo que el momento me embriague, dejo de pensar y me encargo de sentir y disfrutar todo de este beso, de su piel y del calor que desprende. Me siento eufórico, libre y feliz.

-Yuanfen¸-Me detengo un momento, no puedo más, ella tiene que saberlo- No sé cómo decir esto, ni siquiera sé si debo hacerlo, pero, quiero hacerlo, es lo que mi corazón me dice que haga porque tal vez, mañana, pueda arrepentirme de no haberlo hecho –Ella junta sus labios nuevamente con los míos y por un momento olvido lo que estaba a punto de decirle- Yuanfen, no puedes interrumpirme a medio discurso, mira que estaba muy emocionado diciéndote que –Ella vuelve a unir mis labios a los suyos y esta vez sonrío- Estas siendo mala –La acuso y ella me obsequia una de sus hermosas sonrisas.



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En el texto hay: magia, primer amor

Editado: 28.07.2025

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