Siento que voy a ahogarme cuando ella pasa por delante de mí y puedo ver claramente que es ella, mi madre.
Ella está viva, ¡Está viva!
No puedo creerlo. Mis ojos se llenan de lágrimas de felicidad y quiero correr hasta ella y darle un fuerte abrazo.
-Mamá -Susurro con anhelo y doy unos pasos hacia ella cuando mi brazo es sujetado deteniendo mi caminata. Inmediatamente mi mirada va hacia la mano de Xander y quiero quitarla de allí porque él no puede estar haciéndome esto.
-Ana, ¿A dónde vas?
-Tú también la viste, es mi mamá -Susurro siendo consciente que está conversación debe ser privada. Xander deja de sujetarme el brazo y traslada su mano hacia mi cintura e intenta guiarme hacia algún lugar, pero, no me muevo, yo quiero ir con mi mamá.
-Ana, por favor, ven conmigo.
-No voy a hacer eso, ella está ahí, quiero verla, hablar con ella.
-Me parece que la emoción no te ha dejado ser consciente de algo, la han llamado Lara O’connell, la Ductrix Alpha, aquí, en Imperium A, ella no es Wendy Altermayer aquí ella es otra persona -Observo a Xander asimilando sus palabras, la expresión en su rostro me dice que esto es grave, él está preocupado por mi- Yuanfen, ella es la cabeza de Imperium A, tu madre es la líder de los humanos Clase A -Mi mundo se detiene con esas palabras. Mi madre, la mujer que he amado toda mi vida, la única de mis padres que pensé que no tendría un secreto conmigo tiene un secreto igual de grande que él. Ella tiene otra vida, igual que Wendell.
Ella me ha mentido.
Mi corazón deja de estar feliz y emocionado por ella y pasa a estar herido y resentido. ¿Qué clase de padres nos tocó a William y a mí? ¿Por qué?
Mi mirada va hacia mi madre que está ocupando el lugar central en la mesa ubicada en medio del salón, ajena a que sus hijos estamos aquí, viéndola.
William llega hasta mí y su cara es de conmoción, esto es tan extraño para nosotros.
-Nahi, es mamá -Susurra, pero, en su voz no se nota la alegría que seguro se notaba en la mía. William la mira, igual que yo lo hago y estoy segura que ve las diferencias que veo yo con esta persona y nuestra madre, si bien Wendy Altermayer era una madre exigente, su rostro siempre se iluminaba con la presencia de sus hijos, era dulce, cariñosa e incluso parecía feliz y complacida con su vida, sin embargo, está mujer enfundada en un vestido blanco y azul se ve dura, inquebrantable, exigente, autoritaria, luce como alguien inaccesible.
-Esa de ahí no es nuestra madre -Declaro y mis ojos se llenan de lágrimas que me esfuerzo por no derramar. Me acerco más a William, todo esto delante de Xander que no nos deja solos ni un segundo y puedo ver al resto de nosotros pendientes de William y de mí, pero, sin acercarse, seguro para no llamar la atención- Escúchame, Iam, esa de ahí no es nuestra Wendy.
-Por supuesto que no -Veo cambiar el gesto de mi hermano y dirigirle una mirada dura a mamá- Wendy nunca existió, ella es igual a él -William le da una última mirada y luego me mira a mi- Mantengámonos alejados de ella y hagamos lo que vinimos a hacer y que ella y papá no son capaces de hacer, salvar tu vida -Lo veo dar media vuelta y acercarse a Jackeline que lo recibe con un abrazo y un beso que desde aquí denota dulzura. Le pido con mi mirada que lo cuide cuando nuestros ojos se encuentran y ella asiente.
-Yuanfen -Me giro hacia Xander bruscamente y lo miro a los ojos, no quiero que me mienta.
-Lo sabías -Lo acuso, no lo pregunto y, aun así, el asiente lentamente, midiendo mi reacción.
-Sí y no, sabía que se llama Lara O’connell y que era una de los líderes de los humanos Clase A, no tenía idea de su rango.
- ¿Por qué no me lo dijiste?
-Lo supe cuando Wendell te tenía encerrada en esa torre, estaba más interesado en rescatarte que en decirte algo sobre tu madre. Luego lo olvidé.
- ¿Qué más sabes de ella?
- ¿De ella? -Parece pensárselo un momento y al final decide decírmelo- Tienes un tío, a decir verdad, lo aprecias mucho, es tu profesor, Richard O’connell -Jadeo, ganándome la mirada curiosa de algunos a nuestro alrededor. Xander se acerca más a mí y habla en susurros para que solo los dos podamos escuchar- Será mejor que dejemos esto para después, podemos aprovechar el baile para contarte lo que sé.
-No creo poder hacerlo, Xander -Confieso y sus ojos me miran con ternura y un toque de preocupación. Desearía tener mi aura para saber qué piensa de todo esto.
-Tenemos un objetivo, tu vida, yo te ayudaré, iremos hasta ella, haremos la reverencia, el baile y luego pediremos la audiencia con ellos.
- ¿Qué pasa si no quiero hacerlo? ¿Qué pasa si no quiero hablar con ella y no quiero su ayuda? -Xander me observa, en silencio, meditando mis palabras. Veo un brillo extraño en sus ojos, como si tuviera la respuesta, pero, no quisiera usarla.
-Sí no quieres esto, nos iremos -Declara y un aura lúgubre lo envuelve- Venceremos a Wendell y a su cómplice, vivirás, así me deje la poca humanidad que tengo en ello. -Sus palabras me dan escalofríos, tengo incluso miedo de preguntar.
-Gracias -Su gesto se suaviza cuando pongo mi mano en la parte izquierda de su pecho y me inclino para dejar un beso en sus labios, es apenas un rose, pero, ambos sabemos lo importante que es.