Capítulo 2

James: puedes guardar silencio y ocultar tu olor. Necesito pensar demasiado bien y precisamente ya se lo que tengo que hacer en este momento, porque ella estará a mi lado para siempre.

Hans: como usted ordene alfa. Dígame que es lo que tiene pensado hacer para saberlo y así podre aconsejarlo como los amigos que siempre hemos sido.

James: muchas gracias y cuando lo necesite te pediré un consejo. Ahora solamente vamos a seguir a mi alma gemela, quiero saber en dónde vive.

Lucía y su hermano se suben a la camioneta para ir rumbo a su casa. Ella se sentía triste porque su mate se fue, pero le dice a su loba Victoria que eso era lo mejor y les dolía demasiado su rechazo. Nada más que ellos no tenían secretos y ella le había contado lo que había pasado en la feria

Leonardo: puedo sentir tu tristeza, hermanita. Él simplemente se lo pierde y algo que no me gusta es verte así, porque siempre quiero verte feliz.

Lucía: gracias por darme ánimos, Leonardo. Necesito decirte que te quiero mucho por estar a mi lado apoyándome y no quiero que nuestros padres se enteren de esto, por favor.

Leonardo: yo te quiero mucho más. Pienso respetar lo que me acabas de pedir, además acabamos de llegar a la casa y debemos de bajarnos de la camioneta.

El ayuda a bajar a su hermana de la camioneta. Lucía toma su bastón y con ayuda de su hermano entra a su casa para dirigirse a su recámara y tiempo después sus padres habían llegado

Helena: siento que algo le paso a nuestra hija cuando estamos en la feria. Sera mejor que vaya a su recámara a verla y después de que lo haya hecho te alcanzo.

Sebastián: entonces debes de ir a su lado, mi luna. Estoy seguro que debe de ser tu imaginación y sé que no vas a estar tranquila hasta que lo haga, pero ella te estará esperando para que le cuentes otras de tus historias.

Helena: jamás voy a poder evitar preocuparme por nuestra hija. Lucía y su hermano son lo más importante que tenemos en esta vida y siempre debemos de protegerlos.

Ella se despide de su esposo para dirigirse a la recámara de su hija y cuando llega toca su puerta, pero pasa hasta que dice que puede hacerlo, Helena pasa para después tomar asiento

Lucía: esta noche quiero que me cuentes la historia luz de luna. Porque es mi favorita y es la única que me da la oportunidad de soñar con el amor verdadero.

Helena: no te cansas de la misma historia y por esa razón tu padre y yo te decimos luz de luna. Pero está bien, solo lo hago para que seas feliz en tu mundo de fantasía y sé que muy pronto encontraras el amor en tu alma gemela.

Luz de luna

Hace mucho tiempo existió una mujer lobo llamada Artemisa que todas las noches le pedía a la diosa luna que su alma gemela la encontrará, así paso el tiempo y todavía, no lo encontraba hasta que un día menos esperado la diosa luna al ver la tristeza de Artemisa por no tener a su alma gemela se conmovió demasiado, ella le envío una señal y cada vez que había un reflejo de luz de luna veía el rostro de él.

El día menos esperado al fin se encuentran y le dice al fin te encontré sabía que eras real, el joven llamado Logan la carga entre sus brazos aspirando su olor diciendo pensé que jamás te iba a encontrar, llevándola a donde pertenece para convertirla en la luna de su manada.

Así pasaron los años y la diosa luna bendijo esa unión, ellos fueron felices y tuvieron tres hijos maravillosos que eran la alegría de la pareja.

FIN

Lucía: muchas gracias por contarme la historia, mamá. Definitivamente es la que me ha gustado de todas las que me has contado y sobre todo siempre será mi favorita.

Helena: llego el momento de despedirme de ti para que te puedas dormir. Espero que te encuentres bien, porque te siento diferente y esta conversación la vamos a seguir en la mañana.

Ella sale de la recámara de su hija para ir a la suya y Lucía poco a poco cierra sus ojos hasta de que repente sintió que alguien le había tapado su boda

James: no puedo creer que pensaste que te iba a dejar ir y en ese sentido estabas completamente equivocaba. Porque espere tanto tiempo por mi luna y nunca debes olvidar que eres mía.

Lucía: pensé que me ibas a rechazar y eso sería lo mejor. Seguramente te diste cuenta de que estoy ciega, no puedo valerme por mi misma y lo que menos quiero es ser una carga para ti.

James: necesito pedirte perdón por entrar de esta manera a tu casa. No me dejaste otra opción, nunca olvidare que querías escapar de mí, eso no lo pensaba permitir por ningún motivo, vine por ti mi luna. Porque voy a llevarte a mi manada y ese es el único lugar donde te corresponde estar, pero si tú no tiene luz en tus hermosos ojos yo voy a ser la luz que ilumine tu camino.