James: seguramente quería esperar hasta que viniera por eso estoy aquí. No puedo estar mucho tiempo separado ella sabiendo que está cerca de mí.
Hans guardaba silencio por poco pensaba que iba a perder el control, pero al fin se pudo tranquilizar, no quería ver a su alfa enojado y en verdad esperaba que cambiara su carácter estando a su lado.
Sebastián: si me llegó a enterar que le haces daño voy a ir por mi hija. Porque su felicidad es muy importante para mí, además no me va a importar nada más que no sea Lucía.
James: ella está de acuerdo conmigo, yo sería incapaz de hacerle daño a mi mate y nadie nunca me va a separar de mi luna y su felicidad está a mi lado como debe de ser.
El padre de Lucía sale de su despacho para hacerla llamar. Ahora tenía que esperar a ver qué le decía ella de todo esto y a los pocos minutos llega sintiendo el olor de su mate y lo primero que hace es saludar a su padre. James se acerca a lado de ella para decirle buenos días mi luna y por último le deposita un beso en su mejilla. Hans los observa y se acerca a ellos para posteriormente saludarla
Hans: por fin conozco en persona a la luna de nuestra manada y quiero que me permita guardarle mis respetos, mi nombre es Hans y soy el beta del alfa.
Lucía: mucho gusto, Hans. Espero que seamos buenos amigos, ya que eres el beta de la manada de mi pareja eterna y seguramente eres su mejor amigo.
Hans: yo también lo espero y en mi encontrará un amigo incondicional igual como lo ha hecho el alfa. Solamente necesita tenerle paciencia.
Lucía: eso debería ser al revés, ya que somos diferentes y el tendrá que cuidarme siempre. Aunque presiento que no será difícil para el hacerlo.
Hans: tiene toda la razón. Además, debería dejar esta conversación, porque el alfa no me está viendo con buenos ojos y su padre tampoco.
El padre de Lucía le dice que tome asiento y ella así lo hace, pero todos ellos también lo toman y Sebastián no sabía por dónde empezar hasta que al fin empieza hablar
Sebastián: es verdad que el alfa de la manada luna roja es tu mate. Eso es algo que no lo puedo creer todavía y quiero escuchar la verdad.
Lucía: si, padre ayer nuestras almas se reconocieron por primera vez y necesito pedirte perdón por no decirte nada. Porque pensé que él me iba a rechazar.
Sebastián: ahora la pregunta más importante sería si te quieres ir con él a su manada a ocupar el lugar que te corresponde por ser su luna.
Lucía: me quiero ir con él, por favor. James me aceptó y sobre todo no le importa mi ceguera, solamente que esa es la mejor prueba de amor que él me puede dar.
Sebastián: me da mucho gusto por ti hija. No me queda más que aceptar la decisión que ya tomaste, quiero que te cuides mucho y el lugar en donde vas a estar será nuevo para ti, pero nunca me perdonaría que te pasará nada.
James: para eso estoy yo para cuidarla y protegerla de todo lo malo. Lucía esta siempre segura a mi lado, así que no tendrá que seguir preocupándose por ella.
Sebastián: mis hijos son importante para mí. Aunque mi hija se vaya contigo, recuerda que está siempre seguirá siendo su casa y será bienvenida a estar entre nosotros.
Lucía: eso ya lo sé, padre. Además, los extrañare porque mi vida sin mi familia hubiera sido diferente ya que recibí de ustedes verdadero cariño fraternal.
Sebastián: hicimos lo que era correcto para ti, mi niña. Ahora que tomaste tu decisión no pienso hacer nada para impedir tu felicidad y solo faltaría que haga llamar al resto de la familia para que te puedes despedir de ellos.
Él sale nuevamente de su despacho y los hace llamar. Ellos tiempo después llegan, pero Helena no sabía lo que estaba pasando y ellos toman asiento para saber de qué se iba a tratar esta reunión tan inesperada
Helena: buenos días tengan todos ustedes. Necesito que me digan a qué se debe está reunión donde está toda la familia reunida, pero esto es demasiado extraño.
Leonardo: me puedo imaginar de qué se trata y en unos cuantos minutos conocerás todas las respuestas, así que lo único que debemos de hacer es guardar silencio.
Sebastián: lo que pasa es que nuestra hija encontró a su mate el día de ayer y es el alfa aquí presente llamado James Richardson Campbell.
Leonardo: acaso vas a permitir que se lleve a mi hermana. Eso no lo puedes permitir, Lucía necesita cuidados especiales y siempre debe de tener una persona que la este cuidando.
Sebastián: necesitamos respetar su decisión y si por mi fuera ella no se iría de casa, pero ella también debe de ser feliz al lado de su pareja eterna.