La pruebe de valor

El tercer día en la Academia de Magia de Eldoria comenzó con una atmósfera de expectación en el aire. Lira se levantó temprano y se dirigió al comedor, donde se encontró con Liora y otros estudiantes de primer año. Después de compartir un desayuno animado, los estudiantes se dirigieron a sus respectivas aulas.

La primera clase del día para Lira y Liora era Duelos Mágicos, una asignatura que prometía ser tanto desafiante como emocionante. El aula estaba situada en una gran sala abierta con un suelo de piedra y murales de antiguos duelos mágicos decorando las paredes. La profesora, una mujer imponente llamada Morgana, los esperaba con una sonrisa enigmática.

"Buenos días, estudiantes," dijo Morgana con voz autoritaria. "Hoy aprenderemos los fundamentos de los duelos mágicos, una habilidad crucial para cualquier hechicero. No solo se trata de poder, sino también de estrategia y control."

La clase comenzó con una demostración de la profesora Morgana, quien mostró varios hechizos defensivos y ofensivos. Los estudiantes observaban con asombro mientras ella movía sus manos con gracia, lanzando destellos de luz y energía mágica. Lira estaba ansiosa por probar los hechizos ella misma y demostrar su valía.

"Ahora es su turno," dijo Morgana, señalando a los estudiantes para que formaran parejas. Lira y Liora se miraron con complicidad y se unieron para practicar los hechizos que acababan de aprender.

Empezaron con hechizos básicos de defensa, creando escudos mágicos y bloqueando los ataques simulados de sus compañeros. Lira se concentró en canalizar su energía mágica, sintiendo cómo fluía a través de sus manos y se manifestaba en forma de un escudo brillante. Liora, por su parte, mostró una habilidad natural para la magia ofensiva, lanzando pequeños rayos de luz con precisión.

"Estás haciendo un gran trabajo, Lira," dijo Liora, sonriendo ampliamente. "Creo que tienes un don para la magia defensiva."

"Gracias, Liora," respondió Lira, sintiéndose alentada por las palabras de su amiga. "Y tú eres increíble con los hechizos ofensivos. Hacemos un buen equipo."

A medida que la clase avanzaba, Morgana les pidió a los estudiantes que demostraran lo que habían aprendido en un pequeño duelo amistoso. Lira y Liora se enfrentaron a otra pareja de estudiantes, mostrando sus habilidades recién adquiridas.

El duelo comenzó con Liora lanzando un hechizo de luz que fue bloqueado rápidamente por el escudo de uno de sus oponentes. Lira aprovechó la oportunidad para lanzar un hechizo defensivo, protegiendo a Liora de un contraataque. Las chispas de energía mágica llenaron el aire mientras los estudiantes intercambiaban hechizos y maniobras estratégicas.

Finalmente, Morgana dio por terminado el duelo, aplaudiendo a los estudiantes por sus esfuerzos. "Excelente trabajo, todos," dijo. "Recuerden que los duelos mágicos no se tratan solo de ganar, sino de aprender y mejorar. Cada experiencia es una oportunidad para crecer."

Después de la clase de Duelos Mágicos, Lira y Liora se dirigieron a su siguiente clase: Encantamientos. El profesor, un hombre de apariencia amable llamado Cedric, les enseñó a lanzar hechizos para imbuir objetos con propiedades mágicas.

"Hoy aprenderemos a encantar objetos cotidianos," explicó Cedric. "Esto es útil no solo para la batalla, sino también para la vida diaria. La magia puede facilitar muchas tareas si se usa correctamente."

Lira y Liora practicaron encantando objetos pequeños, como plumas y piedras, haciéndolos levitar y brillar con luz mágica. Lira se sintió fascinada por la versatilidad de la magia y por cómo podía aplicarse de tantas maneras diferentes.

Después de un día lleno de clases y entrenamiento, Lira y Liora regresaron a sus dormitorios, agotadas pero satisfechas. Esa noche, mientras se preparaban para dormir, Lira reflexionó sobre todo lo que había aprendido y experimentado.

Sabía que su viaje apenas comenzaba y que todavía tenía mucho por descubrir. Pero estaba decidida a enfrentar cada desafío con valentía y a seguir creciendo como hechicera. La Academia de Magia de Eldoria era un lugar lleno de misterios y oportunidades, y Lira estaba lista para aprovechar al máximo cada momento.

Con estos pensamientos en mente, Lira se quedó dormida, soñando con los desafíos y las aventuras que le esperaban en su camino hacia convertirse en una gran hechicera.

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