Luz y oscuridad.

OCHO

Siento que yo no puedo respirar más así que subo a la superficie para que mis pulmones tengan aire, cuento hasta cinco y llego encontrándome con el hermano de Lesly.

—Pensé que ya te habías ahogado.—Me dice Andrew sentado en el borde de la piscina.—Me hubiese alegrado mucho.

—No me digas que estas resentido por el susto, solo fue una pequeña broma.—Me burlo, mirando a su hermana besarse con Demian en las tumbonas cerca de la piscina.

—Si, amiga, yo también tengo envidia de la buena.—Miro a Andrew sonreír.—El tuyo esta que te come con la mirada desde que llegaste en bikini.

—Claro.—Bufo.

—Te digo que hasta yo me he calentado, amiga.—Me guiña el ojo. Se mete a lo profundo del agua tras dedicarme una sonrisa divertida.

Niego con la cabeza y salgo de la piscina mirando mis muslo a ver si no queda ninguna marca y no, no se ven. No saben el gran alivio que tengo de poder usar el bikini como se debe sin tener que tapar nada.

Hace una semana que paso el juicio, no quise asistir, se que me llamarían cobarde por no dar la cara pero lo hecho, hecho esta, ademas no quise cargarle otro pequeño gran dolor a su madre cuando lo sentenciara. No quise estar presente cuando eso pasara, me duele, ¿sabes? Saber que una persona que quise demasiado esta tras las rejas por un tiempo duele, mas cuando es mi culpa.

Solo se que mi ex-suegra ha llegado a mi casa el viernes en la tarde abrazándome siendo un mar de lagrimas cuando me dijo que tendrá un año y dos meses tras las rejas por maltratador, ella también testificó y eso le cargo el tiempo establecido privado de libertad. De verdad admiro a esa mujer como a nadie, sigue de pie aunque su vida se este derrumbando. Quiso decirme que se irá por un tiempo hasta que su hijo salga, con su madre, la abuela de Nicólas que vive en las afueras de la ciudad y siendo sincera, le va muy bien y me alegra mucho por ella. Estoy a salvo de el, estuve muy ansiosa por saber si lo meterían a la carcel o no.

Sentí un alivio en mi interior cuando escuché aquello, aparte de que no podía pasar desapercibido que fuera a un juicio a escondidas de mis padres. Las marcas en mi piel se desvanecieron por completo gracias a una crema que Luke me ha conseguido de las peleas clandestinas, sigo odiando que este metido en eso pero también se lo agradezco porque por eso, puedo estar calmada mostrando mis muslo en vestidos, shorts o faldas. Me siento bien porque no entro en pánico a cada nada.

—¿Agua fresca?—Pregunta Max quitándose los lentes oscuros.

—Demasiado.—Respondo pasándome la toalla por el cabello.—Deberías entrar.

—No gracias, estoy cómodo con esta ropa.

Usa un pantalón jeans negro y una camisa de botones blanca, unas de las que le elegí.

Sonrío un poco y me pongo la bata.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Sorprendeme.

—¿Por que haz estado nerviosa toda esta semana?—La pregunta me toma por sorpresa y tardo en responder.—Esta bien si no lo dices, solo es una pequeña curiosidad.

—Solo fue tensión momentánea, ya estoy bien.—Digo, forzando una sonrisa.

El me devuelve la sonrisa aunque nota que no estoy bien o que la pregunta me ha incomodado pero no dice nada de ese tema .

—¿Que quieres hacer en la tarde?—Me pregunta, sacando dos papeles.

Sonrío ampliamente cuando pone los dos en su palma.

Elijo uno sin pensar.

—Gana.—Digo, acostándome en la tumbona.—¿Que tipo de música te gusta?

—No tengo un gusto en especifico, escucho de todo un poco.

—Ven conmigo.

—¿No es casa de Lesly?

—Es como una segunda casa para todos nosotros, aunque la hemos tomado como para simplemente pasar el tiempo ya que su ambiente hogareña se ha perdido con el tiempo.—Entramos a la casa por la puerta trasera y veo el sofá en perfecto estado.—Espérame aquí, ya vuelvo.

Salgo casi corriendo escaleras arribas dejándolo en la sala, entro en la habitación buscando los auriculares que me traje anoche.

Tenia que tomarme un día diferente fuera de casa así que me he venido con mis amigos aquí. Me sentía muy agobiada y asfixiada en mi casa.

Los consigo y bajo de nuevo con mi móvil en mano que había dejado cargando. El esta viendo toda la casa y luego me ve a mi, con una sonrisa ligera.

—Siéntate.—Lo invito, me siento con el en el sofá, poniendo la música en mi móvil, luego conecto los auriculares y le doy uno.

—¿Que vas a ponerme?—Me pregunta curioso.

—Ya lo sabrás.—Respondo igual que el, causándole una risa suave.

Le doy Play a la música y Nathan Wagner suena para nosotros cantando Don't Forget Me.

El me quita el mio y escucha la canción el solo, mirándome de reojo. Sonrío y le cargo todo mi peso al sofá.

Max me pasa el brazo en el respaldar del sofá, siento una cercanía de sus dedos pero no llega a tocarme. El cierra los ojos aun con los auriculares y lo miro, lo primero que veo es su mandíbula bien marcada, un cuello que no sabia si se podía ser lindo, pero en el lo es, la manga de la camisa es corta y puedo ver los tatuajes que tiene en el brazo, la araña que ya había visto antes y así como anteriormente no puedo ver mas allá de eso y por ultimo miro sus labios por mas tiempo de lo que debería, el se pasa la lengua por ellos y siento mis mejillas arder.

Idiota.

El abre los ojos y rápidamente volteo a mirar otra cosa, en este caso la mesa que esta frente a nosotros.

—Excelente canción.—Sonríe.—¿Por qué me la haz mostrado?

—Me gusta compartir mis gustos musicales.

—Vale, ¿Con quien lo haz hecho?

—Lesly, Andrew y mi hermano.—Digo con una sonrisa cuando veo que Andrew lanza a Lesly en la piscina.

—¿Y tu novio?—La pregunta me tensa inmediatamente.—¿No compartías tus gustos con el?

—No, siempre escuchábamos la música que estaba de moda al momento.—Respondo, eligiendo otra canción.—¿Quieres escuchar otra?




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