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Mi nombre; María de la Visitación, y nací en 1495 en la ciudad de Ávila, España. Era hija de una familia noble y desde joven sentí una gran devoción por la fe católica.
Recuerdo que mi vida cambió drásticamente cuando ingresé en el convento de las Carmelitas Descalzas en Ávila. Me sentí llamada a una vida de oración y servicio, y me entregué completamente a la voluntad de Dios.
Pero mi vida en el convento no estuvo exenta de desafíos. Me acusaron de tener visiones y experiencias místicas que se consideraban peligrosas y herejes. Me sometieron a interrogatorios y juicios, y me acusaron de fingir mis experiencias para llamar la atención.
Me sentí sola y abandonada, pero nunca perdí la fe. Sabía que mis experiencias eran reales, y que Dios me había llamado a una misión especial.
Finalmente, después de muchos años de lucha y persecución, fui declarada inocente y mi orden religiosa fue aprobada por la Iglesia. Pero mi experiencia me había cambiado para siempre.
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María de la Visitación fue torturada durante su encarcelamiento. Aunque no hay detalles explícitos sobre las torturas que sufrió, se sabe que fue sometida a interrogatorios intensos y a técnicas de tortura para intentar hacerla confesar sus supuestos pecados,
fue sometida a la "tortura de la soledad", que consistía en mantenerla encerrada en una celda oscura y solitaria durante largos períodos de tiempo. Esta técnica de tortura psicológica era diseñada para debilitar su espíritu y hacerla más susceptible a las acusaciones.
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La Inquisición no ejecutó a María de la Visitación por varias razones:
1. Influencia de la nobleza: María de la Visitación era miembro de una familia noble y tenía conexiones con la aristocracia española. Esto le dio una cierta protección y evitó que la Inquisición la tratara con la misma brutalidad que a otras personas acusadas de herejía.
2. Apoyo de la Iglesia: Tenía el apoyo de algunos miembros de la Iglesia católica, incluyendo al propio Papa. Esto le dio una cierta legitimidad y evitó que la Inquisición la considerara una hereje peligrosa.
3. Falta de pruebas: La Inquisición no tenía pruebas concretas de que María de la Visitación hubiera cometido herejía o brujería. Aunque la acusaron de tener visiones y experiencias místicas, no había evidencia de que hubiera hecho algo malo.
4. Cambios en la política de la Inquisición: En el siglo XVI, la Inquisición estaba cambiando su enfoque. En lugar de centrarse en la persecución de herejes y brujas, estaba empezando a enfocarse más en la reforma de la Iglesia y la lucha contra la Reforma Protestante.
En resumen, la combinación de la influencia de la nobleza, el apoyo de la Iglesia, la falta de pruebas y los cambios en la política de la Inquisición contribuyeron a que María de la Visitación no fuera ejecutada.