Trabajo editando videos para un canal de YouTube de exploración urbana.
La mayoría son cosas falsas: casas abandonadas con ruidos grabados, muñecas puestas estratégicamente… nada real.
Hasta que recibí el último material.
No tenía título. Solo una carpeta con once videos numerados.
El primero empezaba con un chico grabando en lo que parecía un hospital abandonado. Todo normal… hasta que noté que nunca giraba la cámara hacia sí mismo.
Siempre enfocaba frente a él, como si supiera que algo lo seguía.
En el segundo video, había marcas rojas en las paredes.
Las manchas goteaban.
El micrófono captaba un ruido como de algo arrastrándose.
Del sexto en adelante… el chico ya no hablaba.
Solo respiraba, como si corriera, y sus manos temblaban al sostener la cámara.
En el octavo, la linterna cayó al piso y lo que vi… no era humano.
Estaba muy erguido, pero sus brazos llegaban hasta el suelo.
Sus dedos eran tan largos que raspaban el piso, dejando marcas frescas.
La criatura no se movía, solo sonreía.
Demasiado amplia para una boca normal.
El último video duraba treinta segundos.
No había imagen, solo audio.
Un golpe fuerte, un gemido ahogado… y un susurro que me heló:
—No apagues la cámara. Ahora sigues tú.
Anoche, mi teléfono grabó un video solo.
No lo toqué, no estaba desbloqueado… pero hay treinta segundos de mí durmiendo.
Y al final… algo sonriendo detrás de mí.
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espectros sobrenaturales, fantasmas y maldiciones, brujas y magia
Editado: 24.08.2025