El mar estaba en calma cuando el barco encalló.
Fue al atardecer, cuando escuchamos el canto.
No era melodía... era como si alguien hablara dentro de mi cabeza, prometiéndome cosas que nunca pedí.
Al acercarnos a la borda, las vimos.
Desde la cintura hacia arriba parecían mujeres jóvenes, de piel pálida y cabellos que flotaban como algas.
Pero sus ojos... sus ojos eran completamente negros.
Sonreían, mostrando dientes finos como agujas.
Uno de mis compañeros les lanzó comida.
Ellas rieron.
Y en un solo movimiento, se aferraron a sus brazos, tirando con tanta fuerza que lo escuchamos gritar antes de que la superficie se tiñera de rojo.
Cuando volvió a salir... ya no tenía el rostro.
Solo hueso y carne colgando.
Saltamos al bote de emergencia.
Pero bajo el agua, algo golpeaba el casco.
Las vimos nadar en círculos, veloces, dejando un rastro de burbujas.
Sus colas no eran de escamas, sino de carne viva, con espinas afiladas que cortaban como cuchillas.
La última imagen que recuerdo es una de ellas trepando al bote, el cabello pegado al rostro, cantando tan cerca que sentí su aliento frío.
Cuando sonrió, vi trozos de carne humana entre sus dientes.
Desperté en la playa, solo.
Pero el canto sigue en mi cabeza, y cada vez que me acerco al agua... siento que mis pies caminan hacia ella sin que yo lo quiera.
#1605 en Fantasía
#866 en Personajes sobrenaturales
#108 en Terror
espectros sobrenaturales, fantasmas y maldiciones, brujas y magia
Editado: 24.08.2025