ORDEN DOS: EL MAS DEBIL.

Kayn saltaba de roca en roca, esquivando los enormes pilares que el Demon Lord y sus secuaces arrojaban hacia él. Rayos de luz surgían verticalmente de los pilares en cuanto saltaba. No obstante; Kayn se adelantaba a la mayoría de los ataques, dejando detrás una fuerte explosión por los ataques.

El Demon Lord lucía en un porte alto y musculoso, enfundado una oscura armadura cubierta de afilados pinchos púrpuras. Desde su coraza, lanzaba ráfagas de energía hacia Kayn, quien las desviaba con su espada en el aire. Su más cercano secuaz era el encapuchado que había iniciado el ataque en la plaza, utilizando su voz distorsionada "Toka: Engaño" para intentar confundir a Kayn.

"Las ráfagas de la armadura son señuelos para desestabilizarme. Quieren que me confunda y no pueda anticipar su próximo ataque", pensó Kayn, analizando fríamente la situación.

De un salto, Kayn se elevó en el aire, rodeado repentinamente de nuevos pilares invocados por el Demon Lord mediante el sello Muna. Miles de haces de luz fueron disparados hacia él, más Kayn ya había anticipado dicho ataque. La única forma de vencer, o al menos alejar al Demon Lord de la gente, era poder ganar espacio para llevar el combate a donde él quisiera.

Los rayos impactaron en su cuerpo, pero el daño fue mínimo gracias al hechizo "Nami: Escudo" que Kayn había aplicado a su espada, reduciendo el 70% del daño. Sin embargo, la onda de choque lo envió volando por los aires, perseguido de cerca por los demonios. Kayn apretó los dientes, determinado. Esta batalla apenas comenzaba.

Hace aproximadamente doce horas atrás...

Una reunión dirigida por un archidemonio de nombre Vulture había sido convocada. Dicha asamblea fue situada a las orillas de la galaxia (Terreno Demonio) con el fin de llevar a cabo un plan que llevaba en marcha por lo menos ocho años.

En medio de una mesa redonda, sentado en una silla de piedra y oro; Vulture se postró. Había reunido a los Archidemonios más capaces para realizar una misión imposible. Los mismos se enumeraban en siete unidades, Maxine “Famosa por el conocimiento de casi toda la galaxia” ideó, era una de las más entusiasmadas. No pudo ocultar su emoción, en cuanto alzó la voz para decir:

—El portal interior está casi listo, el informante dice que en unas ocho horas empezará el evento en Cerullion. Pronto podremos entrar en un mundo de la alianza… ¡Qué emoción!

—No te precipites —Adjunto Kirime encargado de la estrategia—. La alianza no es tonta, seguramente ya habrán preparado todo un contingente de seguridad.

—Cosa que no hubiera sucedido si alguien no se hubiera adelantado al atacar las colonias al sur —Acusó Maxine quien veía al otro lado de la mesa a Salazar: encargado de las tropas demoníacas.

—Ellos nos atacaron primero, nosotros solo nos defendimos —contestó Salazar, cruzándose de brazos y mostrando una mueca en su rostro.

—Claro por que acercarse mucho a territorios de la alianza es lo normal —Susurro Maxine haciendo enojar a Salazar quien puso las manos en la mesa y dijo.

—¿Qué tratas de decir?

Vulture, quien había escuchado la conversación alzó la voz y dijo. —¡Callense par de idiotas! Centrémonos por un minuto aquí, quien más puede resultar afectado son ustedes dos, asi que centrense.

Los miembros del comité tomaron la palabra y callaron. Junto a Vulture otro archidemonio esbozó una sonrisa al ver el regaño. Dicho demonio era el hermano de Vulture, y pareja de Maxine. De nombre Nako, este sujeto no tenía ningún motivo para estar presente. Para él, las disputas de la alianza y los demonios eran una estupidez. Pensaba que los demonios tenían recursos suficientes ya en su propio espacio para querer apoderarse de más territorio. No... esto solo era una agenda que el propio Demon lord impuso solo, y que los demonios los cuales veían en él a "Su salvador" obedecían sin medir palabra. Con esto aclarado, ¿Entonces por qué se encontraba presente? Fácil, solo era por su hermano y pareja, quienes jugaban a ser los conquistadores galácticos.

—En fin, el plan se llevará a cabo en pocas horas, casi una década para esto... Me alegra poder tenerlos a mi lado —Dijo Vulture quien tomó a su hermano del hombro.

Los demás miembros del comité se vieron un tanto reacios a Nako, quien de todos ellos, era el más débil. De hecho, era el más pequeño de los archidemonios existentes. No en edad, si no en poder. Y en una galaxia que se regía por la fuerza, este era el más bajo en la cadena alimenticia. Si no fuera por solo una cosa... Su intelecto.

—El caso, Vulture, ¿Cómo planeas deshacerte de Kayn? ese tipo si nos tiene en la mira nos acabara al instante. Ya has visto que ha hecho con los ejércitos del Demon lord —Mencionó Karime quien estaba consternado por la pasividad que Vulture demostraba al momento de tratar con Kayn.

—Es fácil. Cerullion es un planeta de aproximadamente 12 mil millones de habitantes. En las anteriores ceremonias de iniciación se han contado al menos 10 millones de pobladores en las capitales de los demás mundos. Kayn es alguien sumamente poderoso en un combate frontal, ninguno de nosotros aguantaría con él ni un minuto —Finalmente Nako se pronuncio en el debate.

—En especial tu —Carcajeo Salazar mientras se cruzó de brazos otra vez.

—El caso —Prosiguió sin darle importancia. Una buena decisión pensó Vulture —. Con varios humanos rodeando el lugar, Kayn se verá limitado a usar sus habilidades el tiempo suficiente para que Maxine y yo podamos alterar el portal de algún RailXen para traer al Demon lord a Cerullion. Y así, será jaque mate. La tensión era palpable. Vulture continuó, su voz resonando con autoridad y un toque de malicia.