ORDEN CUATRO: UN VACIO.

Alrededor de las 4 AM, 3 de junio del año 3289. Xernas.

"Se informa de... un suceso casi imposible y es que, Kayn el mago numero uno fue asesinado el dia de ayer a las 4 de la tarde" Los megafonos ubicados en una de las ciudad mas importantes de la alianza anunciaron.

Miles de millones de personas alrededor de la galaxia salieron de sus hogares para honrar su partida. Y es que, Kayn habia sido mas que un heroe para la gente. Era aquel salvador que los hacia sentirse a salvo. Que cada vez que sucediera alguna catastrofe, lo unico que importaba era "¿Cuando llegara Kayn?"

"Su muerte fue a causa del Demon lord quien trato de invadir el area sur de la alianza, mas especificamente el mundo de Cerullion. Tras haber empezado la ceremonia de la Magika Military" Agrego el anunciador, sin poder contener un poco de titubeo.

Mares de lagrimas recorrian el rostro de miles de mundos. Las masas se movieron y vieron la muerte de Kayn como algo imposible. Muchos aun no lo aceptaban. Sin embargo, aquel cadaver que llegaba con una flota entera de la Military, era sin lugar a dudas de el.

Kayn había nacido en Xernas y, de alguna manera, era apropiado que su viaje terminara aquí. La cápsula se desplazaba por las calles, suspendida en una plataforma flotante, hasta llegar al centro de la ciudad. Bajo la imponente estatua que conmemoraba sus innumerables hazañas, el ataúd fue colocado con sumo cuidado.

Las calles repletas de multitudes desconsoladas se extendían ante los ojos del tercer mas fuerte de la galaxia, Jacko, quien contemplaba la escena desde lo alto de uno de los edificios gubernamentales de Xernas. Una bufanda gris cubria la mayor parte de su cara, la cual tenia rastros de pintura militar en los ojos. A sus 29 años, había sido testigo de incontables batallas y pérdidas, pero nunca antes había visto tal oleada de dolor colectivo.

Jacko relajo los hombros mientras observaba el ataúd de plata fina que transportaba el cuerpo de Kayn, el mago más poderoso que la galaxia había conocido. Su caída a manos del Demon Lord era un golpe devastador, no solo por la pérdida de su inmenso poder, sino por lo que representaba para los ciudadanos de la Alianza.

— Era más que un héroe para ellos —murmuró Jacko con voz grave —. Era su esperanza personificada, su garantia de paz.

—Las tropas ya se han movilidado al norte, se espera una invasion a gran escala en las proximas doce horas —Adjunto su acompañante, quien era uno de los tenientes a los que mas confianza tenia, su nombre Kaido.

Ahora, con Kayn muerto, esa esperanza pendía de un hilo. Jacko sabía que debía actuar rápido para restaurar la confianza de la población y evitar que el caos se propagara. Y es que sin el, era obvio que la Military estaria en desventaja en contra del Demon Lord.

—Los altos mandos han esperado este dia desde hace decadas. Desde que Kayn tomo el poder de los grupos imperiales, la alianza siempre habia estado bajo su control —Comento Jacko, quien tomo un sorbo de whiskey negro —. Y no es que fuera malo, al contrario, la alianza vivio sus años dorados con el hijo de Xernas al mando. Sin embargo, los de arriba siempre habian visto su poder e influencia desde la envidia. Desde ahora, trataran de tomar su lugar.

—¿No cree que sera muy pronto para eso? —Cuestiono Kaido.

—No, ellos han esperado decadas. Seguramente hoy o mañana convocaran una reunion de emergencia con motivo de elegir a un nuevo lider. Y ellos claramente querran traer de vuelta el sistema de grupos.

Kaido tento la idea. En cierto punto era de esperar que sucediera eso. Sin embargo, era dificil para el creer que ante un riesgo tan grande de invasion, se centraran mas en elecciones politicas que en cuestiones militares.

—Ahora estamos en una encrucijada. Hay muchas opciones sin embargo tenemos varias donde nosotros salimos ganando —Dijo Jacko, meneando el liquido de su vaso —. La Military nesecita recuperar su influencia para poder nuevamente ser uno de los cuatro pilares del gobierno y para ello nesecitamos dos cosas: Uno, que el sistema gire o se mantenga anexado a la Military.

—Los representantes de los politicos no aceptaran eso —Aclaro Kaido.

—No lo haran sin una buena razon, y es ahi donde entra nuestro comodin. Y es que en segunda: ocupamos un nuevo Kayn.

Kaido se mostro sorprendido por el comentario de Jacko, pero sabía que Jacko no lanzaba palabras al aire sin un propósito. Estudió el rostro del veterano guerrero, buscando alguna señal de sus intenciones.

—¿Un nuevo Kayn? —repitió Kaido, con escepticismo evidente en su voz—. ¿Te refieres a encontrar a alguien que pueda llenar sus zapatos?

Jacko asintió lentamente, tomando otro sorbo de su whiskey. Sus ojos brillaban con una determinación fría y calculadora.

—Exactamente. Alguien que pueda levantar a la Military y a la Alianza de esta penumbra. Alguien con el carisma, la fuerza y el poder para enfrentar al Demon Lord y, lo más importante, para inspirar a la gente.

Kaido se quedó en silencio, contemplando la magnitud de la tarea. Encontrar a alguien que pudiera igualar a Kayn parecía una misión imposible. Pero la necesidad era urgente. El Demon Lord no esperaría a que la Alianza resolviera sus problemas internos.