Maka

Capitulo 8

Capítulo VIII

Un Ángel y Mil demonios.

1

Quizás esto nunca fue una buena idea, es mi culpa por ser tan tonta. Luego de encerrarnos dentro de la oficina abrimos nuestras mochilas. Por suerte Lio y Chester están de maravilla pero igualmente nuestra situación esta realmente jodida.

 Quizás de verdad este es nuestro fin. Creí que sería capaz de llegar más lejos, pero creo que es todo.

Escucho como caminan fuera del recinto.

- echaré un ojo por la cerradura -

- quieta, si se llegan a enterar que estamos escondidos aquí, estamos muertos -

- Si nos quedamos sin hacer nada, también -

Cuando me iba a mover Lio saltó sobre mí y se acomodó para dormir.

- Creo que te vas quedar quieta por un rato -

- Ni pensarlo -

Solté a Lio en el suelo y me paré, en eso el pequeño insistió rasguñándome el pantalón y quedándose aferrado a él con sus pequeñas garritas.

- Bien, me quedo -

Me eché al lado de Nico y tomé a Lio en brazos.

Un pitido empezó a retumbar en mis oídos, Nico me tomó del brazo y me tiró al suelo a su lado. Unas cuantas hojas y pedazos de vidrio cayeron sobre nosotros.

No sé muy bien que está pasando, ese pitido sigue resonando en mi cabeza y me tiene muy aturdida.

Intenté levantarme varias veces pero no pude, el cuerpo de Nico me lo impide. Su rostro de pánico mientras se cubre la cabeza me deja aún más confundida.

De la nada, todo se detuvo. Su rostro de pánico se disolvió y me dejó libre. Estoy recuperando mis sentidos de a poco pero aún es muy pronto. Se detuvo frente mio y veo como mueve su boca pero sus palabras se escuchan a lo lejos. Sentí algo resbalando por el costado de mi rostro. Mi instinto hizo que lleve la mano a mi oído y luego la coloqué frente a mis ojos. Eso sin duda es sangre.

Casi como de un golpe todo vuelve a la normalidad. Escucho la voz de Nico desesperada, Lio está escondido en una esquina y Chester no deja de ladrar.

- ¿Qué pasó? -

- No estoy seguro, vinieron, dispararon como locos y se fueron riendo como si nada -

-  ¿Quienes? -

- No sé-

Escuchamos pisadas muy fuertes en el pasillo.

- Escuché ladrar un perro acá - la voz viene de afuera

- Fijate y salí rápido -

Un chico de aproximadamente nuestra edad entró por la puerta.

- Veni, hay dos chicos acá -

Detrás de él apareció otro hombre de unos 40 años.

- ¿que hacen acá? - preguntó el más joven.

- Nos escondimos después de que muchos de ellos nos persiguieran -

- Ah, bien, supongo que ustedes fueron los que la cagaron -

- Si, algo así -

El chico nos ayudó a levantarnos y siguió hablando.

- Estábamos buscando equipo militar de un local y escuchamos la alarma de al lado sonar, nos cagamos en las patas -

Pensé en el accidente. El hombre miraba de tanto en tanto hacía afuera hasta que entró y continuó con la historia.

- Nos escondimos rápido, estuvimos media hora esperando hasta que el último se fuera, seguimos hasta acá la sangre. Y bueno, el boludo este se quería divertir un rato y empezó a disparar -

- Casi matan a mi amiga - contestó Nico - por suerte solo la rozaron un poco -

-¿Y que sabiamos nosotros?-

Nico estuvo a punto de abrir la boca cuando le detuve.

- Gracias, hicieron un buen trabajo ahí afuera-

- DE NADA, Señorita- Hace énfasis en sus primeras palabras mientras mira a los ojos a Nico.

De repente el más joven se adelanta y empieza a hablar.

- ¿Escucharon las noticias?-

-Si- Apresuro a contestarle.

- ¿Van a ir hasta allá?-

- ¿Por supuesto, ustedes no?-

El hombre mayor se adelanta a hablar conmigo sin siquiera mirar a Nico.

- Tenemos un auto está detrás del colegio cercano al hospital, hay espacio para los 4-

- Suena perfecto-

-Una única condición, tienen que conseguir un par de armas-

Nico se adelanta, se cruza de brazos y empieza a hablar con una voz más gruesa de lo normal

- ¿Acaso las que tienen no son suficientes? Acabaron con cientos de ellos en cuestión de minutos -

    El más joven me dirige la mirada y abre la boca.

- Nos faltan balas, no vamos a llevar a unos pendejos inútiles solo para tener que cuidarlos después, si ustedes no traen sus propias armas, no vamos a ninguna parte juntos-

- Okey, deben haber armas en una comisaria, supongo- dice Nico

- Se las habrán llevado para la operación de contención que se produjo pero pueden intentarlo, nosotros nos vamos yendo, hay que despejar el camino les damos una hora- El chico me pone un reloj en la muñeca y me muestra el suyo - si no están a tiempo nos vamos -




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