*rin rin*
Me despertó el sonido de mi celular -agh, quien llama a esta hora- mire con los ojos medio cerrados - vaya número desconocido- descolgue -¿Aló?- no contestaban -¿Alo?- nada -quien sea que esté al otro lado no es divertida la broma, hay personas que apreciamos cada segundo de tiempo- colgué, no entiendo el objetivo de esas personas al hacer eso.
Me levante, esa persona hizo que mi lindo suelo se esfumara, aunque en realidad no era lindo, quién considera hermoso soñar con bestias y hombres raros de ojos rojos.
-pero eso no fue un sueño- me dije al momento en que bajaba las escaleras -¿o si?, pero yo estaba con Tiffany- ingresé al baño -yo no bebí nada como para perder la memoria y no tener idea de que manera llegué a mi cama- salí del baño para dirigirme a la cocina a tomar desayuno, luego saldría a correr, miré mi celular y tenía siete llamadas perdidas de Tiffany mas cinco mensajes de texto y dos de Sara.
Tiffany 1:00 am
DONDE ESTAS!!!
POR QUÉ NO CONTESTAS??!!
Tiffany 1:30am
Esto no es fracioso, enserio estoy asustada
Si te fuiste con alguien avisame ahora
Tiffany 2:00 am
No se donde carajos estas pero si escuchaste ese grito por favor no vallas al bosque
Ve donde dejamos el auto pero no al bosque!!
Tiffany 2:00 am
MEI PORQUE RAYOS NO CONTESTAS!!!
ESTOY MUY NERVIOSA
Los demás mensajes decian que estaba muy preocupada, entonces fue cierto todo lo que viví anoche. ¡¿Pero no me acuerdo como llegué aquí?!, lo último que recuerdo fueron esos ojos rojos imnotizantes que me veían fijamente.
Yo
Tiffany estoy bien, pero anoche pasó algo raro
Podemos juntarnos??
Contestó casi al instante, tal parece que esperaba mi mensaje. Ella confirmó que nos juntaramos en una cafetería.
En el refrigerador había una nota de mamá que decía
"Mei, conseguí el trabajo, te dejé un atún con lechuga para tu almuerzo, llegaré como a las 8:00 junto con tu papá. Te quiero".
Fui a cambiarme para hacer algo de deporte. Salí en dirección al bosque para trotar, no podia hacerlo frente a mi casa porque hay perros y muerden cuando ven a alguien corriendo o al menos eso me han dicho siempre. Pese a que esta parte del bosque no es el mismo donde ocurrió todo lo de anoche igual me da miedo, sin embargo, ya hace varios días que no hacia cardio por lo que mi cuerpo me lo pedía a gritos.
-bien, cronómetro listo, audiculares listo- empecé a trotar, a medida que me adentro más al bosque éste me brinda su delicada melodía de cantos de pájaros acompañados por el fresco viendo golpeando mi cara y alborotandome el cabello.
Ya me encuentro demasiado lejos de casa con mi respiración agitada, miro mi cronómetro y éste marca 30 minutos, por lo menos no he bajado tanto mi sistema cardiaco después de haber dejado de correr casi una semana, decido caminar un rato.
Respirar el aire puro se siente demasiado bien, no hay ruido de bocinas constante como en Santiago como tampoco personas caminando apresuradas a todas partes, en cambio, aquí todo va más lento; de lejos se escucha la bocina de un barco y olas chocando en la Bahía. De pronto siento que alguien me observa, es como de esas miradas que te queman, me giro a todas partes y no veo a nadie, »tal vez sea la paranoia por lo que pasó en el bosque« me digo para mi misma. Comienzo a caminar rumbo a casa, pero sigo sintiendo esa mirada y lo que parecen ser ¿Pasos?, camino más rápido
»no voltees«
Sigo caminando cada vez más rápido.
»¡No voltees!«
Pero igual lo hago y no veo nada, tranquiliso mi respiración de apoco.
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Fui a darme una ducha rápida, ya son las cuatro de la tarde y nos juntariamos a las cinco, no me apetecía ir muy arreglada, así que solo me puse un poleron olgado, con una polera de bajo por supuesto, unos jeans y zapatillas cómodas. Baje las escaleras, tomé las llaves de la casa, pasaje para ir y salí.
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-Mei, por aquí- dijo Tiffany levantando una mano, ya estaba sentada tomando un café, asi que me dirigí a donde ella.
El lugar es hermoso, tiene dos pisos, la parte baja es donde nos encontramos, está repleta de mesas redondas de madera con sillas iguales, su estilo rustico moderno me encanta, a un costado se encuentra la barra para pedir. El segundo piso es visible, ya que solo un barandal permite evitar que alguien caiga, esta zona es la vip, no sabía que en una cafeteria también existiera est diferencia, obviamente arriba es aún mas precioso, las mesas son de vidrio, por lo que alcanzo a ver. Lo bueno es que en ambos sitios hay meseros.
-Hola- le dije.
-Hola, ¿Quieres tomar algo?- inquirió.
-un capuchino- ella levantó la mano y un chico se acercó para atenderla.
-Hola Tiffany- dijo él.
-Hola George- dijo con una sonrisa -te presento a Meissa- apuntó en mi dirección -Mei el es George, un amigo-
-un gusto Meissa- sonrió, es una sonrisa hermosa y el es guapo, ojos cafes, piel morena y cabello negro.
-igualmente- le devolví el gesto.
-ya vuelvo con el pedido-
-¿Que pasó anoche?- le pregunté sin rodeos.
-a donde te fuiste y porqué no contestabas anoche- evadio mi pregunta.
-bueno.. despues de escuchar un grito toda las personas comenzaron a correr y, no sé como, me fui al bosque- no despegabas sus ojos de los míos -¿Quién gritó?, ¿Y por qué salieron corriendo?- dudó un poco antes de responder y justo cuando lo iba a hacer llegó George con el pedido.
-que lo disfrutes- me dijo amablemente.
-muchas gracias- y se fue.
-veo una linda relación ahí- dijo Tiffany moviendo las cejas de arriba hacia abajo.
-¿Qué?, claro que no, apenas lo conozco- no paraba de reir, yo la miré con extrañeza -volviendo al tema, ¿Que ocurrió anoche?-