–Abuela, ¿estás llorando?
Cuando escucho a la abuela en la cocina, me muevo hasta acá y enciendo la luz, encontrándome con la nona afirmada en la encimera llevando el móvil en su mano y con la otra se aprieta el pecho como si le doliera mucho.
–¿Nonina?
Cuando ella me ve, parece salir apenas del estado en que está y camina hasta donde yo estoy parada.
Es la primera vez que veo a la abuela llorando.
Me abraza.
La abrazo también.
Me hace sentir mal verla así.
Mamá salió temprano, tengo la idea de cuando me dio un besito en la frente antes de salir como cada día. Me dijo que me amaba y se fue.
Si regresa y ve a la abuela así pensará que algo malo ha pasado.
–Cariño, te amo. Te amo muchísimo, sabes–dice ella y me mantiene con fuerza contra su cuerpito.
–¿Qué pasó, Nonina?
–Cariño: tendrás que ser fuerte. ¿Sabes?
Luego de hablar con la abuela, me quedo sentadita en el sillón frente a la TV apagada y pienso en muchas cosas. La abuela me dio el reto de pensar de qué manera lo hablaré con Lucas, pero él no sabe mucho de lo que pasa alrededor.
Ella dice que soy yo quien tiene que decirle, pero ¿hasta qué punto será conveniente? Tengo una angustia en el pecho que me come por dentro, no recuerdo haberme sentido así antes. ¿Es así como se siente la “angustia”? Solo he visto que dicen eso en las películas, a veces la abuela y mamá la usan a la palabra y se tocan el pecho como cuando la vi a la abuela hacerlo, manteniendo una mano desde su garganta hasta su barriga. La quiero mucho, pero a veces hace cosas raras y dice cosas raras como ahora que me dijo “cielo, mamá no va a volver”.
“¿Dónde se fue?”
“No va a volver… Lo siento mucho…”
Lloraba al hablar.
Puedo escucharla que sigue llorando.
Tengo que ser yo quien lo hable con Lucas “no habrá manera” así como dicen en las películas cuando hablan de algo serio.
¿Esto es serio?
Me da miedo…
Me da miedo que sea verdad.
Me da mucho miedo no volver a ver a mamá.
¿Y si están equivocados? ¿Cómo hará Lucas? ¿Dónde está de verdad mamá?
Con el llanto de la Nonina de fondo, me meto en la habitación de mamá donde está la cuna de mi hermanito.
Ha dejado la cama arreglada como siempre antes de salir. Las cortinas están cerradas así que está bajita la luz aquí.
Me ubico junto a la cuna y veo a mi hermanito dormir mientras le hablo.
Acá noto cuando mami dice que es un angelito.
Porque sí, tiene razón, es un angelito muy bonito cuando duerme porque cuando se enoja sus gritos le hacen doler los oídos a la abuela.
–Chissst. Luquitas. Bebito.
No sé si quiero despertarlo.
Pienso de nuevo y le hablo:
–Tengo que contarte un secreto que no te habíamos dicho hasta ahora. Mami no va a volver, pero no te pongas mal, la abuela no lo entiende. Es que… ¡Mamá es una superestrella! Una empresaria, una mujer famosa que firma autógrafos y que la gente pide fotos todo el tiempo. Mamá es tan importante que ha tenido que salir de viaje, Cosi–así le dice mamá a Lucas por “cosita linda”–, pero no va a regresar. No te preocupes, ella está bien. Dice que nos ama. Yo te cuento que cuando me compre un celular y me envíe un mensaje, te voy a ir diciendo todo. Dice que no nos preocupemos porque seguiremos con una familia y ¿ves que no tenemos papá? Dice que ahora sí vamos a tener papá. Es su regalo mientras sigue de viaje. Descansa, Cosi. Te quiero.
Esta vez me pongo de puntas de pie para correr el costado de la cuna, darle yo un besito a él y luego de volver a ponerlo seguro, salgo despacito de la pieza para ir a llorar porque…
…porque solamente tengo muchas, muchas ganas de llorar.