Me duelen las piernas, ya no sé qué hacer, ya se me ha agotado la energía, he corrido tanto que ni sé en dónde estoy.
Voy bajando cada vez más la velocidad, ya que los pequeños tacones han hecho su efecto, me duelen las piernas de tanto correr.
Mi corazón se siente más roto que nunca jamás pensé pasar por algo así, yo Aurora Sanper, no sé quién soy ya, no sé quién soy.
Todo lo veo distorsionado, destruido, como si alguien hubiera agarrado mi libro y le hubiera arrancado una de sus páginas más preciadas, arrugándola y rompiéndola hasta dejar nada de ella.
Me pregunto por qué a mí, Por qué tuve que enterarme, no entiendo, no entiendo, por qué me hicieron esto, son mi familia, creí que era mi familia, ya no sé qué es verdad o que es mentira, vivía en un engaño total.
Apoyo mi mano en la primera superficie de una pared rugosa y agachándome con sumo cuidado de que no se vea nada abajo del vestido, comienza a desabrochar los tacones.
Me duelen los pies, creo que si continuaba con ellos un rato más no podré volver a caminar.
Cuando terminó de desabrocharlos para quitármelo escucho como una camioneta se estaciona a unos pasos detrás de mí, no le pongo cuidado porque seguramente están buscando a alguien, ya que hay una casa enfrente de donde ellos se estacionaron.
Quito mi zapato, pero no he terminado de quitarme el otro cuando siento una presencia detrás de mí y solo pienso.
«Por favor que esto no me pase a mí»
Intenta voltearme, pero alguien me tiene atrapada poniéndome un trapo entre mi nariz y mi boca.
No puedo gritar.
«Qué hago, no, no quiero»
Mi mente solo podía pensar una cosa
«Ayuda, por favor»
«Mamá, papá, ¿dónde están?» Pienso
Miranda hacia un hermoso árbol cubierto por la nieve, es lo último que recuerdo porque unos momentos después me desmayo sin saber a dónde iba a ir ni con quién y por qué.
Recuerden que los recuerdos de Aurora son cortos, así que espero seguir leyendonos muy pronto, cuidense, besos 💋