Nunca he querido hacerte daño

Estaba petrificada, podía ver los momentos con Caius pasar por mi mente, los lindos recuerdos y de los que no me arrepentía se entrecruzaban con aquella noche en Rusia, con los cuerpos de las personas, la sangre, el fuego, su rostro. Él Jasper que me esperaba tras la ventana se borró y pude sentir como apareció detrás mío abrazándome por la espalda. "Cálmate" me susurraba en el oído "estoy contigo" "todo está bien", la sensación de alivio y calma me abrigó.

—¿Estas mejor? —me preguntó aun abrazándome por la espalda.

—Gracias —le dije volteando y mirándolo a los ojos.

—No hay de que —se alejó de mí, pero yo tome su mano.

—Siempre estas cuando te necesito.

—Mariana, te hice una promesa, y la voy a cumplir no importa lo que pase —le sonreí y acaricie su mano bajo la mía—. ¿Qué fue lo que sucedió? —me preguntó.

—Esto —le mostré la foto con el mensaje—. Estaba aquí cuando entré en la habitación —su rostro de preocupación fue evidente.

—¿Cómo pudo entrar? yo estaba tan solo afuera tuve que haberlo sentido.

—Debió ser su don, cuando toma apariencia de humano su olor se vuelve casi que imperceptible.

—Esto debe saberlo Carlisle.

— Sí, es extraño que Caius reaparezca justo cuando también lo hace victoria.

—No se me haría raro que estén actuando juntos.

—Ahora tenemos otro problema.

—No te preocupes, todo va a estar bien —me acarició el rostro, solté su mano y lo abracé.

—¿De verdad crees que saldremos bien de todo esto?

— Los Cullen siempre lo logramos y si no es así al menos habremos dado la pelea —en su abrazo me recorrió la sensación de valentía, él miedo que sentí al recordar a Caius se fue, era como si tenerlo tan cerca me hiciera olvidar de todo lo demás.

—No tienes que seguir dándome esa sensación Jas, ya estoy bien —le dije sin mirarlo.

—¿De qué hablas? —estaba extrañado.

—No te hagas, me estas produciendo sensaciones para calmarme.

—Yo no estoy haciendo nada – se rio picaron.

—No te creo.

—¿Acaso qué es lo que te hago sentir? —él no necesitaba que yo se lo dijera, ya lo sabía y aun así no hacía nada para detenerme.

—No necesitas que te lo diga, solo cállate y abrázame – desvié su mirada de la mía, él me abrazó más fuerte y besó mi cabeza.

Al hablar con Carlisle estábamos de acuerdo que no podía ser una coincidencia, nos comentó algo que a mí no se me hubiera ocurrido, creía que Victoria estaba creando un ejército de neófitos. Si todo nuestro clan no pudo atraparla aquella noche a ella sola, no veía cómo íbamos a poder contra todo un ejército. En cuanto a Caius, Carl conocía las estrategias Vulturi y entre ellas estaba permitir que cosas como esa sucedieran, que haya una matanza y solo dejar vivos aquellos vampiros que deseaban para su clan, en este caso esos seriamos Edward, Alice y yo. Edward y Alice tenían evidentes dones que cualquiera desearía, en cuanto a mí, solo era él deseo de Caius. Lo que más preocupaba a Carlisle era que Caius hubiera podido entrar y salir de la casa sin que nadie se hubiera dado cuenta, ninguno pudo olfatearlo, Edward no estaba por lo que no pudo escucharlo, y Alice no lo vio en sus visiones. ¿Cómo pudo no verlo? Ella solía ver las decisiones que Caius tomaba, pero esta vez no fue así.

—He llegado a una conclusión, desde lo que sucedió con Bella, los licántropos, contigo Mariana y ahora con lo de Caius, creo que solo puedo ver a las personas cuando ya he sido como ellas, me refiero a que puedo ver lo que harán los humanos porque alguna vez fui humana, y lo que harán los vampiros porque es lo que soy, pero no he sido un licántropo y no puedo verlos, no pude verte mariana cuando Mabel se embarazo de ti ni cuando naciste pues no eras del todo humana ni vampiro, aun no puedo verte con total claridad y supongo que con Caius es igual, puedo ver sus decisiones cuando es un vampiro pero cuando toma apariencia de humano no es lo uno ni lo otro por lo que no lo veo.

Esas fueron las palabras de Alice, después de tantos años ella aún seguía descubriendo características de su don, todo lo anterior me dejo anonadada, de las cosas que estoy segura no resistiría era perder a mi familia, ya me había alejado de todos ellos una vez, ya había perdido a mi padre y a mi madre, no veía posible seguir mi vida si perdía a los demás, definitivamente esta batalla debíamos ganarla a como diera lugar, ni Caius ni Victoria se iban a interponer en nuestro camino.

Después de aquella reunión me fui a mi habitación con mis pensamientos, luego de la charla que tuve con Alice todo giraba en torno a las decisiones, consecuencias y a las posibilidades. A mi parecer, solo tenía una decisión que tomar: alejarme de Jasper o no, era consciente de que, a pesar de lo que sentía, entre él y yo no había sucedido nada en realidad por lo que me encontraba en el límite de lo permitido, pero también sabia y tenía que admitir, que estaba enamorada de él y que cada vez que estábamos juntos no podía evitar que ese sentimiento se me notara por todas partes, de decidir quedarme a su lado estaba segura que ese sentimiento solo crecería, de alejarme talvez no lograra dejar de quererlo pero si podría evitar que algo indebido sucediera.