Manual de lo prohibido [chenmin]

Capítulo 18

Al terminar, fuimos a caminar a uno de los tantos canales. A la fierecilla no le gustó para nada que Junmyeon y Jongdae se adelantaran, dejándonos atrás. Miré la unión de sus manos y la compatibilidad entre ambos, era como si estuvieran hechos el uno para el otro, las sonrisas entre ambos, las miradas, sus gestos, su aspecto; todo era como si al juntarlos formaran un equilibrio, el ying y el yang. Algo golpeó en mi estómago, se sintió como si dentro hubieran tirado una piedrita a alguna de sus paredes. Como cuando un bebé patea, pero no en esa forma tierna.

—Xiumin —Sehun musitó mi nombre y me giré a mirarlo—. Eres muy distraído, ¿no? —rió.

—¿Disculpa?

—Te llamé como tres veces y parecía como si fueras en tu propio mundo —explicó.

—Oh, sí, perdóname —gesticulé con la mano.

—¿Piensas en algo acerca de ellos? —adivinó, increíblemente rápido, haciendo un asentimiento de cabeza en dirección a su hermano y mi amigo.

—¿Eh? ¿Por qué dices eso? —pregunté, nervioso.

—No sé, quizá porque te les quedaste mirando con profundidad —se encogió de hombros.

Reí, aún más nervioso.

—La verdad, sí —admití—. Pienso que de verdad estan hechos el uno para el otro —dije y la fierecilla no estuvo para nada de acuerdo conmigo y me rasguñó allí dentro.

El ceño de Sehun se frunció y su mirada se posó en el suelo, mirando sus pies al caminar.

—Sí —farfulló.

—No te oyes muy convencido —acusé, repentinamente curioso.

—No, sí lo estoy —balbuceó, pero se le escondía entre su voz algún cierto matiz de resignación—. Junmyeon es muy bueno —lo miró y sonrió—, tiene una sonrisa muy bonita, como muy sincera; sus ojos grandes y cafés son como si de verdad fueran la ventana de su alma; sus lindos gestos cuando te habla te hacen reír... ¿has notado que cuando se encuentra con alguien se emociona muchísimo? Y luego ese abrazo que te da, emocionado —musitó, completamente perdido.

—Espera, espera... ¿tú...? —no pude terminar la pregunta, me llevé las manos a la boca cuando Sehun me miró con sus ojos verdes como platos, como si haya soltado un secreto que no quería decir.

—¿Qué? —preguntó, con la voz temblorosa.

—¡Tú estás enamorado de Junmyeon! —adiviné.

Ahora comprendía lo que Jongdae me había dicho el otro día, lo de que su hermano estaba enamorado de un chico misterioso. Por supuesto, no le quería decir, porque el “chico misterioso” era su mismísimo novio.

—¿Qué? —bramó, y pude jurar que vi el sudor perlar su frente.

—Por favor, ¡a mí no me engañas! —no sabía por qué pero una sonrisa empezó a expandirse por mi rostro.

—¡Ssshh! —gesticuló, nervioso hasta más no poder.

—¡Entonces es cierto! —la sonrisa se expandió hasta convertirse en un agujero extenso en mi rostro.

—No digas nada, por favor —me suplicó.

Me llevé ambas manos a la boca, tratando de aplacar mi emoción.

—Xiumin, nadie lo sabe —dijo, angustiado.

—Tranquiló, descuida yo no... se lo contaré a nadie —prometí, aun medio emocionado.

—¡Soy un pésimo hermano! —exclamó, gesticulando desesperado— ¿Quién se enamora del novio de su propio hermano?

—Oye, tranquilo —a juzgar por su expresión, parecía como si estuviera a punto de llorar. La fierecilla cantaba de placer y esta vez yo desconocía el por qué.

—No eres el único, he oído bastantes casos —enrosqué mi brazo al suyo, como si ya le tuviera la suficiente confianza para hacerlo; pero él no se quejó.

—Sí, pero no es bueno que me pase precisamente a mí, ¿sabes lo que es tener que soportar cada beso, o caricia entre ellos; cuando por dentro duele?

—Sí —dije, inmediatamente; sin saber por qué, era como si la otra parte fuera la que hubiera hablado.

—¿Ah sí? ¿Te has enamorado del novio de tu hermano?

—Pues no, soy hijo único —reí, pero volví a la seriedad de nuevo—.

Pero te entiendo, extrañamente. Sé cómo se siente. Es como si quisieras escapar de la escena cuando ellos se besan, salir corriendo y borrar el recuerdo en tu mente; pero mientras más lo intentas, se vuelve más nítido.

—¡Exacto! Vaya, nunca pensé que hubiera una persona que me entendiera en ese aspecto.

—¿En qué aspecto? —de pronto la voz de Jongdae apareció en la conversación, materializándose con Junmyeon junto a nosotros.

Ambos los miramos con los ojos abiertos de par en par.

—Jongdae, ¿recuerdas lo que te dije acerca de la privacidad de las personas? —inquirí.

—¿Es el primer día que se conocen y ya tiene secretos entre ambos? —preguntó, queriendo sonar divertido, pero pude identificar en su voz algún tono amargo muy bien escondido.

—¡¡Uuuyy!! —bromeó Junmyeon, atado de la cintura de Jongdae.

La fierecilla refunfuñó palabras ininteligibles.



#1568 en Fanfic

En el texto hay: novios y amigos

Editado: 15.08.2023

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