Capitulo 6 Llave

Increíbles bestias se hicieron visibles en el horizonte.
Un sonido estremecedor alertó a los ciudadanos de la isla, como si el cielo rompiéndose no fuera suficiente. POV Leonor: "¿Cómo es esto posible?", pensé. El mapa no era una guía, era una llave.

Unos minutos antes, punto de vista de Ron: Estoy junto a mi hermana, siempre la he admirado, siendo la más fuerte e inteligente. ¿Cómo no hacerlo? Esta vez también nos guió a la victoria, o al menos eso creía. Mientras mi hermana pelea con ese sujeto, decidí prepararme para ayudar. Nuestros enemigos son más fuertes de lo que creía. Estaba a punto de acercarme cuando de repente sentí algo aterrador, la muerte acercándose. Inquieto, retrocedí justo a tiempo para esquivar un rayo de luz plateada. No, no era un rayo, era...

Una espada. Miré a su portador, era el otro tipo, pero ¿cómo se movió tan rápido? Apreté con más fuerza la empuñadura de mi espada. Swish, esquivando por segunda vez el golpe de mi enemigo, me di cuenta de que no es rápido, sin embargo, hay momentos donde su presencia desaparece. Es por eso que no lo noté antes. Dando un paso atrás, moví mi mano derecha. Clack, el sonido del choque de espadas me motivó. El sujeto frente a mí tiene la iniciativa debido al ataque furtivo.

Ahora que ya no estoy preparado, ¿puedo ganar? Otro pensamiento equivocado. El sujeto es muy bueno con la espada, de alguna manera siempre me supera. Si no fuera por mis armas, ya estaría muerto. Sí, armas, tengo varios cuchillos que disparo hacia él de vez en cuando.

Me harté de sus juegos, me moví a gran velocidad con la intención de derrotar a mi enemigo. Mi percepción se vio alterada, desde mi punto de vista todo se ralentizó: las espadas en el aire, los zumbidos de los insectos y las luchas cercanas. Estaba en la zona, me acerqué más y más cuando de repente chocamos. "Sí, lo tengo", pensé, estaba listo para apuñalar al molesto tipo, sin embargo, de la nada, una de las manos del sujeto dejó su espada.

Con unos signos extraños, sentí que decenas de espadas atravesaban mi cuerpo. "Como pensé", mientras caía, no salía sangre de mi cuerpo, aun así, sentía un gran dolor, tanto que apenas pude notar que el responsable de mi estado actual rebuscaba entre mis pertenencias, sacando las partes del mapa que mi hermana me había confiado antes.

Zeldris miró al sujeto en el suelo. "Qué bueno que aprendí esa técnica", pensé. Tomé las partes del mapa que tenía y las acerqué a las dos restantes. De repente, las partes brillaron y se unieron.

Con un sonido único y un haz de luz brillante, una grieta se abrió en el espacio. Mientras observaba las maravillas del portal, sentí que alguien me arrastraba. Era Morgan, que con emoción me arrastró hacia el muelle.

—Morgan: "¡Apresúrate, Zeldris, vamos al barco, tenemos que llegar a esa isla!"

Reincorporándose, Zeldris comenzó a correr junto a Morgan. Sonidos de pisadas sonaron cerca, intrigados, miraron a su alrededor. "Increíble", exclamó Morgan, pues cientos de personas salieron corriendo de la isla, todos hacia el muelle.

Después de exclamar, Morgan corrió aún más rápido, dejando atrás a Zeldris. Concentró grandes cantidades de mana, impulsándose hacia arriba. Al saltar, una onda de choque golpeó a las personas cercanas y, después de unos segundos en el aire, cayó directo en el muelle de madera, haciéndolo temblar. Sin perder tiempo, entró al barco y soltó la cuerda que lo sostenía.

Miró hacia atrás, esperando a Zeldris, que afortunadamente estaba cerca.

En el momento en que Zeldris pisó el barco, este se impulsó a gran velocidad, saliendo del muelle. El viento furioso golpeó su rostro mientras se impulsaba, las olas rompiendo contra la superficie de la nave con ferocidad no hizo más que avivar las llamas de la aventura en su corazón.

"¡Ey, bastardos, regresen al muelle!", Morgan escuchó esa voz familiar y miró a su derecha. Allá en el mar, otro barco zarpaba hacia la grieta. Era Leonor y su hermano, ya recuperados por alguna razón.

—Morgan: "Ja, belleza, dudo que alguien retroceda en este momento. ¿Qué tal si en vez de eso te unes a nosotros?"

"Que ya quisieras", respondió Leonor y decidió ignorarlo y enfocarse en su alrededor. Al parecer, ellos no eran los únicos en la delantera, rodeándolos, decenas de barcos zarpaban hacia la grieta. En un pequeño barco, un hombre de cabello azul miró la grieta a lo lejos con una sonrisa y dijo a los tripulantes de su barco: "Disparen". Unos segundos después, como máquinas sin emociones, todos sus hombres se movieron con sincronía.

Hacia los cañones del barco, con pocos movimientos cargaron la munición y dispararon. Pum, con el sonido, las balas de cañón se movieron a gran velocidad, perforando naves. Al ver esto, uno no pudo evitar liberar una risa descontrolada. Al frente, divisó dos naves en una extraña muestra de rareza. Su expresión dio un giro de 180 grados, cambiando de una feliz a una expresión llena de rabia. Exclamó: "¿Cómo se atreven estos monos a adelantarme a mí, el Gran Sirios Blakmum? ¡Disparen!", gritó con una cara enloquecida.

Morgan no le dio importancia al acto de Leonor, en vez de eso, decidió observar la grieta que estaba a poco menos de 500 metros. De repente, escuchó sonidos de disparos, intrigado, miró hacia atrás y se sorprendió. "Cañones, solo los he visto en barcos de la marina", mientras observaba, pensó: "¿Qué haría yo si me apuntaran con cañones?" De repente, notó que los cañones apuntaban en su dirección.