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- ¿Ese es...? - el hada de cabello naranja recogido en un rodete bajo al igual que el de su amiga que ese día vestía una falda y una blusa hecha de pétalos amarillos, se enderezó lentamente mientras miraba a lo lejos a la pequeña motita que parecía volar a toda velocidad hacia ellas.
Al oír su voz, Elina primero giró la cabeza hacia Dandelion para luego, apoyándose en sus codos, dirigir su mirada al mismo punto reconociendo a su amigo al instante - ¿Bibble? - un poco confundida finalmente se sentó totalmente sobre la flor en la que estaban recostadas paar ver mejor como su amigo peludo llegaba hasta ellas volando y tarareando despreocupadamente sacando algunas risas de ambas chicas - ¿de vuelta tan pronto?.
Bibble se ubicó frente a ambas hadas para mostrar con orgullo un hermoso sobre de cristal con detalles en dorado brillantes.
~ ¡Ta-chan! ~
Entregó el sobre a Elina quien con curiosidad se tomó un minuto para admirar los detalles del mismo antes de abrirlo y leer el contenido - Es del palacio de cristal - movió sus alas con nerviosismo hasta que la elevaron lejos de la flor donde estaba anteriormente, sus amigos se miraron un momento para luego acercarse a Elina, ella se giró hacia ellos y dijo - todo está bien - suspiró - es una... - volvió a mirar la carta con el ceño fruncido para confirmar la información - invitación para el baile de la brisa otoñal.
Esta vez fue Dandelion quien frunció el ceño, miró brevemente a la rubia de pies a cabeza deteniéndose en el arcoíris que teñía sus alas. Anteriormente y gracias la magia del collar que le había otorgado la Encantadora, su amiga lucía alas que se asemejaban a dos pétalos en rosa pastel a conjunto con su falda y corsé del mismo color, luego de una misión fuera del jardín encantado volvió con alas en un fucsia casi rojizo mucho más grandes que las anteriores a juego con su nuevo conjunto de corsé y falda adornada con rosas ¡y sin el collar mágico!, agregando a eso que la última vez que visitó el palacio de cristal había regresado con las alas y un nuevo vestido con todos los colores del arcoíris ¡Dandelion ni siquiera sabía cómo eso era posible!. Siempre que Elina salía a una misión volvía cada vez más diferente y no estaba totalmente segura de estar preparada para otra transformación.
/ ¿Tenía que irse ahora? ¿tan pronto? /
Elina sacudió la cabeza, era un viaje muy largo, agotador, pero si la necesitaban definitivamente valía la pena hacerlo otra vez, además, no podía decir que no a la mismísima Encantadora. Desvió la mirada de la carta para encontrarse con la de Dandelion, quien la sostuvo por un momento antes de girar la cabeza a su derecha aún con el seño fruncido - Estoy muy feliz por ti - dijo tajante.
Un pequeño destello de culpa la hizo avanzar para abrazarla, la rodeó con sus brazos y Dandelion le correspondió, un silencio después cuando se separaron - Elina... - se atrevió a decir - ¿sería demasiado pedir...? - pero esta vez no pudo mirarla a los ojos - quiero decir, eres la heroína de Fairytopia - retrocedió un poco - y yo quiero ayudar, puedo ayudarte, sé que nunca pude ir a ninguna de sus aventuras y sin embargo esta vez, incluso si es solo para llevar tu maleta ¿sería mucho pedirte hacerlo?, por favor.
- No lo sé, no es la gran cosa, es solo un baile - dijo mientras retrocedía algo incómoda.
- Eso dijiste en primavera ¡y volviste con un nuevo par de alas! - Elina miró a Bibble quien solo levantó los hombros igual de indeciso - Si decides llevar a una amiga más, no creo que te digan que no.
Para Elina las veces anteriores, todo era simplemente demasiado peligroso y no había lugar para discutirlo, por supuesto que... últimamente la llamaban mucho para misiones diplomáticas con la guardiana del jardín encantado Topacio o para prácticas de protocolo dirigidas por la guardiana Azura en compañía de los demás guardianes de Fairytopia así que probablemente esta vez no sea diferente.
Suspiró con derrota - Puedo preguntar, si no es mucha molestia que alguien más me acompañara al baile - Dandelion agitó sus alas con emoción y un destello de esperanza en sus ojos color miel - pero no puedo prometerte que irás - al terminar su frase Dandelion avanzó hacia Elina para volver a abrazarse más fuerte que antes.
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- Aún no puedo creer lo rápido que contestaron - Dandelion sostenía el equipaje de ambas mientras revoloteaba feliz alrededor de Bibble y Elina - sea lo que sea que harán en el baile de verdad te quieren ahí.
- Como sea, ¿qué dijiste acerca de llevar todas nuestras cosas? - Elina sonrió divertida mientras le mostraba la pequeña maleta que aun sostenía, Dandelion rodó los ojos.
- Vamos Elina - la motita se sentó sobre el hombro de la pelirroja bostezando algo cansado de tanto volar - sabes que me refería a tu maleta y a la mía no a la de Bibble, estás arruinando mi primer viaje como parte de tu equipo para salvar a Fairytopia - le sacó su lengua divertida. Decidió volar más despacio para fijarse mejor en el paisaje, para Dandelion era la primera vez que se aventuraba lejos del jardín encantado, todo era nuevo y emocionante.
- De verdad espero que no tengamos que hacerlo, me prometieron un baile y espero que eso sea todo lo que tengamos al llegar, nunca me perdonaré si los pongo en peligro - Elina sostuvo la maleta un poco más fuerte que antes, aunque no dejó de avanzar,su mirada había caído gracias a lo angustiada que la ponía pensar en las posibilidades. Al no saber muy bien que más hacer ante eso, el hada de cabello naranja voló a su lado en silencio, dejando que la conversación sobre el tema terminara mientras seguían avanzando hasta finalmente llegar a las afueras del palacio a un bosque con árboles gigantes y hojas rojizas alargadas como las de un sauce. Elina se tomó un momento para respirar profundamente, Dandelion por otro lado se adelantó y estiró un brazo para señalar a lo lejos, sobre una colina la imponente figura del palacio de cristal.